El juez pone punto final al sueño de Carceller en Pescanova

La banca tiene 24 horas para conseguir sacar adelante el convenio de la multinacional, que mantiene los concursos exprés en las filiales

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Este lunes el juez Roberto de la Cruz puso fin al sueño de Demetrio Carceller en Pescanova. Desde que hace un año explotó la crisis de la multinacional pesquera mucho se ha hablado y escrito sobre las aspiraciones del presidente de Damm para con la firma con sede en Pontevedra. No obstante, la relación toca a su fin. El magistrado de lo mercantil de Pontevedra ha dado luz verde a los cambios propuestos por la banca en el convenio de la compañía, para hacerse cargo de la firma sin el grupo cervecero y su socio, Luxempart.

Un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a última hora de la tarde explica que la gran banca atrapada en Pescanova (Novagalicia, Bankia, Sabadell, Popular, BBVA y UBI Banca) tomará las riendas del grupo con su propuesta para la viabilidad de la compañía. El actual convenio presentado por Damm y Luxempart sigue adelante –ya que no hay tiempo material para su cambio– aunque ya sin ellos. De hecho, está previsto que los consejeros de la cervecera y el fondo luxemburgués, José Carceller y François Tesch, abandonen el órgano de administración de la multinacional una vez se apruebe el convenio (o se vaya a la liquidación).

Carceller también sale del accionariado

No sólo eso. En la actualidad, Demetrio Carceller es el primer accionista de Pescanova si se suman las participaciones que posee a través de Damm y Disa. Sin embargo, el empresario que lideró una guerra abierta contra Manuel Fernández de Sousa, ex presidente del grupo gallego, también acabará por salir del accionariado. “En el momento en el que se apruebe el convenio, automáticamente su participación valdrá cero”, explican fuentes conocedoras de la situación de la empresa.

Sin embargo, más allá del punto y final al sueño de Carceller en Pescanova, con el visto bueno del juez a la propuesta de la banca se abre un nuevo escenario. Las entidades tienen menos de 24 horas para conseguir reunir el apoyo del 51% del pasivo y evitar, de ese modo, la liquidación del grupo presidido por Juan Manuel Urgoiti.

Se mantienen las condiciones del convenio

En principio, el convenio no ha sido modificado, por lo que sobre el papel la quita se sigue manteniendo como estaba. Únicamente, los sujetos que prestan ahora apoyo financiero al convenio son los bancos, y no Carceller ni Luxempart. Según la comunicación remitida a la CNMV, las entidades financieras asumen los términos de la oferta de financiación, con las modificaciones de que el importe del crédito supersenior queda fijado en 125 millones de euros.

No obstante, del hecho relevante se desprende que las entidades financieras se abren a que más actores entren en el futuro capital de la pesquera. Todos los acreedores que sean titulares de posiciones bajo el tramo senior y junior «de la deuda de Pescanova resultante del convenio tendrán derecho a participar en el crédito supersenior en proporción a su participación en la deuda reestructurada”. De hecho, fuentes bancarias aseguran que “los cambios introducidos serán capaces de movilizar a las entidades financieras en sentido positivo al convenio, dando tranquilidad a la compañía y a los empleados”.

Como parte de la contraprestación del crédito supersenior, la compañía reconocerá a cada uno de los acreedores que participen en el mismo un crédito adicional por importe de 2,4 euros por cada euro comprometido. El importe resultante, 300 millones de euros, constituirá un nuevo tramo de deuda subordinada al crédito supersenior y a la deuda reestructurada. De esta forma, la banca podrá recuperar en total los 1.000 millones de deuda que demandaba (y no 700 como pretendía Damm), sin introducir cambios en el convenio actual.

Concursos exprés

Al mantenerse el grueso del convenio original presentado por Damm y Luxempart, sigue adelante la propuesta de realizar concursos de acreedores exprés en las filiales españolas de Pescanova, un extremo no obstante, que nunca fue del agrado de la banca. Así, desde las entidades manifiestan que “quizás sea necesario aplicar algún concurso en alguna sociedad puntual, pero será un hecho puramente técnico». «Entrarán y saldrán de la suspensión de pagos”, explican.

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