Así será el mayor rascacielos ‘verde’ de Nueva York
El estudio Foster + Partners diseña la nueva sede de JPMorgan en Nueva York, una torre de 423 metros y cero emisiones que se alimentará totalmente de energías renovables

El nuevo edificio de Foster + Partners será el mayor rascacielos verde de Manhattan. Imagen: Foster + Partners.
Nueva York nunca duerme y su skyline tampoco. Foster + Partners firma un nuevo ‘rascacielos verde’ en Manhattan que será la “torre totalmente eléctrica más grande de la ciudad”. Y es que el edificio, diseñado para convertirse en la sede de JPMorgan Chase, alimentará sus 423 metros y 60 pisos con energía renovable y cero emisiones operativas netas.
En el número 270 de Park Avenue, en el espacio que ocupaba el edificio de Union Carbide de SOM, demolido entre 2019 y 2022, el rascacielos ofrecerá además una gran cantidad de espacio al aire libre a nivel del suelo gracias a una plaza pública y adaptará su construcción para ofrecer los más elevados estándares de sostenibilidad pero también de bienestar para sus usuarios.
Nuevo hito para Manhattan
El rascacielos, que se elevará 423 metros (algo menos que el recientemente inaugurado One Vanderbilt, de 427 metros, pero por encima de del Empire State Building, de 381) tendrá un total de 60 plantas dedicadas a alojar las oficinas centrales de JPMorgan Chase, un total de 232.257 metros cuadrados.
En cuanto al diseño, se convertirá en “un nuevo hito» según el propio Norman Foster, fundador y presidente ejecutivo de Foster + Partners, una “solución elegante en la que la arquitectura es la estructura y la estructura es la arquitectura, que adopta una nueva visión que servirá a JPMorgan Chase ahora y en el futuro”.
El edificio ofrecerá un 30% más de luz natural que otros rascacielos de su tipo
El concepto parte de formas rectilíneas con varios cuerpos escalonados que aumentan en altura hasta llegar al punto central y vuelven a decrecer. La parte superior de cada sección parece acoger espacios ajardinados con árboles y vegetación, según puede verse en los diseños.
Envuelto en cristal, destacan los bordes, realizados en metal y que en los diseños se aprecian dorados, así como cerchas en forma de diamante en los laterales.
También original es la parte inferior, que se estrecha y deja ver una estructura de columnas en forma de abanico que reduce el área en el que el rascacielos toca el suelo, dejando espacio para una plaza pública en Madison Avenue.
La oficina del futuro
Sus espacios serán “flexibles y colaborativos” de modo que puedan adaptarse al futuro del trabajo, especifican los arquitectos, que apuntan también que el edificio, que acogerá a unos 14.000 empleados, tendrá un 25% más de volumen de espacio por persona que el antiguo de Union Carbide.
El primero de los proyectos del plan de rezonificación de Midtown East de la ciudad de Nueva York, tendrá la sostenibilidad como guía, con espacios de trabajo inundados de luz natural y aire fresco, incorporando elementos y materiales biofílicos para mejorar el bienestar.
Se alimentará al 100% con energía renovable procedente de una planta hidroeléctrica del estado de Nueva york con el compromiso de tener cero emisiones operativas netas y empleará tecnología y sistemas de construcción de última generación para garantizar que funcione de la manera más eficiente posible.
Así, se valdrá de sensores, inteligencia artificial y sistemas de aprendizaje automático para predecir y responder a las necesidades energéticas, contará con sistemas de almacenamiento y reutilización de agua para reducir su consumo en más de un 40%, y contará con un acristalamiento de triple hoja en fachada y cortinas solares automáticas conectadas a sistemas de climatización para una mayor eficiencia.
El proyecto, que asegura haber reutilizado o reciclado el 97% de los materiales del antiguo edificio demolido, también contará con terrazas al aire libre y espacios verdes con plantas.
Diseño saludable e hiperconectado
De cara a garantizar el espacio de trabajo más saludable posible, el diseño prevé duplicar la cantidad de aire fresco en el interior a la vez que controla continuamente su calidad.
Las plantas sin columnas permitirán ofrecer un 50% más de espacios comunes pero también redistribuir fácilmente cada piso o, incluso, conectar varios de ellos.
El edificio incluirá un centro de salud y bienestar de última generación con salas de yoga y ciclismo, fisioterapia y servicios médicos, así como espacios de meditación, y un comedor que priorizará los menús saludables.
En la parte superior, la torre contará con un centro de conferencias con vistas despejadas a la ciudad.
Además, estará preparado para albergar más de 50.000 dispositivos conectados, lo que lo convertirá en “el edificio de gran altura más conectado y basado en datos de la ciudad”.
Además de ofrecer un 30% más de luz natural frente a otros edificios similares, incluirá sistemas para minimizar los efectos de la luz eléctrica y crear un ambiente más saludable.