Fomento deja en un limbo a la plantilla de la AP-7

El Ministerio de Fomento quiere prescindir de más empleados de la AP-7 y la AP-4 que Abertis, aunque no deja claro el criterio a seguir

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El pistoletazo de salida del Gobierno al concurso para dejar sin peaje parte de la AP-7 y la AP-4 tendrá efectos secundarios para el empleo. Según los cálculos del Ministerio de Fomento, se pueden perder más puestos de trabajo de los previstos por Aumar, la concesionaria de Abertis que todavía gestiona las autopistas, lo que abriría más las puertas de salida de la multinacional de origen catalán. No obstante, los de Ábalos dejan los criterios a elección del futuro encargado del mantenimiento de las vías.

Fomento publicó este jueves los pliegos del concurso del mantenimiento de las autopistas de Aumar: la AP-7 sur, de Tarragona a Alicante, y la AP-4, de Sevilla a Cádiz. El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez decidió que todas las autopistas de peaje cuya concesión venciera durante su mandato pasaran a mejor vida. Fuera peajes y contratos solo de mantenimiento. Y en eso está, licitando el mantenimiento, aunque no llega a tiempo, en cinco tramos, cuatro para la AP-7 y uno para la AP-4.

Cuando se licitan estos contratos, se establece cuántos empleados de la actual concesionaria se subrogarán. Es decir, cuántos seguirán trabajando en la infraestructura cuando cambie de manos. Así se hizo en la AP-1, la primera autopista de peaje suprimida por el ministro José Luis Ábalos. En el caso de Aumar también lo ha hecho, pero ha dejado lagunas y dudas que pueden ser un riesgo para el futuro contratista.

Sumando los empleos que se pueden subrogar en los cinco tramos licitados, Fomento considera que son necesarios 144 empleados de Abertis (Aumar) en las autopistas una vez se levanten barreras y la empresa participada por la ACS de Florentino Pérez y Atlantia leve anclas. Esta cifra rebaja en 15 personas los cálculos de Aumar, por lo que podría obligar a la empresa a aumentar su ERE planteado para 140 personas —los trabajadores que no se puedan subrogar—.

Sin embargo, los pliegos del concurso no aclaran finalmente cuántos empleados de Aumar seguirán, lo que genera incertidumbre en las negociaciones del ERE que ya han empezado entre la empresa y los representantes de la plantilla.

Fomento publica dos listas de empleados para la AP-7 y la AP-4

La confusión la genera el hecho de que Fomento, para lavarse las manos, ha publicado dos listas de empleados en cada uno de los pliegos: la de Abertis y la que ha realizado el propio ministerio. En los términos del concurso especifica que sus cálculos son los que, a su parecer, se ajustan a la plantilla directamente relacionada con las actividades de conservación y mantenimiento.

Pero entre las cláusulas, no deja claro qué criterio seguir. Explica el motivo de introducir dos cálculos, el de la empresa y el propio, y establece que “las discrepancias sobre el alcance de la obligación de subrogación (…) constituyen una expresión del riesgo y ventura de este contrato”. El ministerio sí se protege ante posibles reclamaciones judiciales en el caso de que no se sigan sus cálculos.

Las cifras del ministerio son parecidas a las de Abertis en Alicante, Castellón y Tarragona, pero no así en Valencia y Sevilla. En la primera de estas provincias, Fomento considera solo imprescindibles 29 empleos, por 37 de Abertis. En la ciudad andaluza, son 27 contra 31. Los motivos de estas discrepancias es que en estas ciudades, Aumar cuenta con oficinas cuyos empleados no serán necesarios, a ojos del Gobierno.

En Tarragona, la diferencia entre los cálculos de Abertis y los de Fomento es de dos personas (36 contra 34) y en Castellón de una (32 contra 33). En Alicante, empresa y administración han dado la misma cifra, 22 personas seguirían trabajando.

Dudas en el ERE de Abertis

Mientras el concurso avanza, aunque no llegará a tiempo, también ha arrancado el ERE de Abertis, presentado para 140 personas. La empresa ha puesto sobre la mesa una oferta de indemnización por el máximo legal, lo que pedían los representantes sindicales pues es lo que les reconoce el convenio. También pedían voluntariedad y esta, de momento, no se ha planteado.

La duda ahora es si el baile de cifras del ministerio y las posibles consecuencias legales harán variar las cifras del expediente de Aumar. No es imperativo, pues lo deja a criterio del futuro contratista, y cuando éste llegue, el ERE ya debe haberse ejecutado. Pero puede dar lugar a reclamaciones tanto de licitadores como de empleados afectados por el doble criterio. En las próximas semanas se verá.

Xavier Alegret

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