La Menorca más chic para despedir el verano

La isla balear bien merece una escapada para finalizar el verano. ¿Las razones? Nuevos hoteles de lujo, gastronomía menorquina y un dilatado patrimonio cultural

Las novedades de Menorca que inspiran una ultima escapada veraniega. Foto: Gran Melia Villa Le Blanc.

Menorca podría hacer suyo aquello de la vida lenta y tranquila, lo que muchos conocen como slow life. Ninguna como esta isla balear ha sabido acuñar el término del ‘poc a poc’, de faros bucólicos, chapuzones solitarios con el salitre pegado en la piel, carreteras sin atascos y un estilo de vida propio.

¿Cómo no enamorarse de la más alejada del archipiélago? Razones no le faltan para ser una isla que disfrutar en todas las estaciones, pero es precisamente cuando el verano va llegando a su culmen cuando las ganas de volver se acrecientan para todos.

Una isla-galería y un safari en Menorca

Nadie puede negar que las playas menorquinas son de infinita belleza. Aguas azules y calas muchas veces de difícil acceso forman parte de sus principales reclamos.

Isla del Rey. Foto: Hauser & Wirth.

Pero la isla tiene mucho más y una de sus grandes apuestas es la cultura. Uno tiene la posibilidad de recorrer Mahón, sus galerías de arte y estudios de artistas o visitar su teatro principal, el primero de ópera de toda España.

No muy lejos de allí, a tan solo un paseo en barco de distancia, se encuentra un proyecto totalmente novedoso, el impresionante proyecto de rehabilitación de la Isla del Rey.

Hauser & Wirth abrió sus puertas en 2021 y, desde entonces, no ha hecho sino cosechar éxitos. Se trata de un lugar único, ubicado en un entorno natural donde la naturaleza se funde con el arte en un espacio expositivo formado por ocho galerías y un jardín de variedades mediterráneas que se unen a esculturas de Louise Bourgeois, Chillida o Joan Miró.

Entrada a la isla-galería. Foto: Hauser & Wirth.

Tal hazaña de conservación del patrimonio, innovación y sostenibilidad le llevó a recibir el Premio Europeo de Patrimonio 2022. Y el plan en sí no puede ser más apetecible: recorrer la distancia que lo separa del puerto de Mahón por el mar, visitar sus exposiciones y terminar con una comida o cena en Cantina, su restaurante de producto local en manos de Bodegas Binifadet.

¿Cómo suena un safari por el interior de la isla? Resulta una excelente forma de conocer la Menorca más auténtica y todos sus tesoros escondidos. Es lo que propone Jeep Safari Menorca, empresa especializada en excursiones y turismo activo. Sus experiencias pasan por conocer el legado talayótico de la isla, por lo que se presenta candidata el Patrimonio Mundial de la Humanidad y que incluyen santuarios de taula y sus talayots.

Además, este original safari permite descubrir otros tesoros ocultos como la cantera de marés de Santa Ponça en el sur de la isla o el Monte Toro, el punto más alto de toda la isla.

Sí, es posible hacer un safari (cultural) en Menorca. Foto: Jeep Safari Menorca.

Dormir en el nuevo lujo menorquín

Menorca es relajada, vive a un ritmo más lento que sus hermanas baleares. Pero eso no la detiene en ofrecer al visitante experiencias de lujo para el recuerdo. Menorca es el hogar de hoteles magníficos como Torralbenc, Alcaufar Vell, Cristine Bedford, Can Faustino… Y desde este año, también el de nuevos espacios donde soñar despierto.

Tras convertir su hotel en Cala Galdana en uno de los imprescindibles de la isla, el grupo Meliá desembarcaba hace apenas un mes en plena playa de Santo Tomás con el primer hotel gran lujo de la isla, Villa Le Blanc.

Se trata de un establecimiento que destila Mediterráneo, un refugio de piedra blanca que apuesta por lo sostenible y un hotel destino en sí mismo. Sobre la planta de un antiguo alojamiento, el arquitecto Álvaro Sans y su hija Adriana Sans han creado un espacio absolutamente memorable. Sencillez y diseño contemporáneo reinan en la propiedad, que se inspira en los pueblos blancos de la isla.

Foto: Gran Meliá Villa Le Blanc.

Cuenta con 159 habitaciones, muchas de ellas con vistas privilegiadas al mar, jacuzzi en la terraza y hasta piscina privada en sus master swim up. También dos piscinas, una a pie de suelo y otra en la azotea, un spa firmado por Anne Semonin y acceso directo a las aguas cristalinas de la playa de Santo Tomás.

Villa Le Blanc apuesta por las experiencias culinarias como otra de sus puntas de lanza. Para ello se ha aliado con un restaurante mítico del puerto de Ciutadella, S’Amarador. Especializados en pescado y marisco, llegan al hotel para deleitar a sus huéspedes con platos marineros para los que se sirven del mejor producto local, siendo la langosta una de las estrellas de la carta que se puede tomar en versiones como la caldereta, un arroz seco o meloso o a la menorquina, con huevos y patatas fritas.

Uniendo fuerzas con el restaurador al frente de Ulisses, Joan Canals, uno de los grandes referentes de la isla, el hotel incluye Cru, un espacio que rinde homenaje a la despensa de la isla. Allí uno puede relajarse con un cóctel de autor o la tradicional pomada al atardecer, acompañados de su tartar de gamba blanca menorquina o un carpaccio de lubina con tartar de tomate de ramillete, entre otros.

Joan Canals comanda la oferta gastro del Gran Melia Villa Le Blanc.

Completa la oferta Nivi, su tercer restaurante donde disfrutar desde platos típicos como la coca de sobrasada e higos o el cap roig al Jóspe a carnes de primera calidad, hamburguesas o pizzas.

Y nuevas propuestas gastronómicas

Menorca es también un referente a nivel culinario. Defensora a ultranza del producto local, este 2022 se proclamó Región Gastronómica Europea visibilizando así su singularidad. Y no han sido pocos los que han apostado por abrir nuevos espacios y restaurantes en la isla.

Una antigua masía menorquina acoge Burdell de Foc, un proyecto que nace de la amistad de Javier Goya del Grupo Triciclo, José Fuentes al frente de Kulto y Fran Ramírez para crear un lugar donde las noches de verano se disfrutan al abrigo de árboles centenarios, iluminadas con guirnaldas de bombillas y velas.

En la mesa, el savoir faire de la unión de todos, ha dado lugar a una propuesta con esencia menorquina, con una carta sencilla, de platos reconocibles y riquísimos, elaborados con producto de primera calidad. Calamar de anzuelo con sobrasada, gambas rojas de Menorca al ajillo, tomate de la isla con pesto de tomates secos, queso mahón y albahaca…son solo algunos de ellos.

Burdell de Foc. Foto: Maria Missaglia.

Lo ideal es seguir con platos como el tarantelo de atún con cogollos a la brasa y salsa romesco, un pollo coquelet con mojo picón o txuleta de simmental madurada. No te pierdas su tarta de queso mahón de postre, cremosa y deliciosa.

Ses Forquilles también estrena ubicación y lo hace en el recinto del coqueto hotel boutique Cristine Bedford, en pleno centro de la ciudad de Mahón. Además de asesorar la carta del hotel ideado por Cristina Lozano, Marco Collado y Oriol Castell acaban de trasladar al establecimiento su taberna ilustrada y casa de comidas con casi dos décadas de vida en Sa Rovellada de Dalt.

Aquí han ganado en espacio, con un interior confortable y una encantadora terraza, donde seguir disfrutando de platos míticos del restaurante como sus bravas, el croquetón de pollo a l’ast o el tartar de quisquilla de Menorca y fantásticas creaciones como su ensalada de tomate de Binissaida, el kentucky sáam chicken o su brocheta de solomillo con mascarpone y salsa café de París. ¿Para terminar? Un refrescante kakigori (helado de hielo) de pomada o un suculento coulant de almendra con helado de turrón.

Sabores nipones y peruanos

A apenas unos minutos en coche del centro histórico de Ciutadella se encuentra Lago Resort, un espectacular complejo turístico en manos del prolífico grupo Moga. En 2021 abrían Suites del Lago, también en el puerto de Cala’n Bosch, un only adults eco sostenible, compuesto por lujosas habitaciones con terraza, una piscina salada y climatizada y numerosos alicientes. Entre ellos, los gastronómicos.

El pasado verano inauguraban además Godai, el restaurante japo-menorquín del chef estrella Michelin Julián Mármol, al frente de Yugo y Monchis, entre otros.

Lo suyo es la destreza nipona, que aquí se sirve de un elevando tanto por cien de ingredientes locales. Funcionan con un formato menú degustación en el que destacan bocados como el trío de tartares del mar menorquín (gamba roja y blanca y cigalas), el nigiri de carabinero con velo ibérico, una gyoza de sobrasada de lubina o su homenaje a la caldereta de langosta, resuelto en un baozi relleno del propio crustáceo y un caldo concentrado.

Foto: Godai.

Este año el complejo suma nuevo espacio, el restaurante Kaypa del chef peruano Omar Malpartida, que ostenta un sol Repsol en su restaurante Maymanta en Ibiza.

Inspirado en el concepto Kay Pacha en quechua o, lo que es lo mismo, vivir el aquí y el ahora, y fiel a sus principios, su cocina es de lo más auténtico, explorando las distintas vertientes gastronómicas del país, con ingredientes que trae directamente de Perú, unidos a la despensa de la isla.

Con una carta diferente para comidas y cenas, aquí se pueden degustar creaciones sublimes como las croquetas de ají de gallina, el chicharrón de calamar con mayonesa de ajo negro, un fabuloso lomo saltado o un quinoto norteño de ossobuco, además de una colección indispensable de ceviches, desde el kaypa runa con pesca del día al bachiche, que incorpora leche de tigre de parmesano o el ceviche a la brasa que se cocina sobre hoja de maíz a la parrilla.

Foto: Kaypa.

Y una última novedad: en en la finca centenaria Ses Truqueríes ha abierto sus puertas Nonna Bazaar. Rodeado de 400 hectáreas de campos de cultivo, aquí practican eso de ‘del campo a la mesa’ y apuestan por celebrar la emoción de compartir y saborear la cultura mediterránea.

El espacio en sí es bucólico, así como también lo es su cocina, inspirada en la cuenca mediterránea con platos como el falafel o hummus, una ensalada griega horiatiki, cochinillo asado o un cuscús marroquí.

a.
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