Un paseo por los hayedos más bonitos de España

No solo dibujan bellísimos paisajes, especialmente en otoño, sino que además estos hayedos suponen una riqueza natural tan valiosa que han sido designados Patrimonio Mundial por la UNESCO

Los hayedos más bonitos de España. Foto: Aleix Solé | Pixabay.

De colores vivos y frescos en primavera y verano, austeros en invierno, sin duda es el otoño la estación que mejor sienta a los hayedos. Colores pizarra y marrones, mágicos amarillos y ocres, encendidos rojizos y anaranjados y delicados cobres y dorados envuelven los bosques de hayas en un manto de ensueño y misterio que los hace irresistibles.

Pero no son solo bellísimos. Algunos de los hayedos más hermosos de España son además ecosistemas tan valiosos que han sido designados Patrimonio Mundial de la UNESCO por su especial valor paisajístico y natural.

Los de Ayllón-Tejera Negra en Guadalajara, Montejo en Madrid, Lizardoia y Aztaparreta en Navarra, y Cuesta Fría y Canal de Asotín en León son los hayedos incluidos en el selecto club de bosques europeos englobados en la figura de ‘Hayedos primigenios de los Cárpatos y otras regiones de Europa’, un sitio designado inicialmente en 2007 y ampliado en 2017 y 2019 del que forman parte actualmente 94 bosques de 18 países europeos.

Hayedo de Tejera Negra, en Guadalajara. Foto: Pepe Zamora | EFE.

Son también algunos de los lugares que mejor han sabido mantenerse al margen de la mano del hombre por lo que, en muchos casos, no se permite la visita libre y es necesario reservar la entrada con antelación. Te contamos dónde están y cómo visitar los hayedos más bonitos de España.

Hayedo de Tejera Negra, Guadalajara

En el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, en el término municipal de Cantalojas y al noroeste de la provincia, se ubica el Hayedo de Tejera Negra.

Su mera presencia en el centro peninsular ya es excepcional, puesto que estos bosques son más propios de otras latitudes ubicadas mucho más al norte. En un valle umbrío y húmedo, el último hayedo del sur de Europa se extiende en torno a dos valles fluviales en torno a los ríos Lillas y Zarzas flanqueados por altas y afiladas crestas rocosas.

Aunque pueden verse robledales y pinares silvestres y crecen también tejos, acebos y abedules, sin duda el bosque de hayas es su mayor atractivo, que le infunde un ambiente de cuento por sus colores, sus troncos y rocas cubiertos de musgo y sus profundos silencios.

Hayedo de Tejera Negra, en Cantalojas. Foto: Pepe Zamora | EFE.

Aunque fue talado al menos en dos ocasiones de la historia (1860 y 1960), el bosque conserva ejemplares de hayas de más de 300 años.

Para visitarlo (es necesario reservar plaza en el aparcamiento) existen dos rutas circulares: la Senda de Carretas y la Senda del Robledal, así como una ruta específica para bicicletas, también circular, que llega al río Zarzas.

Hayedo de Montejo, Madrid

Cada 1 y cada 15 de mes se abre en la web de la Sierra del Rincón el sistema de reservas para acceder a las contadísimas autorizaciones para visitar el Hayedo de Montejo. A los pocos minutos, las entradas están agotadas. Si ya es difícil hacerse con una de las plazas, en otoño lo es aún más.

Sin embargo, basta poner un pie en este bosque para que cualquier espera quede más que justificada.

Hayedo de Montejo. Foto: Hugo Fernández | Comunidad de Madrid.

Declarado sitio Natural de Interés Nacional y primer Patrimonio de la Humanidad de la Comunidad de Madrid, cuenta con 222 hectáreas con una altitud máxima de 1.600 metros en las que se despliega un paisaje espectacular donde, además del hayedo encontramos robles centenarios y pinares, además de brezos, abedules, serbales y rebollos, entre otros, así como la hermosa ribera que dibuja el río Jarama a su paso por aquí.

Hay diferentes recorridos que se pueden hacer –siempre con entrada-, entre ellos los de la Senda del Río, la Senda de la Ladera y la Senda del Mirador, de diferente extensión y dificultad.

Hayedos de Navarra

Dos hayedos de Navarra fueron también declarados en 2017 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como extensión de los Hayedos primarios de los Cárpatos y otras regiones de Europa: el Hayedo de Lizardoia y el hayedo de Aztaparreta.

El primero forma parte de la popular Selva de Irati (un lugar de 17.000 hectáreas de naturaleza salvaje que resulta imprescindible en otoño en toda su extensión) y lo encontramos próximo a su centro de interpretación (Casa de Irati, en Ochagavía).

En Navarra están algunos de los hayedos más bellos del país. Foto: Francis Vaquero | Turismo de Navarra.

Ubicado entre los montes de La Cuestión y Zabaleta, el hayedo de Lizardoia cuenta con unas 20 hectáreas de bosque milenario donde las hayas llegan a superar los 40 metros de altura.

La zona, protegida como Reserva Integral, está menos frecuentada que otras zonas de la Selva de Irati y permite realizar varias rutas que nos dejarán en la retina paisajes difíciles de olvidar.

La Selva de Irati es el segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa, después de la Selva Negra de Alemania

Por su parte, el hayedo de Aztaparreta forma parte del Valle del Roncal, en la puerta de acceso a las cumbres más altas del Pirineo navarro, caracterizado por contar con algunas de las formaciones kársticas más extensas de Europa, vastos paisajes de rocas calizas salpicadas de pinos negros y, bajo tierra, más de 3.000 simas y kilómetros de galerías y ríos subterráneos.

En la zona más baja ese ubica Aztaparreta, un área de 100 hectáreas ocupadas por uno de los últimos hayedos-abetales vírgenes del Pirineo, nunca explotado por el hombre y que por eso conserva intacto el hábitat para una gran variedad de especies botánicas y animales.

Foto: Javier Campos | Turismo de Navarra.

Hayedos de los Picos de Europa (León)

Los hayedos de Cuesta Fría y Canal de Asotín, en la parte leonesa del Parque Nacional de los Picos de Europa completan nuestro catálogo de bosques de hayas protegidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El hayedo de Cuesta Fría, en la vertiente meridional del Macizo Occidental de los Picos de Europa, se ubica al pie de las cumbres calizas de los Moledizos ocupando una abrupta ladera en la cabecera de la cuenca del río Dobra.

Sus espectaculares hayas son testigo de lo que ha ocurrido en el territorio desde hace cientos de años aunque, como curiosidad, su árbol más famoso no es un haya, sino un imponente roble conocido con el nombre de Roblón de Cuesta Fría, cuyo perímetro alcanza los 7 metros.

Un itinerario que parte del municipio de Soto de Sajambre y atraviesa la Vega de Vegabaño y que lleva por nombre Ruta de los pueblos de Sajambre es la mejor forma de visitar el hayedo.

En el mismo Valle de Valdeón, el hayedo de Asotín está situado en la canal de mismo nombre que da acceso hacia la zona de Collado Jermoso, en el Macizo Central de los Picos de Europa.

Hacen falta 50 minutos de caminata desde Cordiñanes (y algo de práctica montañera pues el camino discurre a través de la Senda de la Rienda, de dificultad media) para acceder a este precioso hayedo, en cuya remota ubicación reside sin lugar a dudas el motivo de su excelente estado de conservación.

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