Henkell traslada a Alemania la producción de dos vinos Freixenet

El grupo Henkell-Freixenet producirá dos vinos destinados principalmente al público germano en su país de nacimiento para aprovechar sinergias

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El grupo Henkell trabaja intensamente en el diseño de la Freixenet del futuro. Si el conglomerado alemán ya avisó de que reduciría el entramado societario y vendería algunas bodegas de vino tranquilo, ahora prepara la migración de algunos productos con tal de aligerar la estructura de costes. Por ello, dos vinos volarán de Sant Sadurní d’Anoia.

Fuentes del líder del cava explican a Economía Digital que a partir de abril de 2019 las marcas Mia y Mederaño se elaborarán en Alemania para aprovechar sinergias.

La razón, explican las mismas voces, es que los productos están destinados principalmente al mercado germano. El 73% de las ventas de Mia se realizan en el país centroeuropeo mientras que el Mederaño es un vino destinado exclusivamente a Alemania.

Henkell fundó la sociedad que elabora el Mia y el Mederaño

Ambos vinos ya tienen una vinculación histórica con Henkell. Los dos son comercializados por una sociedad que fue fundada en Sant Sadurní por el grupo alemán hace ya más de tres décadas. Años después, Freixenet adquirió el 50% de la empresa y, posteriormente, se quedó con su totalidad.

A pesar de que el peso de Mia y Mederaño en la cartera de ventas de la compañía es reducido, sí son importantes en la filial que los produce –aunque en el caso del segundo sólo lo embotella, pues el vino procede de La Mancha–.

Los sindicatos ya están en alerta y, si bien la compañía da por hecho el traslado, advierten de que tienen medidas para hacer presión si se produce una afectación sobre el empleo en Sant Sadurní. «Nuestra prioridad es defender a los trabajadores y al sector del cava», avisan.

Henkell ya salvó su primera ‘patata caliente’

Antes, calma tensa, pues Henkell ya apagó su primer incendio en la empresa que ahora dirige Pedro Ferrer. La cavista, alcanzó a comienzos de diciembre un acuerdo “parcial” para aprobar el nuevo convenio colectivo. Tras meses de reuniones, la cúpula y los trabajadores llegaron a un pacto para los salarios del año 2018 que aplaza el grueso de las conversaciones hasta el mes de enero, cuando se debatirá el resto de las propuestas.

Tanto Freixenet como Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario, confirmaron el acuerdo, que comenzará con un pago equivalente al 2% del salario bruto anual que se realizará el próximo mes de enero. Además, se incrementará el 1% el salario de manera “provisional”  sobre los estándares previstos en 2017.

Sin embargo, los trabajadores no se dan por satisfechos con la firma y lograron mantener abierta la negociación del ejercicio 2018 para consolidar la subida del 2%. Queda sobre la mesa las posibles subidas para la temporada 2019.

Carles Huguet

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