Abengoa reitera que su deuda está bajo control

Su creciente cartera de pedidos, camino de los 50.000 millones de euros, le otorga margen de maniobra

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El miércoles en Londres y este jueves en Nueva York. Abengoa, la multinacional sevillana presidida por Felipe Benjumea, ha vuelto a ponerse bajo el foco para explicar a inversores y analistas que su alto endeudamiento está totalmente controlado con las nuevas concesiones logradas y que las perspectivas de crecimiento para los próximos años están garantizadas con la progresiva entrada en explotación de decenas de proyectos tecnológicos en los sectores de energía y medioambiente.

Y lo ha hecho señalando –en la exposición realizada por Manuel Sánchez, su consejero delegado–, que en 2014 podría aumentar su beneficio hasta un 30%, hasta los 130 millones de euros, para superar en 2015 los 200 millones de ganancias, y que, por fin, será posible compatibilizar ese crecimiento con una férrea estrategia de disciplina financiera.

La eterna lucha contra el alto capex

El eterno problema de una empresa que requiere financiarse a gran escala para afrontar las costosas inversiones que requieren sus proyectos, pero que, por culpa de los gastos financieros repercutidos ante el bajo rating de su deuda, no acababa de contar con el favoritismo de los mercados.

Al final, siempre la misma historia, unas perspectivas de generación de caja comprometidas por el alto nivel de capex (inversión en bienes capitales) que exige la puesta en marcha de este tipo de proyectos de alto calado tecnológico.

Sin ir más lejos, su deuda comenzaba el año con un crecimiento más que notable, con un incremento interanual superior al 25%, hasta colocarse por encima de los 8.508 millones, de los que 6.087 millones correspondían a los proyectos en marcha y los 2.421 millones restantes a la matriz.

Hechos contantes y sonantes

Abengoa llevaba tiempo diciendo que su preocupación por la generación de caja era manifiesta, pero analistas e inversores querían más. Querían hechos contantes y sonantes. En este sentido, el éxito de Abengoa Yield ha resultado providencial para ayudar a maximizar los retornos sobre las inversiones en las concesiones y, de paso, reducir el coste de capital de Abengoa.

El pasado 18 de junio, Abengoa Yield, su filial de energía y medioambiente, cerraba en Estados Unidos su oferta pública inicial de casi 29 millones de acciones a un precio de 29 dólares, logrando un bruto de 611 millones de euros (casi 830 millones de dólares), que, tras descontar comisiones y gastos, se quedaron en algo más de 500 millones.

1.800 millones de deuda corporativa

La cantidad que permitirá cumplir su objetivo de reducir la deuda neta corporativa a unos 1.800 millones de euros. O lo que es lo mismo, en torno a 2 veces su ebitda (resultado bruto de explotación), muy por debajo de las 3,7 veces que alcanzaba en 2012 o las 2,5 veces registradas en 2013.

La salida de Abengoa Yield ha sido una más de las iniciativas tomadas por Abengoa en los dos últimos años para despejar dudas acerca de su salud financiera, como una ampliación de capital y dos estrenos en el Nasdaq con los que ha conseguido captar más de 1.000 millones de euros, que se suman a los otros mil millones que obtuvo antes con la venta de Befesa.

Cartera de 48.000 millones

Al margen de las sempiternas dudas sobre su abultada deuda, Abengoa marcha como un tiro, con la cartera de pedidos en el nivel más alto de su historia, de más de 48.000 millones de euros, tras incrementarse un 11% hasta junio. Está compuesta por la cartera de ingeniería y construcción, de 7.700 millones, y los ingresos previstos en las concesiones, por encima de los 40.000 millones.

Sus casi 70 millones de beneficios en el primer semestre se asentaron sobre los 3.400 millones de facturación y un ebitda de casi 700 millones de euros, que crecía un 31% interanual.

Ingeniería y concesiones

La división de ingeniería y construcción ha seguido adjudicándose contratos nuevos, por un montante de casi 3.000 millones en el primer semestre de 2014, lo que sitúa la cartera de pedidos en 7.671 millones de euros, con unas oportunidades comerciales identificadas por valor de 165.000 millones de euros.

También las concesiones marchan viento en popa. Las ventas procedentes de este segmento se han incrementado un 46% debido a los nuevos activos que han entrado en operación y el buen comportamiento de los activos que ya están en marcha. La vida media restante de los activos contratados en concesiones es aproximadamente de 26 años.

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