El museo de arte urbano más grande del mundo estará en un río de Barcelona
El Besòs tuvo la triste fama de ser uno de los ríos más contaminados de Europa. Pero además de la recuperación de su ecosistema sus paredes albergarán la galería de murales más grande que se conozca
Durante décadas el río Besòs fue la cloaca del área metropolitana de Barcelona. A lo largo de sus 17,7 km de recorrido, desde Montmeló hasta el Mediterráneo, las industrias arrojaban toda clase de residuos que convirtieron su curso en el más contaminado de Europa entre 1970 y 1980.
En los ‘90 se inició un proceso de depuración que en las décadas siguientes se extendió con la renovación urbanística de su cauce, para convertirlo en uno de los paseos fluviales más buscados por los residentes del norte de Barcelona y los municipios vecinos.
Uno de ellos, Santa Coloma de Gramenet, propuso que las paredes de los terraplenes se conviertan en lienzos de murales, y que el Besòs se transforme en el museo de arte urbano más grande del mundo.
El objetivo es que los 18 km del tramo urbanizado del Besòs sean un lugar donde periódicamente los artistas urbanos den rienda suelta a su creación
Así será el museo de arte urbano en el Besòs
La iniciativa BesArt, que se realiza entre ese ayuntamiento con la Asociación Mediterranean Street Arte y el Reial Cercle Artístic de Barcelona, propone que los muros que delimitan el caudal desde el puente de Santa Coloma al de Can Peixauet sean usados por artistas urbanos locales y de otras ciudades o países.
La idea es que la margen izquierda sea pintada por “artistas de renombre mundial”, mientras que la derecha esté dedicada a creadores locales, de escuelas o de familias, en un espacio llamado ‘El refugio’.
Entre una margen y otra serán ocho kilómetros a disposición del arte urbano. Pero la idea no es limitarse a las fronteras de Santa Coloma, sino expandir la iniciativa a todo el trazado urbanizado del río, que totalizarían 18 kilómetros.
Arte sin barreras
“Sería un museo sin barreras ni tickets de entrada, pero con un comisariado que garantizará la calidad de la obra presente en el BesArt”, dijeron los impulsores.
Se trata de ofrecer, según la alcaldesa Núria Parlon, “un equilibrio entre naturaleza, cultura y valores urbanos que se vivirá cada día, en directo, con las diversas creaciones artísticas”.
Actualmente se puede ver unos murales -uno de 430 metros de largo- realizado por la artista Swen Schmitz Coll, donde se han pintado las aves, pequeños mamíferos, insectos y reptiles que han vuelto a ocupar al río como su nuevo hábitat, tras la paulatina recuperación de su ecosistema.
Si prospera esta idea, esos martín pescador, gorriones, culebras y garzas pintadas en los muros dejarán de estar solitarias.