Los proveedores de Ford tiemblan tras el ERE de Grupo Segura

Grupo Segura despide a casi un centenar de trabajadores ante la incertidumbre que rige al sector de la automoción en tiempos de crisis

Fábrica de automóviles

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Hoy en asamblea de trabajadores se aprobará el acuerdo construido desde la negociación entre los tres sindicatos (CCOO, UGT y Sindicato Independiente) y Grupo Segura. Y es que por razones productivas, económicas y organizativas, la compañía decidió realizar un ERE entre 167 empleados, de los 480 que actualmente se encuentran trabajando en los cuatro centros repartidos entre Almussafes, Paterna y Bétera.

Así, desde la empresa las condiciones de despido se limitaban “a la indemnización mínima legal, veinte días por año trabajado y con el tope de una anualidad de doce meses”, declara Fermín Palacios de Sindicato Independiente.

Sin embargo, tras nueve sesiones de negociación, el acuerdo entre empresa y sindicatos consiste en el despido de 89 a 95 trabajadores y “treinta días por año trabajado con el tope de una anualidad de trece meses”, confirman fuentes sindicales.

Ahora, los trabajadores despedidos de más de 55 años entrarán dentro de un plan social para que puedan jubilarse. A su vez, se establecerá un sistema de recolocación gestionado por una empresa que les ofrezca a los demás nuevos puestos de trabajo o formación.

“Razonablemente mal”

La caída de ventas en la automoción sigue haciendo mella entre los trabajadores del sector. De hecho, “las cifras de demanda hablan de unas ventas en España de 800.000 unidades, frente al más de 1,5 millones del año pasado y esto afectará a las compañías y a su recuperación”, asegura la presidenta del clúster de Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA), Mónica Alegre.

Estamos en una situación razonablemente mal. Mal pero razonable, es decir, hay un camino con cierta esperanza al final”, explica Palacios. Y es que los efectos negativos sobre las empresas suministradoras de Ford son normales ya que “ha procedido a modificaciones, también ha tenido EREs y ERTEs. En sí, unos cambios que terminan afectando a todo este tejido productivo”, reconoce Laura Nieto de Unión General de Trabajadores (UGT).

La decisión llevada a cabo por Grupo Segura “nos preocupa porque puede convertirse en una señal de llamada para otras empresas. Aquí en la Comunidad Valenciana cuando hay un problema en automoción parece que cubriendo las necesidades del fabricante se tiene bastante, y las empresas auxiliares son las gran olvidadas de esto y, en muchos casos, quienes pagan las consecuencias”, manifiesta Juan José Picazo de Comisiones Obreras (CCOO).

“Entendemos que las ayudas a la demanda son imprescindibles, así como la articulación de una estrategia de transición ecológica pactada con todos los agentes y en la que prime la neutralidad tecnológica”, asegura la presidenta de AVIA. Y añade que “a corto, es imprescindible, como decíamos que los consumidores recuperen la confianza para que remonten las ventas y podamos mantener el empleo”.

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