Cuatro experiencias para desconectar entre pueblos, calas y volcanes en Girona

De antiguas masías rehabilitadas a tipis y casas en los árboles, estos nuevos alojamientos en la Costa Brava y el Pirineo de Girona garantizan el descanso (y la felicidad)

Rincones para desconectar entre pueblos marineros, volcanes y montañas en Girona. Foto: Pixabay.

En las comarcas de Girona, hasta una tercera parte del territorio está protegida por su interés natural. Macizos montañosos; lagos, ríos y humedales; playas, calas y acantilados de vértigo; antiguos volcanes cubiertos de bosque; jardines botánicos; y caminos de ronda se suceden entre pueblos de pescadores y núcleos rurales de alta montaña salpicados de restos arqueológicos y fortificaciones medievales, monasterios, iglesias o el legado surrealista de Salvador Dalí.

Un detalle a tener en cuenta la Costa Brava y el Pirineo de Girona es la variedad de alojamientos particulares que hay en su territorio, que logran que cada experiencia sea diferente.

Estos cuatro nuevos hoteles, de Sant Feliu de Boada a Palafrugell pasando por La Garrotxa y Begur, son perfectos para empezar a planear un viaje este 2023.

Encuentra con Booking.com tu hotel en la Costa Brava el mejor precio aquí

Can Mascort Eco Hotel, Palafrugell

En el Baix Empordà, Palafrugell nos recibe en el corazón de la costa gerundense.

Palafrugell. Foto: Susan Flynn | Unsplash.

Entre las montañas y el mar y con el añadido del archipiélago de Islas Formigues, muy recomendado para la práctica del submarinismo, además de calas y playas, la zona ofrece tres interesantes rutas en clave cultural: la de Josep Pla, ilustre escritor natural de la villa, en la que se recorren los distintos lugares del municipio vinculados a su vida y obra; la del corcho, industria que ha condicionado la evolución de la villa y su actual fisonomía; y la de las torres de vigía, que datan de los siglos XIV al XVIII y que se encuentran dispersas por el municipio.

Tampoco hay que perderse la iglesia parroquial de Sant Martí ni la antigua casa Rosés, que conserva las fachadas de los siglos XVII y XVIII y que actualmente es sede del Archivo Municipal, del Patronato Municipal de Turismo y de la Fundación Ernest Morató.

También en esta localidad, en un espacio íntimo, con anchos muros, techos altos y antiguas vigas, acaba de abrir sus puertas el hotel ecologico Can Mascort.

Can Mascort Eco hotel, Palafrugell. Foto: Lluís Català.

Ubicado en un edificio rehabilitado patrimonio histórico de Palafrugell, cuenta con 15 habitaciones, cada una con identidad propia, un caldarium con aguas libres de cloro e ideal para un baño reconfortante y beneficioso para el sistema inmunológico, una terraza solárium y una botica eco con productos naturales y de proximidad.

Se trata, además, de un establecimiento ecológico, saludable y sostenible, así como bike-friendly, que ofrece propuestas de actividades en el exterior y espacios para la organización de talleres y seminarios.

Can Barrull, Sant Feliu de Boada

Entre Pals y Peratallada, dos de las villas medievales con más encanto de la Costa Brava, encontramos Sant Feliu de Boada.

Sant Feliu de Boada, Baix Empordà. Foto: Dani Salvà | Archivo Imágenes PTCBG.

De poco más e 100 habitantes y perteneciente al municipio de Palau Sator, en el Baix Empordà, acaba de estrenar el hotel rural Can Barrull.

Ubicado en una preciosa masía, cuenta con cuatro habitaciones y dos apartamentos, así como una coqueta biblioteca con chimenea rústica y destaca por sus impresionantes vistas a las montañas de Begur y el mar Mediterráneo.

Durante tu estancia podrás disfrutar de rutas de cicloturismo, visitar un taller de cerámica y comprar confituras y aceite ecológico de elaboración propia.

Foto: Can Barrull.

Talaia EcoResort, Begur

Situado en el corazón del Empordà, el pueblo de Begur es uno de los tesoros de la Costa Brava. Al abrigo de su castillo medieval, elevado sobre una colina, coraleros, pescadores, indianos y trabajadores del corcho han escrito brillantes páginas de una historia que aún se puede rastrear en cada calle y en cada rincón del pueblo.

Además del castillo, hay que buscar las numerosas casas indianas de los begurenses que hicieron las Américas y regresaron con importantes fortunas, las torres de defensa del siglo XVI que hablan de un tiempo en que los piratas navegaban por el Mediterráneo, la iglesia de estilo gótico dedicado a San Pedro y otros edificios históricos como el Casino Cultural o las Escuelas Viejas.

Begur. Foto: Pixabay.

Un buen punto de partida para descubrirlos es el Talaia EcoResort. Se trata de un complejo de 101 alojamientos de diferentes tipologías rodeado de un bosque de pinos y cerca de la preciosa cala Sa Riera.

Mención destacada merecen sus opciones de glamping, con un tipi y diferentes canvas para una experiencia responsable, sostenible y en contacto directo con la naturaleza pero sin renunciar a las comodidades premium.

Además, su restaurante con terraza y vistas a las islas Medes y platos mediterráneos con productos de KM0, y su centro wellness con camas balinesas, sauna finlandesa y jacuzzi completan una oferta de servicios pensada para unas vacaciones de ensueño.

Foto: Talaia Plaza Ecoresort, Begur.

Cabanyes entre Valls, La Garrotxa

Si tuviéramos que describir La Garrotxa en dos palabras, seguramente serían naturaleza y volcanes.

Al norte de Girona, 40 conos volcánicos y más de 20 coladas de lava nos dan la bienvenida este paisaje, el mejor ejemplo de vulcanismo en la península, y que encontramos a apenas dos horas en coche desde Barcelona.

Como base de operaciones escogemos uno de los alojamientos más singulares de la provincia y que nos permite dormir, literalmente, entre las copas de los árboles: Cabanyes entre Valls.

Cabanyes entre Valls. Foto: Alejandro López.

Si bien no es estrictamente nuevo, este alojamiento rural acaba de inaugurar dos cabañas más. Situadas en los árboles, totalmente equipadas y con un diseño rústico y total intimidad, combinan la tranquilidad del bosque y crean una sensación instantánea de relajación.

En Cabanyes entre Valls también apuestan por la gastronomía, con productos de KM0 y artesanales elaborados por ellos mismos, con un menú que varía según la estación del año.

Además, en los alrededores del alojamiento es posible realizar rutas de senderismo, paseos a caballo o vuelos en globo.

a.
Ahora en portada