Rajoy recibe ya toda la presión para iniciar reformas políticas de calado

La coronación de Felipe VI, las demandas del PSOE y las peticiones del mundo empresarial podrían conducir a una reforma de la Constitución

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene varias expresiones favoritas. Una de ellas es reclamar a su interlocutor lo que haría si fuera presidente. “¿Qué haría usted en mi lugar?”, suele pronunciar. La otra es que España “vive una situación de normalidad”.

Esta última aseveración la ha empleado para referirse a la sucesión de la jefatura del Estado. Considera Rajoy que la sociedad española vive “con normalidad” la sucesión del Rey Juan Carlos por su hijo Felipe, que será coronado este jueves como Felipe VI. Pero en España no se puede decir que todo sea normal.

Las peticiones del nuevo Rey

Felipe VI pronunciará este jueves en el Congreso –después de que este miércoles el Rey Juan Carlos sancione la ley de abdicación– un discurso que puede ser determinante. Fuentes políticas y empresariales, que han tenido contacto con el Príncipe en los últimos meses, señalan que se referirá “a las reformas que son necesarias en España, o, al menos, a aquellas cuestiones que no funcionan correctamente”.

Al nuevo Rey no se le puede pedir que transforme España, porque sus responsabilidades están acotadas por la Constitución. Pero “puede ser un acicate para impulsar reformas de calado”, señalan las mismas fuentes.

El PSOE con un ‘joven’ al frente

España vive momentos convulsos, pese a esa normalidad de la que habla Rajoy, que se han acrecentado después de las elecciones europeas. Uno de los pilares del sistema político español, el PSOE, ha quedado descabezado, humillado por el movimiento Podemos que le ha restado, directamente, según el politólogo Oriol Bertomeus, unos 400.000 votos, del millón largo de votos que consiguió la formación que lidera Pablo Iglesias.

Pero los militantes del PSOE elegirán el próximo 13 de julio a un secretario general que, sea Eduardo Madina, o Pedro Sánchez, rondará los 40 años de edad, mostrando que generaciones más jóvenes a las de Rajoy quieren participar en la primera línea política, con nuevas demandas y peticiones para mejorar la democracia.

La separación de poderes

Los expertos se refieren a las cuestiones que han quedado pendientes, y que han dependido, desde la transición de las cúpulas de los dos grandes partidos: el reparto en el Tribunal Constitucional; en el Consejo General del Poder Judicial; en el Banco de España –ahora criticado por la Comisión Europea–; la Comisión Nacional del Mercado de Valores; la Comisión de Defensa de la Competencia; el Consejo de RTVE o los órganos reguladores. Todo eso “no puede seguir igual”, apuntan diversos directivos empresariales consultados, que ven en ese reparto político “un freno para el crecimiento económico”.

Los dos grandes partidos deben reaccionar

Rajoy expresó este martes que el bipartidismo no debe considerarse herido de muerte, y que las cosas volverán a su cauce. Pero eso dependerá de la capacidad de reacción de los dos partidos. Un dirigente político, bien conectado con las elites empresariales en Madrid y Barcelona señala que “a partir del jueves los dos deben comenzar a trabajar para iniciar reformas de calado”. Esa reflexión no es propia de la elite, directivos empresariales en puestos intermedios, profesionales liberales, consultores o académicos están reclamando lo mismo.

Es cierto que el PSOE necesita ahora un tiempo. Pero, precisamente, la perspectiva de su hundimiento ha acelerado los movimientos políticos en Madrid, y uno de ellos, apuntan fuentes empresariales, ha sido la abdicación del Rey, tras la alarma roja que suscitaron los resultados de las elecciones europeas.

El problema catalán

El ámbito de la reforma de las instituciones, que podría acabar en una nueva Constitución, aunque no necesariamente, tiene relación con esa separación de poderes que ha quedado ahogada por las cúpulas de los dos grandes partidos. Pero surge, y no es precisamente el menor, la preocupación por el problema catalán.

El entorno empresarial de Artur Mas ha presionado en las últimas semanas al President para que no desdeñara la sucesión del Rey. Y Mas ha ido reaccionando “más mal que bien”, se reconoce, hasta el punto de ver ahora una oportunidad en Felipe VI, como ha reconocido desde California, donde está de viaje oficial, aunque asistirá el jueves a la coronación.

Los mercados acechan

Felipe VI no es la solución de España, se añade, “pero puede ser el impulsor de las reformas”. Porque el nuevo Rey tendrá oportunidad de analizar la situación política con la ronda de contactos que abrirá “seguro” con los dirigentes de las fuerzas políticas. “Podría ser una ayuda”, aseguró este lunes, en referencia al problema catalán y a Felipe VI, el presidente de La Caixa, Isidro Fainé.

En caso contrario, la “normalidad” de la que habla Rajoy –que pese a su juventud podría verse ya como un político muy veterano al lado de Felipe VI o del nuevo líder del PSOE– se podría transformar en angustia. “Si España no reacciona, si el sistema político hace aguas y en las elecciones de 2015 el país aparece como ingobernable, los mercados volverán a desconfiar”, afirma un directivo empresarial.

La presión existe. Desde todos los ámbitos. Ahora, a partir del jueves, deberá ser Rajoy quien asuma el reto, porque es el máximo responsable como presidente del Gobierno, como marca la Constitución

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