Caixa de Catalunya concedió a dedo 1.100 millones en municipios gobernados por el PSC

Los informes forenses que analiza el fiscal evidencian la entrega sin garantías de créditos inmobiliarios en l'Hospitalet, Cornellà y otras ciudades barcelonesas mientras Serra Ramoneda presidió la caja

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Las revisiones forenses sobre la antigua gestión de CatalunyaCaixa atribuyen la entrega a dedo de créditos para promotores valorados en 1.100 millones de euros. Esos préstamos se habrían concedido para financiar el pelotazo inmobiliario de las grandes urbes barcelonesas gobernadas por los socialistas catalanes del PSC.

El grupo bancario, que necesitó un rescate de 14.000 millones de euros, dio luz verde a las operaciones bajo la presidencia de Antoni Serra Ramoneda. Los municipios más beneficiados son l’Hospitalet de Llobregat, mientras mandó Celestino Corbacho; y Cornellà del Llobregat, con la alcaldía de José Montilla.

Durante los años en los que se produjeron las operaciones sospechosas (entre 2001 y 2005), Montilla también dirigía a los socialistas catalanes desde la posición de primer secretario del partido. Los informes, estrictamente contables, no recalan en las hipotéticas responsabilidades políticas que se podrían derivar si, finalmente, esos créditos se consideran fraudulentos.

Morosidad

Los contratos con los promotores se circunscriben al ámbito privado, pero la Diputación de Barcelona, como fundadora de la caja de ahorros catalana, estaba presente en los órganos de gobierno en la etapa fiscalizada. Manel Royes (ex alcalde de Terrassa, otra gran ciudad del área de Barcelona) hasta 2003, Montilla (2003-2004) y Corbacho (2004-2008) presidieron la institución política.

Las dudas, por ahora, radican en la ausencia de las garantías óptimas que las prácticas bancarias más comunes requieren para conceder un crédito al promotor, el tipo de préstamo que reciben los empresarios para edificar viviendas. Según las conclusiones de los auditores, los préstamos señalados han generado puntas de morosidad de hasta el 60%.

El resto de las operaciones también se considera de riesgo, aunque sus titulares han incumplido los contratos con menor descaro. Todas las referencias se traspasaron al banco malo, la Sareb, que tiene como objetivo poner al día operaciones similares distribuidas por las cajas de ahorros españolas.

La limpieza del balance de CatalunyaCaixa generó una inyección de 9.084 millones de euros y ahora se pretende rebajar la factura gracias a la comercialización de inmuebles y al recobro de los préstamos fallidos.

El fiscal investiga

Las sospechas sobre, como poco, la mala práctica profesional de los antiguos gestores se materializaron en una ronda de informes forenses que acabaron en manos del fiscal a petición del FROB (todavía mayor accionista de CatalunyaCaixa hasta que se traspase al BBVA en el primer trimestre de 2015).

Los consejeros del fondo de rescate fueron informados mediante un expediente con el que salieron a la luz estas y otras operaciones, que generaron un agujero conjunto de 900 millones, apadrinadas también por Narcís Serra, que relevó en 2005 a Serra Ramoneda como presidente de la caja de fundación pública.

Desembarco en el negocio promotor

La gestión de Serra Ramoneda se caracterizó, además de por la fallida inversión en Multinacional Aseguradora (MNA), por el desembarco de Caixa de Catalunya en el negocio promotor de inmuebles.

Aunque este diario no ha podido obtener su versión sobre las sospechas actuales del FROB, en una entrevista anterior con Economía Digital, Serra Ramoneda confirmó que «la única manera de controlar la calidad de las promociones inmobiliarias era participando en ellas».

Ismael García Villarejo

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