Los diez litorales más ‘machacados’ en España

Greenpeace repasa las costas más castigadas por la 'fiebre del ladrillo'

La fiebre del ladrillo construyó en la costa española durante los últimos 20 años el equivalente a ocho campos de fútbol al día. Así lo asegura el informe Destrucción a toda costa 2013 de Greenpeace. La ONG indica que el 23% del litoral –los primeros 500 metros desde la costa– está urbanizado. Y, avisan, de que la nueva Ley de Costas sólo va a empeorar el panorama.

El desgaste natural del litoral empeora en algunos tramos de la geografía española. La zona que sale peor parada, es sin duda la vertiente mediterránea, donde se han levantado pisos en un 43% de costa para explotar el sol y playa. Ahora bien, eso no quita que España esté llena de puntos negros. Estos son los diez principales.

Calp (Alicante)

El 70% de su primera franja de costa está ocupada. Y aún crece. Cada año, se levantan nuevos bloques de viviendas a un ritmo del 0,5%. La destrucción de su paisaje natural se ha logrado en muy pocos años a partir de grandes edificios.

Calvià (Mallorca)

Se trata de una localidad pensada por y para el turismo con principios que poco tienen que ver con la sostenibilidad, a juzgar por los datos que aporta Greenpeace. La segunda ciudad de Mallorca es el municipio con más importancia turística de España. De su población, casi la mitad son extranjeros. Este crecimiento ha llevado que el 63% de los primeros 500 metros desde el mar estén ocupados.

Chiclana de la Frontera (Cádiz)

La población de esta localidad pasa de 80.000 personas durante la temporada baja a 300.000 al llegar el buen tiempo, según datos de la ONG. ¿El motivo? Se trata de un municipio donde abundan las segundas residencias, muchas de ellas ilegales. Se calcula que existen 40.000 inmuebles que incumplen varios requisitos. Entre 2003 y 2006, se enfrentó a 15 denuncias por ilegalidades en la construcción de pisos y la Justicia acabó por derogar su plan urbanístico. Pese a todo, el suelo construido crece a un ritmo del 2% anual.

Cubelles (Barcelona)

El crecimiento de Cubelles tampoco es moco de pavo. Greenpeace calcula que su suelo urbanizado en el litoral crece a un ritmo del 1,6% anual. Pronto no quedará ni un solo metro libre. La tasa de ocupación es del 75%.

Oliva (Valencia)

“Es el municipio que más ha aumentado su superficie artificial desde 1987 y ha multiplicado casi por siete el número de ocupaciones en la primera línea”, señala el informe de la ONG. En la actualidad, el 50% de su costa está construido.

Oropesa (Castellón)

El nombre de Oropesa va intrínsicamente ligado al de Marina d’Or. Greenpeace lo define como “uno de los mejores ejemplos de la burbuja inmobiliaria”. Crece a un ritmo del 2%. De seguir así, en el 2020 tendría el 92% de la costa urbanizada.

Sant Josep de Sa Talaia (Ibiza)

Sant Josep de Sa Talaia vive otro tipo de situación. El informe denuncia que la aparición de urbanizaciones y de hoteles ha logrado que la playa se haya privatizado de manera no formal.

San Bartalomé de Tirajana (Gran Canaria)

Uno de los referentes del turismo español por la extensa zona urbanizada de su costa. Maspalomas se encuentra el primer destino mundial en cuanto a oferta de apartamentos y bungalows.

Vera (Almería)

El sector de la construcción construye inmuebles a un ritmo del 2,7% anual en esta zona. De seguir así, en 2020 se habría ocupado una vez y media la zona costera del municipio.

Zierbena (Bizkaia)

Actualmente, el 61% de su franja de los primeros 500 metros está urbanizada, y durante los años de locura urbanística su superficie artificial aumentó un 1,17% por año. La planta de Petronor, aministiada por el anterior Gobierno del PSOE, ha acabado con las marismas marinas.

a.
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