La Seda busca a un socio internacional para quedarse con el 25% de la división de plástico

Quiere cerrar la operación en un año e implicará una ampliación de capital de 150 millones de euros, que se destinarán a una nueva factoría en Portugal

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La dirección de La Seda Barcelona, encabezada por Carlos Moreira da Silva, ha empezado a buscar a un socio para incorporar a la división de tratamiento de plásticos (PET-Reciclado PET), uno de los dos pilares de la compañía. El directivo ha detallado, tras la junta de accionistas del grupo químico, que se ha celebrado este jueves, que ofrecen el 25% de esta parte del negocio. “Nuestra expectativa es cerrar la operación en 12 meses”, afirma.

En los próximos 15 días, la compañía terminará el cuaderno de venta y lo empezará a repartir entre los inversores. Moreira asegura que hay “entre 12 y 15 compradores potenciales, sólo dos de ellos están en Europa”. Esta ultima observación es importante, ya que esperan incorporar a la compañía a “un socio del sector químico, preferiblemente de la cadena de poliesters y que no sea europeo”. “Esta es nuestra carta a los reyes”, añade el directivo.

Reconoce que “no existe unanimidad” en la cúpula en el momento de señalar que el futuro socio sea extranjero. Según su punto de vista, una sociedad fuera del continente “valorará más la posición de mercado de La Seda”. En este sentido, afirma que existen otras voces que defienden la incorporación de un socio europeo “para bajar la competencia en el territorio”.

Ampliación de capital

La búsqueda de un socio no implicará la pérdida de capital por parte de los accionistas actuales. Moreria plantea una ampliación valorada en 150 millones de euros. Esta inyección de capital se destinará a construir una nueva factoría en Portugal de tratamiento de plástico, que estará al lado de la fábrica de Sines (Portugal). Inaugurada recientemente, produce la materia prima del plástico, el PTA. Según el directivo, la proximidad de ambos centros provocará la bajada importante de los costes de producción.

Pero antes de la ampliación, La Seda reorganizará los activos del grupo. Segregará la factoría de El Prat del Llobregat (Barcelona), de la que cuelgan el resto de centros de trabajo. Moreira busca que en el balance “no aparezca la fábrica como un activo físico, sólo las acciones”. Es decir, que sea una sociedad holding que también incluirá las deudas de la compañía.

Malestar accionistas

Los accionistas de La Seda han recibido con frialdad el anuncio de la operación. Sobre todo porque las acciones han bajado en las últimas jornadas bursátiles. El presidente asegura que los analistas han recibido el anuncio de la ampliación de capital “de forma negativa”, pero ha achacado la dilación “a la reestructuración financera de muchos bancos”, que ha lastrado todo el selectivo español.

Con todo, Moreira afirma que se quieren centrar en el crecimiento de la división de packaging. Por el momento, ambos pilares tienen un peso parecido en La Seda.

Perspectivas

La compañía cerró 2011 con unas pérdidas de 49,5 millones de euros, el 42% menos que el año anterior. El Ebitda, el margen de beneficios antes de impuestos, reculó hasta los 48,1 millones de euros (el de 2010 era de 65,3 millones). Moreira comenta que este descenso no es relevante, “en 2010 obtuvimos 30 millones de euros de beneficios extraordinarios que no se han repetido este 2011”.

A pesar de los resultados y del entorno macroeconómico actual, el presidente de La Seda mantiene su previsión de recuperar la senda de los beneficios en 2013. “Se puede conseguir, a pesar de que la situación económica es mucho peor de lo que preveíamos en 2010”.

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