Lolo & Sosaku: llega a L’Hospitalet el dúo que rompe los límites del arte
La instalación 'De la Tierra' de este dúo artístico, en el espacio La Veloç, difumina las fronteras entre disciplinas y propone una nueva forma de percibir el arte
La exposición De la tierra, en La Veloç de L’Hospitalet. Foto Aleix Plademunt
Si alguien entrara de sorpresa en el antiguo depósito de La Veloç en el barrio de Sant Josep, en L’Hospitalet, pensará que de repente ha cruzado un umbral y ha aterrizado en otra dimensión.
Hacía segundos estaba en la calle Riera dels Frarers 23, entre antiguas fábricas y grandes bloques de viviendas, y ahora está en un espacio de luz tenue, inmenso, con una leve capa de niebla artificial y con agua en el suelo. Y en el centro, una serie de gigantescos rombos metálicos que se pliegan y extienden de manera armoniosa, como una danza que solo ellos pueden comprender.
Recrear el espacio y el tiempo
Así es la muestra De la tierra, una instalación del dúo artístico Lolo & Sosaku que se presenta en el espacio de La Veloç hasta el 18 de junio de 2023.
Organizada por el Ayuntamiento de L’Hospitalet, a iniciativas de su Distrito Cultural, esta muestra “imagina y recrea un espacio-tiempo en potencia”.
La instalación ‘De la tierra’, en La Veloç, se ha prorrogado hasta el 18 de junio de 2023
El argentino Lolo y el japonés Sosaku se vieron por primera vez en 2004 en Barcelona y tras intercambiar sus primeras impresiones parecía como si se hubieran conocido toda la vida. “Nos une el arte, cuando trabajamos hay algo que se activa, como algo químico”, describe el primero a Tendenciashoy.
Redibujar los límites
Este dúo hace años que giran por circuitos artísticos, galerías y museos de todo el mundo, desde Japón a Los Ángeles, y desde Madrid a São Paulo, con obras y performances que escapan de moldes y cánones, o como prefiere decir Lolo, “redibujamos y los límites de las disciplinas y las unimos”.
Se puede decir que unen la escultura con la instalación, el arte cinético con la pintura, el sonido cacofónico con la música electrónica.
Pero hay que comprobar que saltan cualquier categoría con obras como los gigantescos espejos que giran en un campo de cultivo en Lleida, con el concierto Acuástico donde el público tenía que sumergirse bajo el agua para captar los sonidos, con los péndulos con cuerdas y engranajes que pintan cuadros abstractos, o con las composiciones musicales creadas por motores de coches en marcha.
En ‘De la tierra’ varios rombos metálicos ascienden y descienden suavemente en una danza que solo ellos parecen comprender
Entre sus proyectos más inmediatos se encuentra la instalación de pianos autónomos en foyer del Auditori de Barcelona, la exposición de cuadros en Taiwán y la participación en ferias de arte de la galería Alegría (Ronda de la Vía 7, L’Hospitalet)
Esclavo de las visiones
“Somos esclavos de nuestras visiones”, dice y una de esas ellas fue la de montar los rombos metálicos que danzan día y noche en este espacio de L’Hospitalet.
Tras tres años de gestiones, y con el apoyo de Distrito Cultural de este municipio catalán, lograron poner en marcha la instalación.
“Esa obra tenía que hacerse ahí, es un espacio muy especial, como un templo”. Dice Lolo.
A primera vista los seguidores de Lolo & Sosaku dirán que es una continuación de una realización similar que se hizo en Shanghái en 2017, pero el artista argentino puntualiza que a pesar de la similitud con el agua en la base y la forma romboidal de los objetos “el movimiento de las piezas y el ambiente es diferente”.
Los orígenes de La Veloç
La experiencia no pasa solo por ver estas estructuras subiendo y bajando ceremoniosamente, sino dejarse empapar por la estética del lugar.
El actual espacio de arte es una nave industrial construida hace 55 años como almacén de cereales, tapiocas y harinas y en los 80 se convirtió en depósito de serrín y artículos de limpieza. Así lo confirma el cartel de la entrada, que dice “La Veloç. Serradures, sepiolotes industrials i domèstiques”.
Desde 2017 La Veloç está en manos del Ayuntamiento de L’Hospitalet para crear instalaciones artísticas
Desde 2017 se encuentra en manos del Ayuntamiento del Hospitalet para crear instalaciones artísticas, que aprovecha los generosos espacios de su planta baja y dos pisos.
En su claustro central la luz penetra por grandes ventanales metálicos, donde persisten los pilares de hormigón armado con encofrado, el revestimiento de ladrillo y la cubierta de fibrocemento, con una azotea en el último piso.
Una mirada atenta permite ver piezas del polipasto, la máquina que centralizaba la distribución de espacios para el almacenaje, así como partes de la tolva usada para envasar el serrín, derivado de la madera que décadas después sigue presente en rincones y ángulos muertos del lugar.
