El patrón de los comerciantes catalanes usó a su mujer para justificar los despidos

La Confederació de Comerç ha echado en los últimas semanas a la mitad de su plantilla. Miquel Àngel Fraile aducía en la carta de despido la bajada de las subvenciones para formación y, a la vez, la contratación de personal para cursos

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La Confederació de Comerç de Catalunya (CCC) está quedando reducida a la mínima expresión. En los últimos meses ha pasado de una plantilla de más de 20 personas a una decena, como avanzó Economía Digital. La patronal ha justificado los despidos por las pérdidas acumuladas, pero ha expuesto otros motivos más llamativos.

Los despidos se han concentrado en las últimas semanas, poco antes de que Miquel Àngel Fraile fuera fulminado por provocar pérdidas reiteradas en la organización. Fue el todavía secretario general quien envió las cartas de despido a varios trabajadores, tanto de la central de Barcelona como de las delegaciones.    

En la carta, que puede leerse íntegramente en este enlace, Fraile justifica el cese del personal por las pérdidas acumuladas en los últimos tres ejercicios, que detalla. El dirigente achaca estas pérdidas a «la drástica reducción de los programas de formación 2013, 2014, 2015 y 2016».

Esta reducción, junto con el frenazo a las subvenciones públicas –Fraile apunta directamente a la Generalitat de Catalunya–, «han puesto a la CCC en una situación crítica para su sostenibilidad».

Más personal con menos presupuesto  

Sin embargo, dos párrafos después de exponer el descenso de los fondos para formación, explica que se han incrementado los gastos de personal para ese capítulo, por cambios en la normativa. Dichos cambios le obligaron a la «incorporación de una directora de formación a tiempo completo en 2013, y tres técnicas de formación en 2015».

Esta directora formación, que estaba a tiempo parcial y pasó a jornada completa, era Rosa Maria Serrano, esposa de Fraile. Antes de alargar su jornada laboral, su sueldo anual era de apenas 12.000 euros. Cuando pasó a tiempo completo, multiplicó su salario por diez, con 133.000 euros brutos en 2014 y 2015, como explicó este medio.

Mientras los sueldos de Serrano, y del propio Fraile, se multiplicaban, la patronal iba perdiendo cifras millonarias. En 2013, año en que se contrata a la directora de formación a tiempo completo, la CCC perdió 1,5 millones, y en 2014 más de 900.000 euros.  

El recorte de las subvenciones

Las pérdidas están causadas en buena parte por la reducción de las subvenciones, como aduce Fraile en las cartas de despido. La realidad es que una parte muy importante de los presupuestos de la patronal se basó en el dinero que llegaba de las administraciones, sobre todo para formación, y la crisis dejó dichos fondos, y por tanto a la organización, tiritando.

En 2009, ya en crisis, la CCC recibió 6,8 millones de euros de dinero público, de los cuales 5,7 eran para formación, según los documentos a los que ha tenido acceso Economía Digital. En 2010 bajó a 5,6 millones, por la reducción de la formación a 4,5 millones.

En 2012 la cifra total cae a 3 millones, menos de la mitad que tres años antes, y en 2015 se vuelve a dividir por dos, quedando en 1,5 millones de euros. En medio hay un cambio legislativo del PP, que abre la libre concurrencia, con lo que reduce el pastel y lo reparte entre más actores.

Un agujero de 2,6 millones

Todo ello ha dejado a la CCC en una situación más que comprometida. La organización acumula unas pérdidas de más de 4,3 millones de euros en los últimos seis ejercicios, sumando además 2006 y 2007. Estos números rojos han provocado un agujero de casi 2,6 millones de euros.

La situación es tan precaria que, además de despedir a media plantilla, la organización empezó a retrasarse en las nóminas el año pasado, y en marzo dejó de pagarlas, con lo que la decena de trabajadores que quedan llevan al menos tres meses sin ver un euro.

Tras la destitución de Fraile, la presidenta de la Confederació, Maria Rosa Eritja, ha asumido también la secretaría general para pilotar a la patronal hacia la salvación. No será fácil. En las últimas semanas, sus órganos de gobierno han mantenido varias reuniones y este lunes se vuelven a encontrar para decidir los pasos a seguir, con el concurso de acreedores como principal opción.

Xavier Alegret

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