Orange wines: la tendencia que seduce a los amantes de los vinos únicos

Los vinos naranja, conocidos en el resto del mundo como 'orange wines', son elaboraciones singulares que se conciben con uvas blancas tratadas como si fueran tintas

Aunque parezcan una novedad, los vinos naranja ya existían hace 6.000 años. Foto: Celler Frisach.

Aunque parezcan una novedad, los orange wines (literalmente, vinos naranja) surgieron hace más de 6.000 años en países del Cáucaso como Georgia y Armenia. Una época en la que no se utilizaban las barricas de madera y el vino se criaba en tinajas de arcilla o terracota, conocidas como kvevri.

En ellas, las uvas blancas fermentaban con sus pieles, pepitas y raspones sin ningún tipo de control de temperatura, humedad, etc. Nada que ver con los cuidados con los que se elaboran en la actualidad los vinos naranja.

En España, algunas intrépidas bodegas comenzaron hace unos pocos años a elaborar orange wines, y hoy, es una clara corriente enológica en nuestro país.

¿Pero qué es un vino naranja?

Los vinos naranja obtienen su apelativo de su distintivo color anaranjado, que puede acercarse al oro miel o al ámbar. Lo que da color a estos vinos es su forma de elaboración, pues aunque son vinos blancos, su método de producción no sigue la vinificación típica de un vino blanco, donde la uva se prensa y fermenta con muy poco tiempo en contacto con los hollejos.

En tinajas de barro se elaboran algunos orange wines. Foto: Bodega Pepe Mendoza Casa Agrícola.

Son vinos que, a diferencia de los elaborados bajo patrón tradicional, maceran y fermentan con los hollejos y raspones, lo que les da un color ámbar o naranja, mucho más oscuro que un vino blanco tradicional.

A su vez, la maceración con los hollejos permite que se liberen precursores aromáticos, el mosto tiene una mayor concentración de taninos y la acidez es más moderada (el potasio de los raspones hace que precipite el ácido tartárico).

De color anaranjado, los orange wine pueden ser turbios a la vista si no han pasado por ningún proceso de filtración o clarificación

En algunos casos los hollejos se mantienen incluso durante la crianza en ánforas de cerámica o terracota. Habitualmente son vinos que fermentan espontáneamente con sus propias levaduras.

¿Cómo son estos vinos?

Lo usual es que posean un color anaranjado, y en algunos casos, sean turbios a la vista si no han pasado por ningún proceso de filtración ni clarificación.

El color anaranjado es la principal característica de los orange wines. Foto: Celler Frisach.

Aromáticamente son intensos en perfumes, siendo los más comunes: fruta madura, resina de pino, hierbas del campo, flores blancas, especias dulces y frutos secos. En boca son sabrosos, salinos, terrosos, austeros y densos y resultan idóneos para ser compartidos con potajes y guisos de mar y montaña.

Cada vez hay más bodegas que cuentan con un vino naranja en su repertorio. Los vinos que proponemos son buena prueba de los óptimos orange wines que se elaboran hoy en día en España.

Ninja de las Uvas 2020

Tiene mucho mérito la joven enóloga Julia Casado, elaborando muy buenos vinos con la mínima intervención, al noroeste de la región de Murcia, concretamente en la localidad de Cehegin.

Y los concibe en una minúscula bodega modular, construida con materiales prefabricados, en el bello paraje del valle de la Venta del Vino, en Bullas. Su bodega responde al nombre de Bodega La del Terreno. Allí elabora uno de sus vinos más originales y valorados: Ninja de las Uvas 2020 (14,90€).

Lo produce con uvas macabeo al cien por cien provenientes de cepas de 20 años de edad plantadas en un terreno de suelo arenoso y calcáreo, cubierto de grava y situado a 770 metros de altitud.

El resultado es un vino natural de fermentación libre, sin sulfitos añadidos, que envejece durante 8 meses en barrica de roble francés usado, y se embotella sin aclarar ni filtrar.

De ligera tonalidad ámbar-turbio, desprende sutiles aromas afrutados y florales característicos de la uva macabeo. Su sabor es fresco e intenso, con un destacado equilibrio entre la acidez y el alcohol. Combina muy bien con pescados azules, sopas de pescado y también con sushi.

Rascaña 2020

En Alpuente, localidad valenciana de la comarca de Los Serranos, la Bodega Baldovar 923 elabora el orange wine Rascaña 2020 (18,00€) con uvas merseguera y macabeo.

Los racimos son cosechados de cepas de entre 20 a 60 años, plantadas a una altura de entre 900 y 1200 metros, en suelos calcáreos muy pedregosos, con arenas frescas. En las viñas no se utilizan pesticidas, ni abonos de síntesis química, ni se tratan las cepas con azufre en polvo.

En cuanto al vino, no se usan químicos, ni se añaden levaduras, clarificantes, enzimas o nutrientes, tan sólo una mínima cantidad de sulfuroso.

Rascaña 2020 tiene una crianza de 10 meses en depósitos de acero inoxidable, barricas usadas de 500 litros y tinajas Padilla de 250 litros.

El resultado es un vino de color amarillo intenso con mucho volumen en boca y una justa tanicidad. De nariz compleja y evolutiva, con recuerdos a melocotones, albaricoques y fruta de la pasión, junto a confitura de membrillo y ciertos recuerdos a sotobosque. En boca aparecen sabores salinos y a dulce de membrillo, tostados, y recuerdos a fruta con hueso, chocolate blanco y piel de limón. Final largo y persistente. Va muy bien con carnes blancas y guisos tradicionales de cuchara.

Muchada–Léclapart Vibrations 2017

La bodega Muchada–Léclapart, ubicada en Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, es un proyecto fruto de la amistad de David Léclapart, vigeneron en Champagne, y Alejandro Muchada, joven arquitecto y viticultor. Una unión que comenzó en 2016 con la compra de tres hectáreas de viñedo y la construcción de una bodega en Sanlúcar.

Con uvas de la variedad palomino, provenientes de cepas con una antigüedad de 50 años, ubicadas en Pago Miraflores, en la zona de Miraflores Alta, elaboran su Muchada–Léclapart Vibrations 2017 (39,95€). Y lo hacen en la parte más valorada de un pago que tiene una orientación perfecta al poniente y al océano.

Es un destacado orange wine con cinco días de maceración, despalillado a mano, y un año de vinificación en barrica bordelesa usada. Tan sólo se adiciona un 10% de sulfuroso, no usan levaduras seleccionadas, ni correctores de acidez, y se embotella sin filtrar.

De un tenue color naranja ligeramente turbio, es un vino elegante y complejo, seco, con notas de frutas tropicales, especiado, mineral, y con cierta sanilidad. Largo en boca, es una creación magnifica para ser compartida con una lubina a la sal o frituras de pescado.

Pureza Ánfora 2020

Nos trasladamos a tierras alicantinas, específicamente al pueblo de Lliber, en el interior de la comarca de la Marina Alta, para conocer la propuesta de vino naranja artesano que elabora la bodega Pepe Mendoza Casa Agrícola.

Se trata de Pureza Ánfora 2020 (18,50€). Tal y como dice su nombre, es un vino de ánfora, 100% moscatel de Alejandría, adscrito a la D.O Alicante.

Rememora a los antiguos blancos brisados que antaño se elaboraban en la zona. Las cepas de moscatel se ubican en Abargues, en el Pla de Lliber. Son cepas de secano plantadas en 1943 en suelos arcillo-ferrosos con piedras calcáreas.

La vinificación es completamente artesanal. El mosto y sus pieles fermentan con sus propias levaduras autóctonas, sin corrección de acidez, sin decantar y sin enzimas. Su crianza se efectúa en pequeñas ánforas de entre 220 y 330 litros durante 6 meses. Es un vino de color anaranjado que desprende aromas a rosas frescas recién cortadas, jazmín y flor de azahar.

En boca es amplio, de ajustada acidez, con notas salinas que nos transportan al cercano mar Mediterráneo. Un vino de gran origen, fuerza y pureza que combina eficazmente con atún rojo, paella de marisco y quesos de pasta blanda.

Les Alifares de Frisach 2020

El Celler Frisach situado en Corbera d’Ebre, provincia de Tarragona, elabora un orange wine muy especial con uva garnacha gris al 100% en su Finca La Serra. Hablamos de Les Alifares de Frisach 2020 (23,30€), producción de agricultura ecológica cuyas uvas proceden de viñedos plantados hace 60 años.

Los frutos se recolectan a mano y se pisan con los pies como se hacía antaño. Posteriormente fermenta y macera con las pieles y el raspón durante un mes, con una posterior crianza en depósitos de cemento.

Es un vino con D.O. Terra Alta, que representa los paisajes de una región ancestral en la elaboración tradicional de vinos brisados. De bello color anaranjado, en nariz despliega sutilmente tomillo, romero, flor de cerezo, barro y caliza.

Un vino definible como deleitoso, profundo, voluminoso y salino. Estupendo con un tartar de atún, un cuscús, o con una ensalada de ahumados con tomates secos.

a.
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