Samsung respira tras la liberación de su número uno 

Un tribunal de Seúl deja en libertad a Lee Jae-yong, heredero del grupo tecnológico, investigado por su vinculación con la trama corrupta de la 'Rasputina'

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Samsung respira aliviada. La justicia surcoreana ha bloqueado la detención del heredero de la primera multinacional del país, Lee Jae-yong, investigado por su presunta vinculación a la trama de corrupción de la Rasputina, colaboradora cercana de la ex presidenta Park Geun-hye, ya dimitida.

Jae-yong, vice-presidente y número uno de facto de Samsung, se incorporó al trabajo nada más conocer la decisión judicial. Su posible detención había provocado numerosos rumores y gran inquietud en el país, ante el posible vacío de poder en una compañía que representa cerca de un 20% de la economía nacional.

El magnate, nieto del fundador de Samsung, seguirá bajo investigación por su presunta implicación en el caso, que ha provocado la destitución de la presidenta surcoreana. La justicia del país ha denegado la petición de arresto de Lee, contradiciendo el criterio de la fiscalía. El ministerio público considera que existen pruebas sobre grandes donaciones de Samsung a las organizaciones vinculadas a Choi Soon-il, conocida como la Rasputina y confidente de la presidenta Park, a cambio de favores.

Los fiscales atribuyen a Lee cargos de corrupción, malversación y perjurio por variar a lo largo de la investigación su declaración inicial ante el Parlamento. Además, consideran que el dinero transferido por Samsung se llevó a cambio de que el Gobierno de Park apoyase una polémica fusión entre dos subsidiarias del grupo tecnológico, en 2015.

Impacto sobre Samsung

Jae-Yong se trasladó directamente a la sede de Samsung después de pasar la noche en un centro de detención de Seúl, a la espera del veredicto final del tribunal del Distrito Central de Seúl.

El grupo Samsung emitió un comunicado en el que se mostró agradecido porque «el caso pueda esclarecerse sin necesidad de detención», y señaló que su gestión quedará en manos de la cúpula directiva hasta quede probada la inocencia de Lee. Una posible condena al magnate generaría otra tormenta de dimensiones desconocidas en el primer fabricante de móviles del mundo, después de las diversas crisis vividas en los últimos meses.

Siguen las pesquisas

La fiscalía, por su parte, lamentó la decisión del tribunal e indicó que seguirá «sin vacilar» sus pesquisas sobre el caso y dejó abierta la opción de emitir una nueva orden de arresto contra el directivo.

Lee y otros responsables de Samsung han admitido haber abonado unos 43.000 millones de wones (33,7 millones de euros) a entidades controladas supuestamente por la Rasputina, pero han negado que fuera para lograr el apoyo del Gobierno Park en el proceso de fusión de 2015.

Economía Digital

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