Golpe a la estrategia de Famadesa: la crisis de la peste porcina amenaza su expansión en Japón y México
La compañía malagueña ha salvado el volumen de negocio gracias al mantenimiento del mercado chino, pero ha visto cómo se bloquean unos 12 millones de euros en otros destinos
Sede de Famadesa en Campanillas (Málaga). Imagen: Famadesa
La detección de focos de Peste Porcina Africana (PPA) en la fauna silvestre de Cataluña ha provocado un terremoto comercial que ha sacudido los cimientos de la planificación estratégica de Famadesa para el ejercicio 2025.
Aunque la cárnica malagueña ha logrado mantener operativa su principal vía de negocio en China y Europa, el cierre de fronteras decretado esta semana por Japón y México ha supuesto un obstáculo en sus dos grandes apuestas de expansión internacional.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha confirmado en su última actualización la suspensión de certificados sanitarios claves para la exportación a terceros países. Esta decisión, derivada de la pérdida del estatus de ‘país libre de PPA’ por parte de España, ha afectado directamente a los envíos de carne fresca y elaborados desde zonas no afectadas, como Andalucía.
El caso de México ha resultado especialmente dañino para los intereses de proyección futura de la compañía con sede en Campanillas. Famadesa había conseguido recientemente la homologación oficial para operar en este mercado, un hito que la dirección califica de estratégico dentro de sus planes de diversificación.
Sin embargo, las autoridades mexicanas han suspendido la importación de una amplia gama de referencias, incluyendo jamones, paletas y embutidos de origen español. Esta medida ha congelado de facto y por el momento la inversión realizada por la empresa para posicionar sus productos de valor añadido en el canal de distribución americano.
Frenazo en Asia
Por su parte, el mercado japonés ha aplicado restricciones inmediatas que han impactado en el crecimiento asiático de la firma. En concreto, el bloqueo del certificado sanitario ha puesto en riesgo una facturación anual superior a los 4 millones de euros en el país nipón, ya que en 2024, Japón representaba el 3% de las exportaciones totales de Famadesa.
A este cierre se han sumado otros mercados asiáticos de alto valor añadido como Corea del Sur y Taiwán. El efecto acumulado de estas restricciones ha comprometido un volumen de negocio estimado entre 10 y 12 millones de euros anuales para la industria malagueña, según se desprende del cruce de datos de facturación con los certificados bloqueados.
Famadesa ha cerrado el ejercicio 2024 con una facturación total de 363 millones de euros, de los cuales 136 millones han correspondido a exportaciones. La compañía ha fiado su crecimiento futuro a la apertura de nuevos mercados, una estrategia que ahora ha chocado frontalmente con la barrera sanitaria impuesta por los grandes importadores mundiales.
El salvavidas chino y europeo
Pese a la gravedad de la situación en estos destinos, Famadesa ha evitado un escenario de colapso financiero gracias a la respuesta de China. El gigante asiático ha aceptado el principio de regionalización, permitiendo la entrada de carne procedente de zonas libres de virus como Andalucía, siempre que no provenga de la provincia de Barcelona.
Este mercado ha supuesto en el último año más del 58% de las ventas de la compañía en Asia, con una facturación cercana a los 20,5 millones de euros. Mantener este canal abierto ha garantizado la salida del gran volumen de producción industrial de la planta malagueña, evitando una saturación de sus cámaras frigoríficas.
Asimismo, el mercado europeo ha funcionado como un colchón de seguridad ante el cierre de fronteras en ultramar. Francia y Portugal, siendo este último segundo cliente global de la firma, han mantenido el flujo comercial habitual, al regirse por la normativa europea que aísla únicamente el foco catalán sin castigar al resto de regiones.
La crisis se ha originado tras la detección de jabalíes infectados en el municipio de Cerdanyola del Vallès, en la provincia de Barcelona, a finales de noviembre. Este hallazgo ha provocado que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) haya retirado a España la calificación sanitaria necesaria para exportar a países que exigen garantías de todo el territorio nacional.