Los dueños de pisos turísticos borran un tercio de los anuncios en la Barceloneta tras la ola de inspecciones municipales; Xavier Trias promete que "a quien sorprendamos fuera de la ley se le caerá el pelo".
Sólo la web Airbnb, que la Generalitat estudia prohibir en Cataluña, ofrece medio millar de habitaciones y pisos en el barrio que ha estallado por el turismo low cost
Evan Henshaw-Plath considera que los costes fijos de los hoteles harán que el negocio se convierta en inviable y vislumbra el surgimiento de modelos de costes compartidos similares a los de AirB&B