Caixabank culpa de su ERE al mercado

El banco español justifica por la presión del negocio y las exigencias de rentabilidad el recorte de 2.157 personas que plantea

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Con unos beneficios de 1.985 millones de euros en 2018 (+17,8%), Caixabank tiene en marcha un expediente de regulación de empleo para 2.157 trabajadores. Sin la estabilidad económica a simple vista en jaque, la cúpula de la empresa justifica el recorte con las rentabilidades exigidas por el mercado y la presión sobre el negocio financiero. Es el mercado, amigos, vino a decir.

Después de que unos 200 empleados se manifestaran antes de la junta de accionistas 2019, celebrada en Valencia, y varios sindicatos tomaran la palabra en el turno de preguntas, el presidente de la entidad, Jordi Gual respondió mirando al futuro. «Es cierto que los beneficios se han situado cerca de los 2.000 millones de euros, pero esta mejora no garantiza nada en los próximos años», emplazó.

Además, el resultado no sacia a los inversores, como demuestra que la acción haya caído un 5,11% en lo que va de año. «En términos de rentabilidad sobre el capital, esta cifra sólo representa lo que exigen los inversores; el retorno debe mantenerse», aseguró el directivo.

A esta tesis se sumó el consejero delegado, Gonzalo Gortázar. «La rentabilidad en 2018 fue del 9,3% y esta en el mínimo razonable para una entidad financiera, no estamos en una situación holgada», explicó. Para el próximo plan estratégico, el objetivo es incrementar el Rote (retorno sobre el capital tangible) hasta el 12% para 2021; un salto frente 3,4% en el que este índice estaba en 2014.

Y más allá del apetito del mercado, Caixabank también sufre la situación particularmente complicada de los bancos. «La banca está sujeta a una enorme presión competitiva, con tipos de interés cercanos al cero y crecimientos de volumen inexistentes», añadió Gual. Pero al entorno macroeconómico se suma el cambio de hábitos de los clientes. La apuesta por la banca digital y las nuevas tecnologías provocó que muchos de los consumidores más jóvenes visiten menos las oficinas. 

Con ambos factores sobre la mesa, el nuevo plan estratégico del banco contempla el cierre del 18% de las oficinas. «Caixabank se ha destacado siempre por adelantarse, tenemos que tomar estas medidas ahora, cuando tenemos la capacidad de hacerlo», cerró Gortázar.

Las negociaciones entre Caixabank y los sindicatos

La empresa se mantiene firme y, a pesar de admitir que «tratará de replantear» la forzosidad del ERE, aseguró que el recorte «reforzará el modelo de negocio y la capacidad de generar valor de forma sostenida tanto en los años del plan como a largo plazo».

Gortázar, el encargado de pilotar las conversaciones, admitió que el sector está en una situación compleja, «y en este sentido se enmarca la negociación con los sindicatos». «Todo lo que hemos logrado es gracias a la plantilla», agradeció en su intervención.

Una ayuda sería que terminase la política de tipos bajos del Banco Central Europeo. Con la entidad en pleno debate sobre la fecha de una futura subida de los tipos –que pinta lejana–, Jordi Gual alentó al cambio de tendencia. «Sería una decisión positiva y alentadora ya que la situación que provocó esta política, cuando se temía una posible deflación, ya ha quedado superada».

Las tensiones comerciales, el brexit y las políticas monetarias de los reguladores indican que la volatilidad no se despegará de Caixabank en los próximos meses. Con España y Portugal creciendo por encima de la media europea, Gual también pidió ayuda a los gobiernos de ambos países y los alentó a «retomar las reformas» para recortar la deuda pública e incrementar la competitividad.

Carles Huguet

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