Casa Tarradellas toma el control total de Herta tras comprar a Nestlé el 40% restante
La empresa da un paso más allá en su proceso de internacionalización
Casa Tarradellas da un paso más allá
Casa Tarradellas ha culminado una de las operaciones más significativas de su historia corporativa: la adquisición del 40 % restante del grupo cárnico Herta Foods que aún estaba en manos de la multinacional suiza Nestlé, con lo que pasa a controlar el 100 % del capital de la empresa europea de embutidos y fiambres. Esta maniobra pone fin a la alianza estratégica que ambas compañías mantenían desde 2019 y refuerza la posición de la empresa catalana en el sector alimentario global.
La operación, cuyos términos económicos no han trascendido públicamente, fue confirmada en un comunicado oficial por Nestlé y por la propia casa Tarradellas, que hasta ahora poseía una participación mayoritaria del 60 % en la sociedad conjunta. Aunque se desconoce el importe exacto de la transacción, según Europa Press, todo apunta a que se trata de una inversión estratégica orientada a consolidar la presencia de la marca catalana en mercados clave de Europa y a reforzar su cadena de valor dentro del negocio de productos cárnicos y charcutería.
Un paso decisivo para la expansión internacional
La adquisición total de Herta no solo representa un hito industrial para casa Tarradellas, sino también un movimiento con impacto profundo en el panorama competitivo del sector alimentario europeo. Herta, una marca con presencia histórica en mercados como Francia, Alemania y Reino Unido, supone para la empresa con sede en Gurb (Barcelona) un activo con elevado reconocimiento de marca y acceso a amplias redes de distribución.
Según analistas del sector, esta operación puede permitir a casa Tarradellas incrementar su capacidad de producción y su oferta de productos en segmentos complementarios a los tradicionales productos frescos, pizzas y embutidos que la compañía ya comercializa con éxito. La consolidación de Herta dentro de su portafolio estratégico ofrece una plataforma para el lanzamiento de nuevas líneas de producto y una mayor penetración en canales de retail europeos donde la marca Herta está bien establecida.

La decisión de Nestlé de desprenderse de su participación responde, según Europa Press, a un proceso de reorientación estratégica global hacia categorías consideradas “core” por el grupo suizo, como nutrición saludable, agua embotellada y suplementos vitamínicos, dejando atrás negocios que no encajan con esta nueva hoja de ruta corporativa.
Cifras que avalan el crecimiento de casa Tarradellas
Casa Tarradellas ha experimentado un crecimiento sostenido en las últimas décadas, pasando de ser una pequeña productora regional a convertirse en uno de los mayores grupos alimentarios de España. Históricamente conocida por productos como el fuet, la pizza fresca o los embutidos bajo marcas propias y de distribuidor, la compañía ha logrado consolidar su presencia nacional y dar pasos firmes en la internacionalización.
En 2024, casa Tarradellas superó los 1 500 millones de euros en facturación, cifra récord que refleja un crecimiento constante y sostenido en los últimos años. Ese ejercicio, según los compañeros del Ara supuso además la puesta en marcha de un segundo molino harinero que reforzó la capacidad de producción de materias primas clave para sus productos de masa fresca.
Además, la compañía ha invertido de forma creciente en sostenibilidad y modernización industrial, con iniciativas destacadas como la ampliación de su capacidad de autoconsumo energético, según Europa Press, mediante instalaciones solares propias. Estas acciones han reforzado no solo su competitividad, sino también su compromiso con prácticas medioambientales responsables.
Repercusiones económicas y empleo
La culminación de la adquisición de Herta tiene implicaciones más allá del plano financiero. Para Cataluña y, en particular, para la provincia de Barcelona y la comarca de Osona, donde se ubican importantes centros de producción de casa Tarradellas, según Expansión, la operación supone un impulso adicional al tejido industrial y productivo local. La consolidación de una marca española con presencia global contribuye a reforzar el posicionamiento de la comunidad en el mapa alimentario europeo, un sector que sigue siendo estratégico para la economía regional.
Según algunos expertos en negocio consultados por Europa Press, han señalado que esta clase de operaciones son señal de una madurez creciente del capital productivo local, capaz de competir con gigantes multinacionales y de atraer inversiones de alto valor añadido. Sin duda, la operación de casa Tarradellas elevará las expectativas de crecimiento para el año 2026, marcando un punto de inflexión en la historia corporativa de la firma.
Desafíos y proyección futura
No obstante, la integración total de Herta plantea también desafíos importantes para casa Tarradellas. Entre ellos, la gestión de una estructura de negocio ampliada, la adaptación a reglamentos y mercados heterogéneos en distintos países de la Unión Europea, y la necesidad de mantener competitividad frente a otros grandes grupos cárnicos. Además, tal y como desvelaba Europa Press, la empresa tendrá que equilibrar la tradición de marca con innovaciones que respondan a las nuevas tendencias de consumo, como la creciente demanda de productos saludables o alternativas con menor impacto ambiental.
La culminación de esta operación es, sin duda, situa a casa Tarradellas como una de las principales protagonistas del cambio estratégico en la industria de alimentos procesados en Europa.