Agbar prepara la artillería legal contra la antigua cúpula de Aguas de Sabadell

El grupo de Suez Environnement pedirá a la junta de accionistas iniciar una acción de responsabilidad contra la gestión de Xavier Bigatá

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Agbar ha decidido emprender acciones legales contra los antiguos directivos de la Compañía de Aguas de Sabadell (Cassa). Un año y medio después de tomar el control de la gestora local, la empresa de Suez Environnement quiere identificar, perseguir y resarcir las irregularidades que ha detectado en la gestión.

Pedirá a la junta de accionistas del próximo 3 de marzo que autorice una acción de responsabilidad para determinar el alcance real de las presuntas actuaciones ilícitas.

Xavier Bigatà, en el foco

El foco está puesto en el ex presidente de la compañía, Xavier Bigatà, que se incorporó a la alta dirección de Cassa a principios de los años 90 y fue relevado por Enric Blasco en septiembre de 2013.

El antiguo consejero de Territorio de la Generalitat de Cataluña con Jordi Pujol (entre 1983 y 1988), uno de los referentes históricos de CDC, era de las pocas personas que conocía las cuentas reales de la filial Águas e Energia da Boa Vista (AEB), una sociedad radicada en Cabo Verde, según la investigación encargada por los actuales dueños de la compañía.

3,5 millones de euros de quebranto

«Existen principios de prueba de la comisión por parte de antiguos directivos de actos y comisiones contrarios al deber de diligencia y que podrían haber causado un daño a la sociedad», concluye un documento que analiza las cuentas de AEB firmado por Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.

El informe, destinado a los accionistas, cifra los daños en «3,5 millones de euros más los correspondientes intereses». El grupo indica que es beneficiario de una póliza que cubriría este quebranto. Está contratada con AIG Europe y tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017.

Inversiones en Cabo Verde

Agbar sospecha de la pulcritud de las operaciones de financiación que Cassa ejecutó en AEB entre 2010 y 2013. El importe presupuestado para todas ellas era de casi 15,6 millones, aunque finalmente alcanzaron los 19,7 millones.

El antiguo equipo directivo, encabezado por Bigatá, las autorizó pero no las comunicó en su totalidad a los órganos de gobierno del grupo. El informe jurídico señala que la cúpula era consciente de las irregularidades que ocurrían en la filial desde junio de 2010, pero que nunca las reportó al consejo.

Alteración de la contabilidad y gastos sin justificar

Cuatrecasas, Gonçalves Pereira avisa de que existen informes de técnicos internos de la propia Cassa que ya alertaban entre 2010 y 2012 de que los activos que se registraban en la contabilidad de AEB estaban sobrevalorados; que se habían activado gastos «sin una aparente justificación»; que existía «desequilibrio patrimonial»; y que «compañías vinculadas a determinados accionistas de AEB» habían ejecutado obras «a precios por encima del mercado».

La dirección supuestamente conocía el contenido de los informes, pero decidió guardarlos en un cajón.

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