Adiós a este gigante de la distribución alimentaria: Carrefour se queda con él

Los rumores sobre una posible adquisición de Hiperdino en Carrefour vuelve a poner de manifiesto el peligro de desaparición de los centros de distribución autonómicos

Fachada exterior de un Carrefour

Fachada exterior de un Carrefour

Los rumores sobre la posible adquisición de Hiperdino por parte de Carrefour han vuelto a tomar fuerza en las últimas semanas. La operación, aún sin confirmación oficial, supondría un cambio de enorme calado para la economía de Canarias, donde la cadena de origen local se ha consolidado como líder indiscutible de la distribución alimentaria.

Una operación de Carrefour que tendría una enorme repercusión estratégica en Canarias

Carrefour
Carrefour

Sin embargo, para hablar de este movimiento, es importante comenzar por el contexto. Hiperdino, propiedad del grupo Dinosol, controla cerca del 30% del mercado de alimentación en Canarias y emplea a unas 10.000 personas en todo el Archipiélago. Con cuentas saneadas y un crecimiento sostenido, la compañía se ha convertido en un referente no solo comercial, sino también social, por su estrecha vinculación con productores locales y su apuesta por el consumo de cercanía.

La entrada de Carrefour, multinacional francesa con presencia en decenas de países, supondría un cambio de manos de la principal cadena canaria a un actor extranjero, generando dudas sobre el impacto en el empleo, la producción local y el equilibrio de precios en una región especialmente sensible por su carácter insular y por ser el territorio con la cesta de la compra más cara de España.

Una de las principales preocupaciones radica en la posible reducción de plantillas. Carrefour ha apostado en los últimos años por la automatización de procesos, con la instalación de sistemas de autocobro y cajeros automáticos. Si ese modelo se traslada a Canarias, cientos de trabajadores podrían ver peligrar sus puestos, especialmente en los supermercados urbanos y en las grandes superficies.

Otro de los puntos críticos está en la relación de Hiperdino con los productores canarios. Actualmente, la cadena mantiene acuerdos con agricultores, pescadores y ganaderos de las Islas, garantizando la presencia de productos frescos locales en sus lineales. Sin embargo, la entrada de Carrefour, con cadenas de suministro globalizadas y estandarizadas, podría reducir estas relaciones, favoreciendo productos importados de menor coste, lo que supondría un golpe al sector primario canario, ya debilitado por la competencia exterior.

De confirmarse la operación, Carrefour pasaría a controlar un volumen de mercado nunca visto en Canarias, sumando la cuota de Hiperdino a la pequeña porción que ya posee. En un contexto donde el resto de competidores principales son también cadenas foráneas como Mercadona, Lidl, Aldi o Alcampo, la desaparición de Hiperdino como actor independiente dejaría a Canarias casi sin representación local en la gran distribución alimentaria.

Eloy Cuadra, una de las voces más altas de Canarias, se pronuncia al respecto

El activista y analista social Eloy Cuadra ha sido uno de los más críticos con la posible venta. En un reciente artículo de opinión, alerta de que la operación equivaldría a “un suicidio alimentario” para Canarias, al dejar en manos extranjeras la mayor cadena del Archipiélago, tal y como ha ocurrido a lo largo de los últimos años en distintos puntos de España.

De hecho, Cuadra recuerda que en otras regiones, como el País Vasco, las autoridades frenaron adquisiciones similares para proteger la soberanía económica y mantener el control local sobre sectores estratégicos. “En Canarias, en cambio, parece que nadie se plantea intervenir, a pesar de que está en juego el abastecimiento básico de la población”.

Además, señala que la experiencia europea demuestra que cuando las grandes multinacionales absorben a supermercados locales, las consecuencias son inmediatas: homogeneización de la oferta, debilitamiento de proveedores de proximidad y mayor dependencia de productos externos.

Frente a este escenario, expertos en consumo y economía regional plantean distintas opciones. La primera, intentar frenar la operación mediante la intervención de organismos de competencia, como ya ocurrió en otros países europeos. Si la venta no se puede evitar, proponen imponer tres condiciones claras a Carrefour: garantizar el mantenimiento de los empleos, preservar contratos con productores locales y evitar subidas de precios que agraven la ya delicada situación de muchas familias canarias.

Sin embargo, más allá de las cifras y los equilibrios de mercado, la posible adquisición de Hiperdino por parte de Carrefour plantea un debate identitario y social de gran calado. Para muchos canarios, Hiperdino no es solo un supermercado: es una marca vinculada al territorio, a la vida diaria y al apoyo al producto local.

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta