BLESS Hotel Madrid: la llave a un mundo de placeres en el barrio de Salamanca

Cuando entras en BLESS Hotel Madrid te proporcionan una llave. No nos referimos al plástico común que desbloquea la puerta; se trata de una llave a un mundo de relax y placer. Un placer que puede venir en forma de baño de espuma o un brunch con vistas a la calle Velázquez, en plena Milla de Oro de Madrid, de cóctel de autor en VERSUS Lively Lounge, de estimulante cena en Salvaje, el restaurante de moda en la ciudad, o de sueño reparador en una cama Hogo (esa que promete mejorar tu sistema inmunitario y reducir tu edad biológica).

Un equipo específico de ocho personas del hotel se dedica a mimar a los huéspedes en estos y otros muchos placeres, que van desde conseguir entradas exclusivas para un evento deportivo a organizar un tour por las galerías de arte del Barrio de Salamanca, una tarde de compras en las boutiques de la zona con personal shopper privado o un tratamiento de belleza personalizado.

Los ‘detectives’ encargados del departamento de Guest Experience se enterarán de si nos hospedamos en pareja –para que nos encontremos una copa de champagne, rosas frescas, velas y fresas con chocolate–, si es nuestro cumpleaños o si nos acompaña nuestra mascota, que será recibida también con un pack de bienvenida.

La idea del hotel, cuenta a Tendenciashoy el subdirector de BLESS Madrid, Gonzalo Calero, “es el lujo a través del hedonismo, de abrir un mundo de placeres y vivirlos con los cinco sentidos”.

Templo de lujo hedonista

En el número 62 de la calle Velázquez, en el edificio del siglo XIX que ya ocupó el Gran Hotel Velázquez, nos espera el hotel que inauguró la marca más lujosa del Grupo Palladium, BLESS Collection Hotels.

La fachada, una imponente escalera que recorre todo el edificio y diferentes piezas de cristal de murano procedentes de los antiguos lucernarios y hoy integradas como elementos decorativos son los únicos testigos de su vida anterior en un ejercicio de “arqueología urbana” que apuesta por dar una nueva vida a piezas que ya formaban parte del edificio.

Una profunda reforma a cargo del prestigioso interiorista Lázaro Rosa-Violán transformó el edificio por completo em 2018 y fue inaugurado en enero de 2019, ya bajo el sello de BLESS Hotel y con el primer restaurante de Martín Berasategui en Madrid.

Apenas un año después, la llegada de la pandemia obligó al cierre y dio lugar a un cambio de propiedad, que quedaba en manos de RLH Properties, uno de los mayores grupos hoteleros de México y propietario en Madrid del icónico Villa Magna (que acaba de reabrir sus puertas como el primer establecimiento de la cadena de ultralujo Rosewood en España.

Lárazo Rosa-Violán fue el encargado de dar una nueva vida a través del interiorismo al que fuera Gran Hotel Velázquez

De nuevo Lázaro Rosa-Violán, en colaboración con el arquitecto Ramón de Arana, fue el encargado de reimaginar el espacio, mientras que en el apartado gastronómico se optó por la alianza con Salvaje, un grupo de restauración (o deberíamos decir un fenómeno gastronómico) iniciado en la ciudad de Panamá y que cuenta hoy con establecimientos en Miami, Bogotá, Barcelona o Valencia.

El pasado 27 de noviembre volvía a abrir de nuevo sus puertas para hacerse el nuevo indispensable de la Milla de Oro madrileña y unirse al selecto club de hoteles de lujo que conforman una nueva división de honor en Madrid, entre los que se encuentran el Four Seasons, el Rosewood Villa Magna o el Mandarin Oriental Ritz.

Bienvenido al hotel social

Obra del afamado interiorista es una espectacular barra cuadrada que nos saluda al traspasar las puertas del hotel, flanqueada por grandes ventanales que invitan a pasar a un espacio, VERSUS, el ‘social hub’ del establecimiento, con cómodos sofás y butacones de terciopelo en los que relajarse tomando un café. En verano, adelanta Calero, los ventanales se abrirán difuminando aún más las fronteras entre interior y exterior.

“Queremos ser un vecino más del barrio”, apunta nuestro anfitrión. “Que cada huésped se sienta en su casa, en un ambiente castizo, del Madrid de siempre”. Pero también la gente de la zona, que puede quedar para un afterwork en VERSUS o tomar una copa en Picos Pardos, el rooftop del hotel que tiene prevista su apertura el 15 de marzo.

De ahí también que no sea la recepción lo que encontremos en primer término, sino esa barra coronada por una cúpula en la que compartir un aperitivo y una conversación y que es también un guiño a la Ruleta, el bar de copas del antiguo hotel.

Rodeándola, los materiales nobles, las texturas y los relieves se suceden en paredes, columnas, mobiliario o suelo, invitando a ver, tocar, oler y sentir, y creando un ambiente cálido y acogedor, con personalidad y, de nuevo, cuidado hasta el último detalle, con guiños como las mullidas moquetas que recuerdan a los mantones de Manila que lucían las madrileñas de los años sesenta.

Como en tu casa… pero en el barrio de Salamanca

Ahora sí, llegamos a la recepción donde nos entregan esa llave que les mencionábamos y desde donde accedemos a las habitaciones. Los pasillos siguen recordándonos a una señorial casa del barrio de Salamanca. “En todo el hotel no hay dos cuadros iguales, de la misma forma que no los pondrías en tu casa”.

De cinco estrellas y miembro del sello The Leading Hotels of the World, cuenta con 111 habitaciones de diferentes tipologías. En todas, nos esperan suaves sábanas de 400 hilos de algodón egipcio, así como un menú de almohadas. No te sorprendas (o sí) si la almohada está perfumada con tu fragancia favorita: los ‘detectives’ de Guest Experience no descansan nunca.

En las estancias, que derrochan luminosidad y sofisticación, se repite la idea de confort, eso sí, de las casas más nobles que podamos imaginar. La mayoría cuentan con chimenea y muchas con terrazas a la calle Velázquez, únicas en la zona.

Inspirado en el estilo del Madrid clásico de los años 50, BLESS Hotel Madrid destila elegancia clásica y castiza

Inspiradas en el estilo del Madrid clásico de los años 50, destacan los techos con rosetones o las cornisas modelo Canterbury, que se fusionan con las comodidades más vanguardistas como el exclusivo sistema de descanso Hogo o las televisiones equipadas con Chromecast para enviar desde el móvil nuestras series preferidas.

Las bañeras de porcelana con pies de estilo retro se convierten en protagonistas para acoger otra de las experiencias exclusivas que ofrece el hotel, el ritual ‘Bathology’, un exquisito baño sensorial que podemos personalizar con diferentes aceites y aromas naturales.

Los baños y vestidores mantienen este toque retro con sus muebles de madera Mid Century y el suelo de mosaico de la Colección Art Factory de Hisbalit. Hermosos cabeceros estampados de William Morris, sofás de terciopelo, mármoles, maderas o cuero completan las estancias, todas dotadas de ‘maxibar’, de nuevo con referencias al Madrid castizo.

Si se puede escoger nos quedamos con BLESS Your Divinity Suite, aunque una de las villas del escondido patio interior, con su propio jacuzzi en la terraza, también es una excelente opción.

Empezar el día: así sí

El lujo hedonista comienza al poco de despertar: el chef ejecutivo de BLESS Madrid, Esteban González Mangudo, ha creado una propuesta de desayuno que invita a un recorrido por los diferentes continentes: huevo campero al gusto acompañado de english muffins, sopa miso con habas de soja, wakame, shitake y tofu o chilaquiles con huevos y frijoles.

No olvida, por supuesto, los guiños a Madrid, con la torrija caramelizada o los churros castizos con chocolate caliente. Una carta de ‘superalimentos’ y otra para veganos completan la oferta del desayunador.

Por su parte, VERSUS destaca especialmente por su carta de cócteles de autor, que alterna propuestas con aires castizos como La Violetera con las más cosmopolitas como Hedonist Night. Diferentes sesiones de afterworks, música con DJ en directo y un renovado menú se confabulan para convertirlo en el ‘place to be’ del barrio.

Bienvenido a la jungla

Más que un restaurante, una experiencia 360º. Así es Salvaje, donde no solo se come o se cena, sino que se asiste a auténticos espectáculos en un ambiente de lo más sofisticado y con una cocina comandada por Fermín Azkue que el propio chef define como “japonesa con toques de fusión e influencias mediterráneas y nórdicas”.

Para seguir la fiesta, y solo si encuentras la escondida puerta de acceso, Fetén by Salvaje, un espacio inspirado en los speakeasy neoyorkinos que promete diversión y sorpresas, entre ellas una bolera (sí, auténtica) en su interior.

En pocos días, además, se abrirá Picos Pardos, una azotea de estilo amazónico con un toque asiático, donde disfrutar de las espectaculares vistas de Madrid, relajarse en una piscina desbordante, tapear o tomarse un cóctel en una cama balinesa.

El placer de cuidarse

El placer de cuidarse se completa con los tratamientos de belleza que personaliza para cada cliente Beldon Beauty, una marca pionera en el concepto del ‘slow beauty’ en España.

En el área wellness del hotel, que incluye hammam, sauna seca, duchas sensoriales, cascada de hielo y jacuzzi, podemos escoger también tratamientos de belleza faciales y corporales diseñados para relajarse y resetear. Desde masajes hasta iluminadores y fitness facial, combinando técnicas manuales milenarias con lo último en alta cosmética.