Taylor Wimpey invierte 58M€ en la Costa del Sol antes de saltar a nuevas promociones en Cádiz y Murcia en 2026
La compañía de Robert Noel, expresidente de la British Property Federation, consolida su presencia en el Mediterráneo con 10 nuevos lanzamientos en España en 2025
Proyecto de Taylor Wimpey en Benahavís (Málaga).
La promotora de origen británico Taylor Wimpey España ha acelerado su maquinaria inversora durante el ejercicio 2025. La compañía ha confirmado una inversión de 58 millones de euros destinados exclusivamente a la Costa del Sol, un movimiento que precede a una reconfiguración de su estrategia territorial para 2026.
Este despliegue de capital se ha materializado en el lanzamiento de 8 nuevas promociones y 2 fases adicionales repartidas por el arco mediterráneo. La filial de la multinacional Taylor Wimpey plc ha aprovechado el fuerte dinamismo del sector inmobiliario para reforzar su liderazgo en ubicaciones que considera «prime».
La Costa del Sol ha acaparado el mayor volumen de inversión reciente. La firma, liderada por Robert Noel, expresidente de la British Property Federation, ha puesto en marcha 3 promociones en la provincia de Málaga: The Meadows, Almazara Views y Fuente Lirios.
En concreto, el proyecto Almazara Views en Istán ha destacado por su integración paisajística y una inversión de 18,2 millones de euros. Por su parte, la promoción The Meadows ha movilizado 12,5 millones de euros, mientras que Fuente Lirios ha completado el tridente inversor con otros 11 millones.
A estas cifras se ha añadido la nueva fase de Valley Views, situada en la zona de Benahavís. Este proyecto, dotado con una inversión de 16 millones de euros, ha reforzado la oferta de la promotora en el denominado «Triángulo de Oro» de la costa malagueña, sumando los 57,7 millones totales.
Expansión hacia San Roque y Costa Cálida
Sin embargo, el horizonte de la compañía ha comenzado a expandirse más allá de sus feudos tradicionales. La dirección de la promotora ha diseñado una hoja de ruta para 2026 que sitúa el foco en las provincias de Cádiz y Murcia, donde ha previsto desembarcos significativos.
En Cádiz, Taylor Wimpey ha puesto sus ojos en la zona de Bahía de Las Rocas, en San Roque, un enclave estratégico cercano a Sotogrande. Esta zona ha ganado peso en la estrategia de la firma británica debido a la escasez de obra nueva de calidad y la creciente demanda de clientes internacionales.
Por otro lado, la Costa Cálida en Murcia ha vuelto a cobrar protagonismo en sus planes. El complejo Siena, ubicado en La Manga Club Resort, ha sido señalado como la punta de lanza para recuperar su actividad constructora en una región que ofrece precios competitivos frente a Málaga o Alicante.
Seis promociones en C. Valenciana y Mallorca
A pesar de que el futuro inmediato mira hacia el sur, el balance de 2025 ha mostrado una actividad significativa en otras regiones. En la Costa Blanca, la compañía ha lanzado 3 nuevas promociones y una fase adicional, respondiendo a la solidez del mercado alicantino y su conectividad aérea.

Mallorca ha sido otro de los pilares del ejercicio que ahora concluye. La promotora ha impulsado 2 nuevos desarrollos en la isla, manteniendo su apuesta por el mercado balear, donde el suelo finalista es un activo escaso y altamente valorado por el inversor centroeuropeo.
Cambio de tendencia: cliente nacional
Un dato relevante de este ejercicio ha sido el cambio en el perfil del comprador. Por primera vez en la historia reciente de la firma, el cliente español ha liderado el ranking de ventas con un 18% del total. Este fenómeno ha desplazado a mercados tradicionales como el alemán o el británico.
A nivel de producto, la tendencia de 2025 se ha centrado en viviendas más sostenibles y con mayores espacios exteriores. La promotora ha implementado el concepto ‘total living’, priorizando amplios salones integrados con terrazas para maximizar la luz natural y la eficiencia energética.
La multinacional ha reportado que la mayoría de sus proyectos cuentan ya con certificaciones energéticas de grado B o superior. Este enfoque responde a las nuevas exigencias de la normativa europea y al interés de los compradores por reducir los costes de mantenimiento de sus segundas residencias.