El chorizo español sale a la conquista de Europa

El chorizo español cuenta un consorcio empresarial para promocionarlo en el exterior, pero algunas de las grandes corporaciones han preferido quedarse fuera

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Los fabricantes de chorizo se han unido para promocionar este producto por todo el mundo. A finales de 2015, dieciocho empresas constituyeron el Consorcio del Chorizo Español (CChE). En su primer año de actividad, el Consorcio ha llegado a la veintena de socios y ha colocado más de 850 toneladas de productos etiquetados con la marca del CChE en treinta países extranjeros. Desde la entidad subrayan que no son tan importantes las toneladas selladas con su logotipo –suponen entre el 2,5% y el 3% del total de chorizo español exportado- como la decisión de “posicionar” este embutido en el exterior.

Mientras que los productores de jamón serrano han dejado morir su fundación, que se encuentra en situación de concurso de acreedores, los productores de chorizo impulsan un consorcio con el mismo objetivo: promocionar su producto en el mundo. Curiosamente, la mayoría de estas empresas se dedican tanto al jamón como al chorizo. Sus productos son de cerdo blanco. Los del cerdo ibérico juegan en otra categoría.

Un consorcio con significativas ausencias

Entre los veinte socios del Consorcio del Chorizo Español se encuentran las grandes empresas del sector, pero faltan algunas. No están Palacios, Argal, Campofrío o Espuña. Desde esta última corporación se indica que el chorizo no es su principal producto, aunque también lo exportan y cuentan, incluso, con una filial en los Estados Unidos. Desde otro grupo se apunta que no necesitan de ningún consorcio para buscar nuevos mercados. 

Al Consorcio del Chorizo se han adherido fabricantes de toda España. En Galicia, Coren (Ourense) y Torre de Núñez (Lugo). En Castilla-León, Chacinerías Díaz (Salamanca), Cárnicas Iglesias (Salamanca), Embutidos Rodríguez (León) y Palcarsa (León). En la Rioja, Grupo Alejandro Miguel, La Alegría Riojana, Martínez Somalo y Loza. En Navarra, Goikoa y Galar. En Cataluña, Boadas 1880 (Girona), Noel (Girona), Ramón Ventulá (Girona) y Corporación Alimentaria Guissona (Lleida). En Castilla-La Mancha, Industrias Cárnicas Tello (Toledo), España e Hijos (Toledo) y La Hoguera (Soria). Y en Andalucía, Carchelejo (Jaén).

Diferenciar el chorizo español de sucedáneos de inferior calidad

Alfonso Alcázar, director general del grupo Tello, preside el Consorcio del Chorizo y, con anterioridad, había dirigido el Consorcio del Jabugo. Su objetivo es que los mercados extranjeros diferencien el chorizo español de otros sucedáneos de calidad inferior. No sólo se trata de ayudar a las empresas asociadas a exportar más, sino de posicionar un producto para que sea apreciado por los consumidores de otros países.

En el Consorcio del Chorizo Español faltan algunas grandes empresas como Palacios, Argal, Campofrío o Espuña

Según la memoria corporativa del CChE correspondiente a 2016, los doces primeros destinos de las exportaciones de chorizo español son europeos. Destacan, por este orden, Francia, Reino Unido, Alemania. Portugal y Bélgica.

Los productores de chorizo ibérico juegan en otra división. Los más conocidos comercializan sus productos amparados en denominaciones como las de Guijuelo (Salamanca), los Pedroches (Córdoba), Huelva o la Dehesa de Extremadura. Son empresas más pequeñas. La principal organización empresarial del sector es la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici), que reúne a productores tanto de jamones como de embutidos.

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