El arte de Dalí conquista una antigua base de submarinos en Burdeos

Hormigón, acero y agua dan forma a Bassins de Lumières, una vieja base de submarinos nazi en la ciudad francesa de Burdeos reinventada como centro de arte digital que, además de una increíble historia, acoge en sus más de 20.000 m2 impactantes exposiciones inmersivas como Dalí, el enigma sin fin, que se podrá ver a partir de hoy, 3 de febrero.

A orillas del Garona, en el barrio de Bassins à Flots, lo más especial de este espacio, que sigue la tónica de Atelier des Lumières en París y Carrières des Lumières en Baux-de-Provence, es precisamente el agua.

Las diferentes cuencas creadas por el ejército alemán para alojar submarinos durante la Segunda Guerra Mundial, separadas por gruesas paredes de hormigón y conectadas entre sí por una galería interior, han sido recuperadas y rehabilitadas por Culturespaces para convertirse en una inusual sala de exposiciones donde el agua de los estanques subterráneos provoca un efecto espejo que crea un ambiente fuera de lo común.

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Arte surrealista bajo tierra

En este espacio subterráneo se podrá ver, hasta el próximo 7 de enero de 2024, El enigma sin fin, un montaje que ha pasado con gran éxito por las instalaciones inmersivas ubicadas en una cantera de Provenza en 2020 y una antigua fundición situada en el distrito 11 de París en 2021.

Durante todo 2023, Dalí y su arte surrealista colonizan estos espacios una vez empleados para alojar submarinos en un montaje diseñado por G. Iannuzzi, R. Gatto y M. Siccardi y producido por Culturespaces en colaboración con la Fundación Gala-Salvador Dalí.

A través de un recorrido temático por unas 60 piezas, la muestra invita a sumergirse por paisajes surrealistas y metafísicos y se sumerge en la extraordinaria producción de Salvador Dalí, cuyas obras se pueden ver en todo el mundo, desde el Teatro-Museo Dalí de Figueres al Museo Dalí de Florida, pasando por el Reina Sofía de Madrid o el MoMA de Nueva York, entre otros muchos.

La exposición inmersiva por las obras de Dalí se acompaña de música de Pink Floyd

Todo ello de forma inmersiva, ya que las obras de arte se proyectan en 360º llegando a todos los rincones de estos gigantescos depósitos, de 100 metros de largo, 22 de ancho y 12 de altura.

Animadas en las paredes y brillando en las aguas de los Bassins des Lumières, resaltan los detalles de las pinceladas, las líneas y el juego de texturas.

Pinturas, dibujos, fotografías, instalaciones, películas e imágenes de archivo nos acercan a la singular personalidad del pintor, pero también su fascinación por su musa y colaborador, Gala.

Dalí en 360º

Entre las grandes obras maestras que forman parte del montaje se encuentran, desde La persistencia de la memoria hasta el Retrato de Mae West que puede usarse como apartamento surrealista, pasando por Leda Atómica y La tentación de San Antonio.

Inspirados en los grandes maestros de la pintura como Velázquez, Rafael, Miguel Ángel, Vermeer o Millet, sus lienzos revelan sus diferentes facetas, desde sus vertientes impresionistas y cubistas hasta sus obras místicas, pasando por temas religiosos o su relación con el escenario, la fotografía y el cine.

La música de Pink Floyd pone ritmo a esta exposición digital para dar lugar a un paseo por la imaginación de Dalí en el que se mezclan visiones obsesivas y virtuosismo técnico.

La retrospectiva, asociada a la música del mítico grupo de los años 60, se transforma así en un viaje atemporal que despierta el inconsciente, donde la obra de Dalí sigue siendo un enigma sin fin.