Demetrio Carceller: «Pescanova ha sido una puñetera estafa»

El presidente de Damm cerrará "definitivamente" la aventura con la pesquera gallega en la junta de este lunes y anuncia acciones legales que da por perdidas de entrada

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«Lo de Pescanova es como cuando persigues a una niña de tu clase que te gusta durante toda la etapa escolar y al final se va con otro. En el instituto se te pasa, pero es frustrante». El presidente de Damm, Demetrio Carceller, describe con este ejemplo el ánimo general en la cúpula de la cervecera tras truncarse la adquisición de la pesquera gallega. Hombre parco en palabras y de discurso altivo, ha señalado que la operación ha “comido a Damm 40 millones de euros porque nos han metido la mano en la cartera”. “Lo de Pesacanova ha sido una puñetera estafa”, ha sentenciado.

Carceller señala como responsables a la banca acreedora, quien “tenía la llave” para dar el visto bueno al plan de negocio de Damm junto a Luxempark para sacar a flote al grupo gallego. “Nosotros intentamos salvar la empresa, pero llegó un momento en el que unos señores decidieron que ellos podrían dirigirla. No tengo nada más que añadir”, declara. Aunque no se muerde la lengua al describir a la banca: “Son señores que, según leí, en los últimos dos o tres años han ingresado hasta 500 millones de euros en intereses y comisiones”.

Batalla legal

La cúpula de Damm cierra de forma definitiva la operación de compra fracasada de Pescanova en la junta de accionistas de este lunes. La adquisición frustrada es el principal hito del ejercicio que se comenta a los propietarios de la cervecera, la tercera en el país con una cuota del 26%. El presidente reconoce que han iniciado una causa legal para intentar recuperar algo del capital invertido en sacar a flote a la pesquera gallega, aunque da por perdida la causa incluso antes de que un tribunal se haya pronunciado. “No vamos a recuperar nada”, afirma.

La provisión de la inversión que se hizo en la compañía gallega lastró los beneficios consolidados de Damm hasta los 70 millones de euros, frente a los 82 del año anterior. “Si no, este año hubiera sido un récord”, señala el director general, Enric Crous. En el ejercicio en curso esperan alcanzar los 1.000 millones, un hito que persiguen desde hace años.

Crecimiento

El objetivo de Damm es continuar su expansión. Por ahora, estudian entrar en nuevas empresas y aumentar el peso en sus participadas; una cartera que incluye grupos como Cacaolat junto a la familia Daurella (Cobega), Ebro Foods o el grupo Rodilla (Café de Indias, Sandwich Rodilla y cafeterías Jamaica). “Si podemos, haremos adquisiciones fuera, en países del ámbito OCDE”, indica Carceller.

El crecimiento orgánico también está en los planes de futuro, pero de forma más moderada. La cúpula de Damm ha puesto el freno a la inversión en mejoras de las infraestructuras fabriles, donde ha destinado 35 millones de euros en tres años para mejorar sus eficiencias. Carceller y Crous señalan que en los próximos dos años pueden operar en el estado actual. Plantean nuevas ampliaciones con este horizonte de tiempo. Incluso han preparado el terreno al adquirir los solares adyacentes al actual recinto de El Prat del Llobregat (Barcelona). “Queremos ser la primera marca de cerveza en España, ya veremos cómo lo hacemos”, sentencia con un tono altivo y mesiático el presidente.

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