Catalunya se rinde a la moda ‘low cost’
A la ampliación de la Roca Village se suma la apertura de otros dos megacentros 'outlet', uno en la Jonquera y otro en Viladecans
La subida de impuestos, el encarecimiento de los precios y los sueldos cada vez más recortados convierten cada final de mes en una cuesta de enero. Como consecuencia, los consumidores se lanzan a por las gangas y descuentos especiales en todos los ámbitos. La ropa no es una excepción.
Si existe una fuerte demanda, aparece la oferta. Muestra de ello es la proliferación de outlets o grandes espacios comerciales con artículos de temporadas pasadas e importantes rebajas que pueden disminuir el precio final a la mitad. Catalunya es una de las comunidades que se ha rendido a esta moda low cost.
Hasta ahora, el megacentro de oportunidades por excelencia era La Roca Village, en el Vallès Oriental, con más de tres millones de visitantes y un centenar de firmas, el mapa se va a ampliar con dos nuevos espacios, uno en la Jonquera (Girona) –que abre las puertas el próximo 16 de mayo– y otro en Viladecans (Barcelona).
Ropa de bajo coste
La superficie comercial dedicada a estos outlets crecerá, además, con la ampliación que acometerá este año La Roca Village. La compañía Value Retail, promotora del centro comercial, pretende ampliar el espacio con 6.500 metros cuadrados más para que se puedan instalar otra treintena de marcas y crear 300 nuevos empleos. Así, estará en mayor igualdad de condiciones que sus próximos competidores y podrá mantener el podio.
El nuevo Gran Jonquera Outlet & Shopping, promovido por Grupo Escudero, consta de 30.000 metros cuadrados de superficie comercial y supondrá la creación de cientos de puestos de trabajo. En él se instalarán firmas como Guess, Nike o Benetton y pretende captar a los turistas franceses, por su ubicación, apenas a 5,5 kilómetros de la frontera con el sur de Francia.
Y el último proyecto que se ha presentado, con la presencia del conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, es el de Viladecans. Se construirá en unos terrenos de 7,5 hectáreas que le vendió la propia Generalitat –a través del Institut Català del Sòl (Incasol)– por 80 millones de euros al grupo Neinver y que pretende emplear a 1.000 personas de forma directa.
Rechazo de los pequeños comerciantes
Sin embargo, lo que unos ven como una oportunidad de negocio y una forma de frenar la sangría del paro, otros consideran que es una amenaza para el sector y supone pan para hoy, pero hambre para mañana.
Así, mientras miembros del gobierno catalán aparecen en las fotos de las inauguraciones y aplauden estos tipos de proyectos, la Confederació de Comerç de Catalunya, liderada por Miguel Ángel Fraile, rechaza la promoción de estos megacentros.
“Es el término glamuroso de una tienda de oportunidades. Se trata de productos de temporadas pasadas o con alguna tara”, subraya Fraile a Economía Digital. Y es que aunque la Confederació entiende que este boom es algo efímero que durará sólo unos años, lamenta que Catalunya sea el vertedero de la ropa barata.
Daños a la industria
Para Fraile, este tipo de espacios comerciales van en detrimento de los diseñadores y de todos aquellos que se dedican a la industria textil, produciendo una caída muy profunda en todo el sector.
“Lo que hace es empobrecer a la industria. No se queda ningún beneficio aquí. Los puestos de trabajo que se generan, se destruyen por otro lado. Además, que se justifique su construcción en que son centros pensados para los turistas es mentira. Los que visitan Catalunya con un poder adquisitivo alto quieren primeras marcas. A los outlet no van los turistas de cinco estrellas.”, insiste con un tono de resignación el portavoz de los pequeños y medianos comerciantes catalanes.