El ‘efecto Bañuelos’ se diluye en Amper

La compañía acumula deudas por valor de 120 millones de euros

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Amper, controlada por Enrique Bañuelos, está a un paso de formar parte del furgón de cola de las penny stocks, las compañías cuyas acciones bursátiles cotizan por menos de un euro. A 1,07 euros cerró el pasado viernes.

Hace un año, tras la toma de control del empresario valenciano nada más regresar de su periplo brasileño, la tecnológica valía justo el doble, y las perspectivas eran favorables, pero las cosas, al menos de momento, no marchan como se esperaban, y el retroceso anual bursátil del 35% viene a demostrarlo.

La entrada de Ezentis

Entre las cuestiones enquistadas está el respaldo que Amper había recibido de Ezentis el pasado mes de octubre, cuando la empresa presidida por Manuel García-Durán apostó fuerte al comprar casi 1,9 millones de títulos.

Se convertía, con el 5,75% del capital, en el tercer accionista de referencia de Amper tras Veremonte –la firma patrimonial de Bañuelos–, y Tvikap, el fondo domiciliado en Suecia del que son partícipes, entre otros, dos inversores gallegos de postín, el ex presidente de Fadesa, Manuel Jove, y Rosalía Mera, ex esposa de Amancio Ortega y considerada la mujer más rica de España.

Decía entonces García-Durán que la fuerte apuesta inversora realizada en Amper buscaba algo más, aunar esfuerzos y buscar sinergias entre ambas compañías, entre ellas las que pudieran derivarse de un sinfín de contratos en la entonces recién anunciada operación de Barcelona World. Pero, el feeling entre Bañuelos y García-Durán no parece haber llegado a buen puerto.

Baja el valor de las acciones de Amper 

Tres meses después de la entrada se produjo ya el primer movimiento de salida, con la venta parcial de casi un 1%, y, si no se ha desprendido del 4,87% que todavía mantiene se debe exclusivamente al fuerte retroceso que las acciones de Amper han registrado respecto al precio por el que Ezentis las compró en octubre.

No obstante, habrá que ver si detrás del alto volumen de negociación de acciones de Amper –casi todo, ventas– se encuentra la desinversión adicional de la compañía presidida por García-Durán.

Participación de Liquidambar 

Si no ha sido Ezentis la protagonista de estas ventas, todos los ojos miran hacia Liquidambar, una sociedad de inversiones propiedad de EBN, entidad de banca mayorista cuyo accionariado se reparten Caja España-Duero, Ibercaja, Unicaja, la balear Sa Nostra (integrada en BMN) y Caja de Ahorros del Mediterráneo (absorbida por Banco Sabadell).

Sus necesidades de financiación y el no haber movido un dedo para capear el efecto dilutivo de su participación, hasta el 4,23%, provocado por la ampliación de capital realizada, son argumentos que refuerzan la tesis de su retroceso participativo en Amper.

Ampliación de capital 

Mientras se despeja la incógnita de los protagonistas de estas ventas, los accionistas de Amper se vieron las caras el pasado martes en la junta que, entre otros acuerdos, sacó adelante la ampliación de capital por 4,575 millones de euros para compensar a los accionistas minoritarios de su filial norteamericana eLandia.

Será con aportaciones no dinerarias a través de la emisión de 2,691 millones de acciones nuevas con un precio nominal de 1 euro y una prima de emisión de 0,70 euros cada acción.

Deuda de 120 millones 

La renegociación de su deuda también está sobre la mesa. Más en concreto, un tercio de los 120 millones reconocidos al término del primer trimestre. Son los 43 millones que restan de amortizar procedentes de un préstamo sindicado suscrito en noviembre de 2011.

De momento, y para que las negociaciones se celebren sin la excesiva presión que suele darse en estos casos, Amper ha solicitado de las entidades financieras acreedoras de este sindicado un ‘stand still’ para que nadie caiga en la tentación de ejercer su derecho de ejecutar las garantías.

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