Faccsa-Prolongo supera los 300 millones de facturación tras incorporar a más de 250 empleados
La compañía situada en el ‘top 10’ de Málaga ha centrado su estrategia en reducir la subcontratación y controlar de forma directa la cadena de producción

Trabajadores de Faccsa-Prolongo. Imagen: EP
Faccsa-Prolongo, una de las principales empresas cárnicas andaluzas, ha cerrado el ejercicio 2023/2024 alcanzando por primera vez los 300 millones de euros en cifra de negocio, precisamente en un año marcado por la contratación de unos 275 trabajadores.
En concreto, la compañía liderada por Ramón Soler Pérez ha facturado 310,3 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 13% frente a los 274 millones obtenidos en 2022/2023. Esta evolución también se ha visto reflejada en los beneficios, que han sobrepasado el millón de euros después de un año antes con tendencia a la baja.
En su cuenta de pérdidas y ganancias, destacan dos cifras: la del gasto en personal, que ha aumentado en unos 8 millones de euros; y la del gasto en servicios exteriores, que se ha visto reducida en 7 millones.
La propia Faccsa ha aclarado los motivos de forma explícita en su informe anual: «Dicho aumento ha venido determinado por la reducción en la subcontratación de trabajadores externos por parte de la sociedad, reduciéndose de esta manera los costes de trabajos realizados por otras empresas».
Y ha añadido en sus cuentas consultadas a través de la solución de analítica avanzada Insight View: «Este cambio operacional se ha realizado con el objetivo de poder continuar dando un servicio de la máxima calidad, controlándose de manera más directa su cadena de producción».
Gran exportador
Faccsa-Prolongo ha asegurado, además, estar actualmente «en pleno desarrollo de sus actividades económicas» y «prevé una evolución dentro de una línea de continuidad». Su modelo de negocio, como bien indica la compañía, se basa en la elaboración y fabricación de embutidos, la compraventa de los mismos, así como la importación y exportación de carnes frescas, refrigeradas o congeladas.
Su área de ventas es internacional, por otro lado, con exportaciones a Canadá, China, Corea, Europa, Hong Kong, Japón, Rusia, Singapur y Sudáfrica; siendo el continente asiático uno de los mayores compradores.
Por mercados geográficos, los clientes nacionales abarcan el 59% de las ventas, lo que supone 183 millones de euros en términos absolutos y el mayor aumento porcentual dentro del total de un año para otro. En el último ejercicio, esta cifra de negocio ocupaba el 51%.
Las ventas a la Unión Europea y al resto del mundo, paralelamente, han registrado porcentajes del 17% y 24% y cifras de 54 y 73 millones de euros, respectivamente. Aunque sus evoluciones han sido dispares, ya que la UE se ha visto incrementada en un 27% y la segunda, reducida en un 20%.
Visión expansiva en 2025
La compañía, situada en el ‘top 10’ de la provincia de Málaga, continúa mientras tanto su expansión en 2025, poniendo uno de sus focos en la construcción de un nuevo complejo industrial en Cártama con una inversión asociada de 250 millones de euros en los próximos 10 años. Y auguran también la contratación de 2.000 nuevos empleados, además de los generados durante la edificación del centro.
El objetivo es ampliar la capacidad productiva de Faccsa hasta las 780.000 toneladas al año, lo que contrasta con el ritmo actual de sacrificar 25.000 cerdos a la semana y destinar cerca de la mitad de su producción a la exportación.
Otro movimiento estratégico de este año ha sido la compra del secadero que la empresa madrileña Dompal tiene en Jabugo (Huelva). El propio presidente de la compañía, durante el proceso de adquisición, explicaba los motivos: «Queremos aprovechar sinergias y potenciar la presencia de ambas marcas a nivel nacional e internacional».
‘Salchichón de Málaga’
Pero la compañía comenzó en realidad hace ya más de 200 años, cuando llegó a tierras malagueñas la familia Prolongo para abrir una tienda de ultramarinos. La idea de éxito de Rafael Prolongo fue empezar a fabricar y comercializar un embutido que mezclaba la carne de cerdo con tocino muy fresco, que luego se hizo conocido como ‘salchichón de Málaga’.
En 1920, la empresa Prolongo inició la búsqueda de nuevos terrenos con el objetivo de ampliar su planta de elaboración y establecer un matadero, encontrándolo en Cártama Estación. Pero durante la Guerra Civil, su gerente falleció y la compañía pasó a manos de nuevos propietarios: los Soler, originarios de Girona.
En 1941, los propietarios decidieron ampliar su actividad empresarial y fundaron una nueva compañía llamada Frigoríficos de Andalucía de Conservas de Carne (FACCSA), con un enfoque distinto. Años después, esta evolucionó para convertirse en una planta de producción de jamón cocido y, más adelante, se transformó en una sala de despiece.