Hotel Splendid Dax: el glamour de los locos años veinte aún vive en el sur de Francia

Gran exponente art dèco con forma de barco y valiosos mosaicos, el Hotel Splendid conquistó a la crème de la crème francesa

Splendid Hôtel. Foto: ©OITT Grand Dax.

Dax, capital de Las Landas, al sur francés, es una ciudad recoleta, famosa por sus aguas termales. Cuenta la leyenda que en tiempos romanos, un legionario, desesperado por los males de su perro, le arrojó al río Adur. El can salió de las aguas vivito, coleando y, sobre todo, curado.

El soldado, tan feliz como extrañado por el repentino milagro, no dejó de investigar hasta que dio con las aguas medicinales que convirtieron a Dax en la ciudad balneario que es hoy. Una escultura de soldado y perro frente a la Catedral de Nuestra Señora de Dax rememoran la curiosa anécdota.

Dax, situada entre los bosques de Las Landas y los viñedos de Chalosse, cuenta con 15 balnearios de aguas termales.

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Una ciudad art dèco

De paseo por la urbe se pasa por la plaza de toros estilo morisco, por la tienda de magdalenas artesanales Maison Cazelle, de la que escapa un aroma embriagador a masa recién horneada, y se observa el estilo art dèco del que presume Dax, especialmente en el auditórium de Atrium y su restaurante La Grande Brasserie de L´Atrium.

Foto: Hotel Spa Splendid.

Sin embargo, en cada cruce, a la vuelta de la esquina, prácticamente por cada recoveco de la ciudad landesa, asoma el blanco resplandeciente de una enorme estructura que recuerda a un buque varado.

Se trata de la silueta del mítico Hotel Splendid joya arquitectónica que, sin duda, domina el perfil urbano de la capital de Las Landas. Y lo hace desde que el arquitecto de palacio André Granet y los landeses Jean Prunetti y Albert Pomade transformaran este antiguo castillo en lujoso alojamiento llamado a convertirse, desde su sonada apertura en 1929, en el lugar de moda no solo de la zona, sino de toda Francia, a donde se desplazaban artistas, literatos y gente bien para disfrutar de su ambiente.

Splendid: hotel y leyenda

Al acercarse al hotel, a orillas del Adur, rodeado de palmeras y adornado en las alturas por esos mosaicos art dèco que restauró magníficamente Danielle Justes, un guiño al pasado es inevitable.

Foto: Hotel Spa Splendid Dax.

Se observa a la gente tranquilamente sentada en el porche, disfrutando de un café bajo las sombrillas, al igual que lo harían en aquellos locos años veinte cuanto el movimiento art dèco revolucionó diseño y arquitectura.

En Las Landas se transformó en el bello estilo vasco-landés que tiene su máxima representación en Hossegor. En Dax, por el contrario, se mantuvo fiel a su origen.

El Splendid llegó a ser una leyenda que, como tanto, había vivido tiempos mejores.

El Hotel Splendid fue mítico en los locos años veinte cuando parisinos famosos se trasladaban a Dax para disfrutar de su ambiente

Pasaron los años y tras una colosal restauración el gran hotel volvió a abrir sus puertas en la primavera de 2018.

La gran vidriera del hall es obra de Genet y Minchon. Foto: Hotel Splendid.

Nada más traspasar la puerta del hall, atrapa la mirada la catarata de luz dorada de una vidriera luminosa. Se trata de una obra de Genet y Minchon que, desmontada y limpiada pieza a pieza, protagoniza el vestíbulo de aires coloniales; los mismos que tenía en el día de su inauguración en 1929, año de la Gran Depresión.

Los sillones originales se tapizaron con imitaciones de los tejidos de la época, creadas por Créations Metaphores, una filial de Hermès.

Murales y medallones con animales y frutas, broncíneos Luxor, New York o Tombouctou se despliegan a un lado y otro de la cascada de luz, que separa la recepción de un seductor bar donde es fácil imaginar a la actriz y cantante Yvonne Primtemps en un taburete, con las piernas cruzadas, a punto de deleitar a los huéspedes cantando un vodevil.

Foto: Hotel Splendid.

O quizás al omnipresente Hemingway hablando con los toreros Antonio Ordoñez, Paco Camino o Luis Miguel Dominguín que iban a torear a la plaza de Dax y pernoctaban en el magno hotel.

Por cierto, dicen que Luis Miguel Dominguín siempre pedía la habitación 134, la actual Suite Arena.

Un hotel de cine

Jean Cocteau fue otro de los ilustres huéspedes y hasta el mismo Marcelo Mastroianni que tomaba su penúltima copa en el saloncito de fumar cayó rendido a los encantos del Splendid y llamó a Fellini para sugerirle un rodaje entre sus muros.

Marcelo Mastroianni encontró en el Hotel Splendid un plató ideal para sus películas

Estos detalles se encuentran en una entrevista que hizo el hotel a uno de sus hijos predilectos. El jugador de rugby Pierre Albaladejo creció al otro lado del Adur y soñaba, cuando iba a entrenar, con cruzar algún día el umbral del hotel y codearse con los componentes de esa sociedad chic y deslumbrante a la que veía desfilar.

Detalles del spa en el Hotel Spendid.

En las habitaciones reina el silencio, gracias a un moderno aislamiento. El resto no ha cambiado. Desde los picaportes hasta los armarios de madera con cajones de camisas y calcetines son de época. Ni que decir tiene que suelo, paredes y tapices guardan los diseños de la decoración original.

El spa con flotarium se sitúa en el subsuelo, entre los restos de la antigua fortaleza y del balneario de aguas termales del siglo XIX.

Su piscina es impresionante. Predominan los tonos verdes y los dibujos art dèco se suceden bajo un techo de siete metros de altura. La fuente de hielo seduce con su revestimiento de pequeños cuadrados dorados.

A la hora de comer o cenar, el Hotel Splendid su ofrece una cuidada gastronomía estacional, típica de la cocina de suroeste francés.

Foto: Splendid Hotel.

Cae la noche sobre Dax. Se iluminan las farolas del Puente Viejo y las del Hotel Splendid que se vuelve aún más hechicero. Es la hora de sentarse en la barra del bar y, con un coctel en la mano, disfrutar de lo que acontece en su espléndido vestíbulo.

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