Más allá de las Islas Canarias y Baleares… Otras islas de España que debes conocer
Ya sabemos que las islas Canarias y las Baleares son todo un paraíso, ¡pero en España tenemos muchas más islas que merece la pena visitar!

La isla de Tabarca en Alicante. Foto: Comunitat Valenciana
Cuando pensamos en islas españolas, lo primero que viene a la mente suelen ser las icónicas Islas Canarias o las populares Baleares. Sin embargo, el litoral español esconde otros fascinantes archipiélagos e islotes que, aunque menos conocidos, son auténticos paraísos que ofrecen tranquilidad, naturaleza en estado puro y una experiencia única para los amantes de la belleza y la serenidad. A continuación, te presentamos algunos de estos tesoros insulares que debes considerar para tus próximas vacaciones.
1. Archipiélago Chinijo, Lanzarote: Un paraíso volcánico en estado puro
Situado al norte de Lanzarote, el Archipiélago Chinijo es un espacio natural protegido que se compone de cinco islas, cada una con su propio encanto. La más famosa de ellas es La Graciosa, una isla que, a pesar de contar con una pequeña población residente, mantiene un aire virgen y auténtico. Sin carreteras asfaltadas, los visitantes pueden recorrer sus caminos de arena a pie o en bicicleta, lo que añade una sensación de aventura en cada rincón. Las playas de La Graciosa, como Playa de Las Conchas, son conocidas por sus aguas cristalinas y arenas doradas, ideales para desconectar y disfrutar del entorno.
Junto a La Graciosa, el archipiélago incluye otras islas como Alegranza, un islote volcánico donde se puede observar una serie de conos volcánicos que son testimonio de la actividad geológica de la región. Aunque Alegranza está deshabitada, su paisaje agreste invita a la contemplación y es un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza. También forman parte del archipiélago los islotes Roques del Este y Roques del Oeste, pequeños pero igualmente impresionantes en su biodiversidad y paisajes. Finalmente, está la isla privada de Montaña Clara, un refugio natural para especies de aves protegidas que, si bien no es accesible para los turistas, añade una belleza salvaje al conjunto.
Visitar este archipiélago es como hacer un viaje a otra época, donde el tiempo se detiene y solo existe la naturaleza en su estado más puro. Y si después de explorar las islas buscas un lugar para descansar, Lanzarote, con su oferta de hoteles y alojamientos rurales, es el complemento perfecto para esta experiencia única.
2. Islas Cíes, Galicia: Un edén atlántico
Si buscas playas paradisíacas en el norte de España, las Islas Cíes, situadas en la entrada de la ría de Vigo, son la opción perfecta. Este archipiélago, que forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, está compuesto por tres islas principales: Monteagudo, Faro y San Martiño. Su belleza natural, con playas de arena blanca y fina, aguas cristalinas y frondosos bosques de pinos, ha llevado a las Cíes a ser consideradas uno de los rincones más espectaculares del país.
Entre sus playas, destaca la Playa de Rodas, catalogada en varias ocasiones como una de las mejores del mundo. Aquí, el paisaje combina la inmensidad del océano con un entorno verde y fresco, típico del clima atlántico. Las islas, a pesar de su popularidad, limitan el número de visitantes diarios para proteger su ecosistema, lo que garantiza que siempre se pueda disfrutar de la tranquilidad y la paz que ofrecen.
Además de relajarse en sus playas, las Cíes son un lugar ideal para practicar senderismo. Existen varias rutas que llevan a los puntos más altos de las islas, desde donde se puede disfrutar de vistas panorámicas del Atlántico y de las rías gallegas. Aunque solo la isla de San Martiño es privada y no accesible para el público, el resto del archipiélago es un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Y si lo prefieres, después de un día explorando las islas, puedes regresar a Vigo y disfrutar de la rica oferta gastronómica y cultural de Galicia.
3. Isla de Tabarca, Alicante: Un rincón mediterráneo con historia
Frente a la costa de Alicante, encontramos la encantadora Isla de Tabarca, un tesoro mediterráneo que combina historia, naturaleza y una atmósfera relajada. Tabarca es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana y, a pesar de su pequeño tamaño, tiene mucho que ofrecer a sus visitantes.
Rodeada por un Área Marina Protegida, sus aguas son cristalinas y perfectas para el buceo y el snorkel. La biodiversidad marina que se encuentra en los alrededores de la isla es impresionante, con una gran variedad de especies de peces y plantas acuáticas que hacen que cada inmersión sea una experiencia fascinante. Las playas de Tabarca, como Cala del Francés, ofrecen un lugar tranquilo donde relajarse y disfrutar del sol del Mediterráneo.
Pero Tabarca no es solo naturaleza. Su pequeña población conserva un casco antiguo de gran valor histórico, con murallas que datan del siglo XVIII y que fueron construidas para proteger a la isla de los piratas. Pasear por sus calles estrechas y empedradas es como viajar en el tiempo, y la tranquilidad que se respira en cada rincón la convierte en un destino ideal para quienes buscan escapar del bullicio turístico. Para llegar a Tabarca, basta con tomar un barco desde Alicante o Santa Pola, lo que añade un toque de aventura a la visita.
Estos tesoros insulares, lejos de la masificación turística de Canarias y Baleares, ofrecen experiencias únicas y variadas. Ya sea la atmósfera volcánica del Archipiélago Chinijo, la serenidad atlántica de las Islas Cíes o el encanto histórico de Tabarca, cada una de estas islas promete unas vacaciones inolvidables en medio de la naturaleza.