Adiós a los coches en el centro: DGT plantea expulsarlos y subir impuestos a gasolina y diésel
El Gobierno prevé eliminar las ventajas fiscales que ha tenido el diesel para igualar su tributación a la de la gasolina
Cambios de la DGT para 2026
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Más allá de las balizas V16, la Dirección General de Tráfico (DGT) ya tiene lista la hoja de ruta que seguirá en 2026. Una de las primeras bazas del organismo liderado por Pere Navarro es que los municipios españoles tengan vía libre para establecer tasas por el acceso de vehículos de gasolina y diésel a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Este tipo de tasas ya existen en ciudades como Madrid y Barcelona, consolidándose como una herramienta clave en la gestión del tráfico urbano y la contaminación. En la capital existe Madrid 360, anteriormente denominado Madrid Central. Esta zona va ampliándose poco a poco, abarcando barrios que se ubican fuera de la M30.
Estas nuevas tarifas de la DGT se sumarán a las restricciones actuales para coches más antiguos o contaminantes y se calcularán según factores como el tipo de vehículo, la hora del día o la zona concreta. Incluso algunos ayuntamientos estudian aplicar peajes urbanos temporales en horas punta o durante episodios de alta polución, con exenciones para coches eléctricos y vehículos con etiqueta ambiental más limpia.
El objetivo en este sentido es doble. Por una parte, reducir la congestión y la contaminación, y por otra incentivar la transición hacia flotas eléctricas y de bajas emisiones, incluyendo taxis y vehículos de reparto.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han advertido que estas medidas podrían llevar a muchos conductores a adelantar la renovación de su vehículo hacia modelos más eficientes o eléctricos.
De hecho, según el Observatorio de Combustibles Alternativos, esta tendencia ya se refleja en el mercado. En este año, las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables muestran un crecimiento constante, impulsadas por los incentivos públicos y la ampliación de la oferta de modelos disponibles.
El Gobierno subirá impuestos al diésel y la gasolina
Además de la decisión de la DGT de regular el tráfico en el centro de las ciudades, los conductores españoles tendrá un nuevo obstáculo. El Gobierno de España cerrará 2025 con un nuevo paquete de medidas fiscales que encarecerá el uso de coches diésel y de gasolina.
Estas decisiones buscan reducir la dependencia de los combustibles fósiles, acelerar la transición hacia el vehículo eléctrico y reforzar la financiación de infraestructuras públicas. Mientras se mantienen las ayudas a la compra de coches eléctricos e híbridos enchufables, los vehículos de combustión afrontarán un entorno fiscal más exigente.
Según las estimaciones realizadas por la OCU, el precio del diésel podría aumentar entre 7 y 11 céntimos por litro.
Una de las medidas clave será la reforma del impuesto al diésel. El Ejecutivo prevé eliminar poco a poco las ventajas fiscales que ha tenido este carburante para igualar su tributación a la de la gasolina.
Repostar un depósito de diesel podría costar 6 euros más
Este encarecimiento tendría un efecto inmediato. Al repostar, un depósito medio podría costar hasta 6 euros más, lo que supondría más de 100 euros adicionales al año para un conductor que recorra unos 15.000 kilómetros. El impacto sería aún mayor en el transporte profesional y en los vehículos pesados, donde el consumo de diésel es mucho más elevado.
Desde el Gobierno de Pedro Sánchez han defendido este cambio fiscal como una herramienta necesaria para reducir las emisiones de CO₂ y alinear la política tributaria española con el Pacto Verde Europeo. Desde la Unión Europea han considerado que la reforma del impuesto sobre los hidrocarburos es un paso clave para acceder a fondos comunitarios vinculados a la transición ecológica y la innovación.
A estas subidas se suma la decisión de la DGT, abriendo la posibilidad de que los ayuntamientos implanten tasas por circular en Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), una medida pensada para reducir la presencia de vehículos térmicos en los centros urbanos y favorecer opciones de movilidad más sostenibles.
