Pere Navarro, director de la DGT, habla alto y claro sobre las balizas V16: «No habrá prórroga»

La baliza V16 conectada será obligatoria en España a partir del 1 de enero de 2026 y sustituirá definitivamente a los tradicionales triángulos de emergencia en la mayoría de vehículos. La DGT, con Pere Navarro al frente, ha sido tajante: no habrá prórroga y recuerda que los conductores han tenido cinco años para adaptarse al cambio.

El 1 de enero de 2026 es la fecha marcada en el calendario: desde ese día todos los vehículos a motor, salvo motos y ciclomotores, deberán llevar una luz V16 conectada y homologada para señalizar averías o accidentes. La norma implica que los triángulos de emergencia dejarán de ser válidos en vías interurbanas y su uso podrá conllevar multas de hasta 200 euros.

Hasta el 31 de diciembre de 2025 se permite una fase de convivencia: se pueden utilizar triángulos o balizas V16, con o sin conectividad, siempre que estén homologados. Desde 2026, en cambio, solo serán legales las V16 conectadas a la plataforma DGT 3.0, que permiten geolocalizar el vehículo inmovilizado y avisar al resto de usuarios de la vía.

Pere Navarro ha insistido en que el anuncio de este cambio no es nuevo: se comunicó ya en 2021, cuando se modificó el Reglamento General de Vehículos y se introdujo el nuevo dispositivo como sustituto progresivo de los triángulos.

Su mensaje es claro: “en España se tiende a dejarlo para el último día, pero esta vez no habrá ampliación de plazos”, en referencia a la compra de la baliza.

La DGT reconoce que, aunque la norma se aplicará desde el primer día, habrá una cierta flexibilidad inicial en el control y las sanciones, especialmente durante los primeros meses de 2026, con un enfoque más pedagógico que punitivo.

Aun así, Tráfico recalca que esa flexibilidad no significa aplazamiento legal y que los agentes podrán denunciar los incumplimientos.

Pere Navarro: baliza V16

El cambio responde ante todo a un criterio de seguridad vial. Cada año se registran en España decenas de atropellos de personas que bajan del vehículo para colocar los triángulos, especialmente en autopistas y autovías.

Solo en 2024 murieron más de 1.150 personas en siniestros en carretera, y el atropello de peatones en vías interurbanas es uno de los escenarios más graves y complejos de gestionar.

La baliza V16 permite señalizar la presencia de un vehículo parado sin necesidad de salir al exterior, reduciendo de forma drástica el riesgo de atropello.

El dispositivo se coloca sobre el techo con un imán, se activa desde dentro del coche y emite una luz intermitente visible a más de un kilómetro, incluso con lluvia o baja visibilidad.

Además, las V16 obligatorias deberán ser “conectadas”, lo que implica que integran un módulo de comunicaciones (tipo IoT) que envía la posición del vehículo averiado a la plataforma DGT 3.0.

Esta información se podrá compartir con paneles de mensaje variable, con apps de navegación como Google Maps o Waze y con otros sistemas de a bordo, avisando a los conductores que se aproximan a la incidencia.

La conectividad será gratuita para el usuario durante al menos 12–13 años, incluida en el precio del dispositivo, sin cuotas ni suscripciones adicionales.

Para estar seguro, la recomendación es adquirir modelos que aparezcan en el listado de V16 homologadas por la DGT, que garantiza tanto la calidad de la iluminación como la conexión con DGT 3.0.