Elon Musk se alía con el enemigo de Trump: crea una batería de 500 millones para China

La apuesta de Tesla por las baterías para redes eléctricas forma parte de una estrategia más amplia

Elon Musk se une a Trump

Elon Musk, la mayor fortuna del mundo, fundador de Tesla. EFE

Tesla ha dado un giro estratégico que va más allá de su producción de coches eléctricos, su último gran éxito está en el negocio de las baterías a gran escala para redes eléctricas, con un contrato millonario en China que podría marcar un antes y un después en su modelo de negocio. 

La compañía de Elon Musk ha firmado un acuerdo por valor de 4.000 millones de yuanes (unos 557 millones de dólares) con el Ayuntamiento de Shanghái para construir la mayor estación de almacenamiento de energía a escala de red del país, un proyecto que se convertirá en el más grande de China cuando esté operativo.

Tesla: baterías para estabilizar redes eléctricas

Este contrato supone un paso decisivo para Tesla en su apuesta por la división energética, que está creciendo a un ritmo vertiginoso y ya supera los 10.000 millones de dólares en ingresos anuales, con un crecimiento del 67% en 2024. 

La planta de baterías de Shanghái, inaugurada a principios de 2025, produce las Megapacks, sistemas de almacenamiento masivo con una capacidad de 3,9 MWh por unidad, capaces de suministrar 1 MW durante cuatro horas, suficiente para alimentar cientos de hogares en periodos de máxima demanda.

El proyecto en Shanghái utilizará estas Megapacks para almacenar energía sobrante cuando la demanda y los precios sean bajos y devolverla a la red en horas punta, ayudando a estabilizar la red eléctrica y facilitando la integración de energías renovables intermitentes como la solar y la eólica. 

Esto es especialmente relevante en China, que en el primer trimestre de 2025 generó el 39% de su electricidad a partir de renovables, pero enfrenta el desafío de equilibrar la red para evitar apagones y asegurar un suministro estable.

China: el mercado clave para la energía renovable 

China es el mayor productor mundial de electricidad limpia, con 951 TWh generados entre enero y marzo de 2025, y está impulsando una expansión masiva de su capacidad de almacenamiento energético. 

Se espera que la capacidad instalada de almacenamiento supere los 100 GW en 2025, con un crecimiento anual del 43%. 

Este crecimiento es vital para compensar la intermitencia de las renovables y garantizar la estabilidad del sistema eléctrico.

El proyecto de Tesla en Shanghái se ubica en la zona industrial de Lingang, junto a su fábrica de Megapacks, y representa una alianza público-privada con el gobierno local y China Kangfu International Leasing. 

La iniciativa no solo tendrá un impacto tecnológico, sino también económico, generando empleo y actividad en la región.

Competencia feroz

Aunque Tesla ha logrado este importante contrato, se enfrenta a una competencia muy fuerte en el mercado global de baterías, dominado por gigantes chinos como CATL y BYD.

CATL controla aproximadamente el 37,7% del mercado mundial y suministra baterías a grandes fabricantes, incluidos Tesla, BMW y Volkswagen.

 BYD, por su parte, crece rápidamente y posee una cuota del 15,4%, con una capacidad instalada de 33,2 GWh.

Estos fabricantes chinos están expandiendo su producción con nuevas plantas en Europa, Estados Unidos y Asia, lo que aumenta la presión sobre Tesla para consolidar su posición en el sector energético más allá de los vehículos eléctricos.

La apuesta de Tesla por las baterías para redes eléctricas forma parte de una estrategia más amplia que incluye la producción de energía solar, almacenamiento y venta de electricidad. Desde 2012, con el lanzamiento de Powerpack y posteriormente Powerwall, Tesla ha ido ampliando su oferta energética, integrando soluciones residenciales e industriales.

Actualmente, Tesla desarrolla proyectos de generación y almacenamiento que sustituyen plantas de gas contaminantes y apoyan la transición energética. Además, está explorando la venta y comercialización de electricidad a través de redes virtuales de energía (Virtual Power Plants), donde agrupa baterías domésticas para ofrecer soporte a la red en momentos críticos.

El negocio energético de Tesla está creciendo a triple dígito, con récords de ingresos y despliegues de almacenamiento en 2024 y 2025. La división energética podría convertirse en el principal motor de crecimiento de la compañía, superando incluso a la venta de vehículos eléctricos, y transformando a Tesla en un actor clave en la cadena de valor de las energías renovables a nivel global.

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