Almirall tira la toalla en España

El presidente de la farmacéutica carga contra los recortes del sistema sanitario público y centra el crecimiento futuro del grupo en el mercado exterior

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“Nos vamos a quedar sin industria nacional”. Así de taxativo se ha mostrado el presidente de la farmacéutica Almirall, Jorge Gallardo, en la junta general de accionistas del grupo que se ha celebrado este viernes. En su intervención, ha cargado contra la gestión de la sanidad pública en España. “Es una vergüenza que en los últimos 40 años no hayamos sido capaces de convencer a la clase política de que el sector farmacéutico necesita un plan general”. Defiende que sólo se ha tenido una “visión cortoplacista” en este sentido: reducir gastos sin invertir en I D.

Para sobrevivir, la farmacéutica con sede en Barcelona mantiene la estrategia actual de apostar por la internacionalización. Según Gallardo, “en tres o cuatro años” la inmensa mayoría de las ventas del grupo se harán en el mercado exterior. La facturación internacional representa el 50% de las ventas de 2011, cuando tan sólo cuatro años antes era del 35%. Asimismo, en el último año, en el mercado nacional “ha retrocedido el 21,7%”.

Almirall cerró el ejercicio con un resultado neto de explotación de 84,2 millones de euros, el 29% menos que en 2010.

Ajuste de plantilla

El presidente explica que invertirán “para fabricar más materia prima”. Eso sí, la compañía no tiene previsto ampliar la capacidad productiva a corto plazo. “Las instalaciones actuales son suficientes. Exportaremos desde España y Alemania”. Como mucho, pondrán en marcha nuevas líneas en los centros actuales.

Para mejorar el resultado operativo del grupo, en 2011 cerró la factoría de Sant Just Desvern (Barcelona) y trasladó parte de la plantilla al centro de Sant Andreu de la Barca (Barcelona). En este proceso, se amortizaron 220 empleos, la mayoría técnicos y personal de administración. “Sin ningún expediente de regulación ni hacer ruido”. La fábrica vacía espera comprador.

Dos nuevos fármacos

A pesar de este escenario, Gallardo afirma que es optimista con el ejercicio presente. “Puede ser un año clave, un punto de inflexión con capacidad transformacional”. Están inmersos en las fases finales del desarrollo de dos nuevos fármacos: “Aclidinio para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y linaclotidsa para el síndrome del intestino irritable con estreñimiento (SII-E)”.

Desde el entorno del presidente aseguran que estos producto se empezarán a comercializar, como muy tarde, en el primer trimestre de 2013 en algunos países europeos. “Ahora contamos con el pipeline (la cartera de proyectos de I D) más prometedor de Almirall”. De hecho, reivindican la autoría del 15% de la innovación farmacéutica que se hace en el Estado.

El laboratorio se ha negado a entrar en el mercado de los genéricos, “están absolutamente protegidos por el Gobierno”. El presidente alerta de que es una arma de doble filo. Explica que el Ejecutivo aplicará los precios seleccionados. «Cuando tengan un grupo con el mismo principio activo, abrirá un concurso para ver quién lo deja más barato”. Es muy claro en este punto: “Me gustaría ver el margen real de los laboratorios”.

Dividendo

Los accionistas de Almirall han dado luz verde al reparto de 29,5 millones de euros en forma de dividendo flexible. Es decir, quién quiera cobrará unos 0,18 euros por título o adquirirá más acciones del grupo. La medida se aplica, básicamente, para “conservar más caja por motivos de prudencia”. La compañía realizará “inversiones comerciales y en I D relevantes” por el lanzamiento de los dos nuevos productos.

En la junta, el presidente ha recibido críticas porque desde que Almirall empezó a cotizar –en julio de 2007–, las acciones se han devaluado el 57%. Según su punto de vista, se explica por el entorno macroeconómico, particularmente difícil para el sector farmacéutico español. A modo de conclusión, recuerda que en los tres primeros meses del año los títulos se han valorizado el 22%. “Tengo la esperanza de que se recuperarán algún día […] La vida de las compañías es larga”.

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