Álex Florensa: “Todos nacemos con predisposiciones genéticas para desarrollar enfermedades y una de ellas es la adicción”

Hablamos en este nuevo episodio del Canal Salud de Economía Digital del complicado mundo de las adicciones y lo hacemos de la mano de Álex Florensa, una persona que lo ha vivido en primera persona. Afortunadamente, esta es una historia de éxito y de superación en la que consiguió cambiar el interruptor, reconocer el problema que tenía y pedir ayuda. No solamente lo ha superado sino que está llevando todo su conocimiento y toda su experiencia a todo aquel que le quiera escuchar.

Entrevista a Álex Florensa

“Yo he tenido una adolescencia dura, no porque yo tenga una familia desestructurada o porque no hayan tenido mi familia medios para ayudarme, sino porque yo nací con una enfermedad que se llama adicción. A día de hoy hay más información, pero en mi época – tengo 53 años– no existía”, explica Florensa.

“Con 15 años era un chaval que salía y que bebía, no podía parar de beber y nadie entendía qué es lo que me pasaba. Pero en ningún momento la gente pensaba que yo era un drogadicto, sino que era un chaval problemático. También hay que entender una cosa, tengo un trastorno de déficit de atención e hiperactividad y también soy disléxico. La dislexia no aporta mucha cosa a la adicción, pero sí que el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, el 60% de los que lo padecemos tiramos hacia la adicción. Aparte de que también tiene un componente genético, como muchas otras enfermedades, todos nacemos con predisposiciones genéticas para desarrollar enfermedades y una de ellas es la adicción”.

Durante la entrevista, Álex Florensa incorpora una idea fundamental: la de “nacer con la adicción” que luego, con el tiempo, llega a desarrollarse cuando te encuentras con la sustancia ante la que tu cuerpo muestra una predisposición a engancharse. “Vas creciendo dentro de tu infancia y vas generando unas conductas que se llaman adictivas, en las cuales vas siendo una persona insegura. Cuando llegas a la adolescencia encuentras el alcohol, te hace perder la vergüenza y dentro de tu cabeza hace que funcione de tal manera que te guste y que lo necesites”.

Florensa explica cómo y cuándo su vida dio un cambio y empezó a salir de las adicciones. “Pasan una serie de situaciones en las cuales me encierran en un centro. Encerrarme en un centro. Para la gente, cerrar en un centro es la hecatombe Sin embargo, que yo acabara en un centro es lo mejor que me ha pasado en la vida, me ha cambiado la vida. Soy una persona totalmente diferente a la que era y aprendí un montón de cosas, pero las aprendí muy poco a poco, porque tienes que entender que un proceso de rehabilitación es un proceso muy largo, es un proceso de casi casi cuatro años, en el cual cambias tu vida, cambias las conductas, cambias todo y poco a poco lo que vas viendo es que, a través de la medicación, a través del entorno que hay en ese centro de terapeutas, que son gente que han pasado la enfermedad igual que tú, a través de compañeros que se están rehabilitando y que llevan más tiempo que tú ves que esto es posible”

Tal y como detalla, poco a poco “la balanza va tirando hacia el lado de yo quiero un futuro, yo quiero una vida, yo quiero ser feliz, yo quiero sentir, yo quiero querer, yo quiero muchas cosas que antes no era capaz de tener porque era un enfermo y la droga me anulaba completamente como persona”.

La ayuda de Álex Florensa

Álex Florensa ha orientado esa experiencia personal en ayudar a quienes pueden estar viviendo el drama de las adicciones. “Cuando me rehabilitan salgo como un cohete, con unas ganas de vivir enormes y de hacer cosas”. Es entonces cuando decide montar para ayudar a otras personas un pequeño centro que, poco a poco, va creciendo.

“Una de las cosas que me han ayudado más para rehabilitarme ha sido el deporte. Yo les inculco a los pacientes pues mi pasión por el deporte y les invito a andar, hablar de cosas, hacer terapia andando, generas endorfinas, estás contento, sientes, vives, hueles, todo es fantástico. Yo creo que andar es una manera fantástica para poder rehabilitar a la gente, aparte de la terapia cognitivo-conductual”.

Florensa empieza a entrenar a sus pacientes para hacer carreras de montaña, marchas de resistencia y carreras. “Llegó un momento en que hablando con mi mujer surgió la idea de recorrer toda Cataluña a pie haciendo prevención, charlas por todos sitios y un tratamiento itinerante con los pacientes en los que empezamos desde una punta de Cataluña y acabamos en otra, 800 kilómetros en un mes. Tienen que escribir un diario, tienen que lavarse la ropa, hacerse la comida, acompañarme a las charlas, hablar ellos también, explicar pues historias. Es una cosa que ha funcionado muy bien con los pacientes y con la gente que ha venido a las charlas y que nos ha escuchado.

De hecho, en muchos de los puntos a los que han llevado estas ‘terapia itinerante’ le han pedido que vuelva. “Esto lo empecé en el 2018; estamos en el 2025 y el único año que no hice ninguna fue en el 2020 por la pandemia. En 2021 di toda la vuelta a Cataluña a pie, hice 1.200 kilómetros y eso lo hice solo porque no podía llevar pacientes porque había un cierre perimetral”.

En ese contexto decidió dar la “toda la vuelta a Cataluña” y empezar a dar charlas, hacer prevención y, sobre todo, “luchar contra una cosa que es muy importante que es contra el estigma”.

“No puedo tener vergüenza de querer rehabilitarse o de lo que he sido. Soy un enfermo, soy un drogadicto pero cuidado, un drogadicto que me he rehabilitado y soy una persona capaz de llevar una vida normal sin consumir, feliz y haciendo cosas que me gustan, como todo hijo de vecino y eso es lo que yo transmito, la lucha contra el estigma y sobre todo el ayudar a la gente a encontrar un camino para dejar de consumir”.