La Generalitat busca al nuevo jefe de los comerciantes entre patronales afines

La consejería de Empresa ha firmado convenios y dado subvenciones a tres organizaciones distintas en una semana, para ''fomentar el modelo catalán de comercio''

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La desaparición de la Confederació de Comerç de Catalunya (CCC), la gran patronal de los comerciantes catalanes, ha dejado un importante vacío en el sector que muchos están dispuestos a llenar. Organizaciones como Pimec Comerç o el Agrupament de Botiguers i Comerciants, que estaba integrado en la CCC, ya han captado a ex socios de la patronal extinta y han mostrado su predisposición a seguir haciéndolo.

La Generalitat ha tomado posiciones en la batalla por este sobrevenido nicho patronal y ha empezado a repartir subvenciones. Tras meses sin acciones en comercio, la consejería de Empresa se puso las pilas en octubre con varias iniciativas dedicadas a la innovación y la modernización del sector. En noviembre fue más allá y empezó con las subvenciones directas a patronales. Todas ellas, cercanas.

Tres convenios en una semana

El 3 de noviembre, el conseller Jordi Baiget firmó con el presidente de Cecot, Antoni Abad,  un convenio para «fomentar, promocionar y difundir el modelo catalán de comercio de proximidad». Ese modelo que siempre ha defendido a capa y espada el Govern y por el que abogaba sin tapujos, siempre que tenía un micrófono delante, Miquel Àngel Fraile, el repudiado ex secretario general de la CCC, señalado por la propia organización como el culpable de su debacle.

La subvención es de 40.000 euros y se destinará a cofinanciar el plan de actuaciones de Cecot, que incluye una comisión de comercio, una jornada para promocionar el sector, formación y planes de fidelización. Un plan destinado a los comerciantes, pero también muy útil para una patronal interesada en captar nuevos socios que quieran beneficiarse de estas actuaciones.

La Generalitat también echará una mano a Comertia. En este caso, se trata de una patronal independiente y sectorial. Como en el caso de Cecot, cofinanciará el plan de actuación de Comertia, que contempla acciones como el fomento de la economía circular, el análisis de nuevos formatos y la internacionalización del sector. Eso, siempre «coincidiendo con la voluntad de difundir el modelo catalán de comercio de proximidad».
 
Pimec, la más beneficiada

Jordi Baiget y el presidente de Comertia, Joan Carles Calbet, firmaron este convenio, de 50.000 euros, el pasado miércoles. Un día después fue el turno de Pimec. La Generalitat pagará la mitad del plan de actuaciones de esta patronal, de 242.000 euros, de nuevo para la defensa del omnipresente modelo catalán de comercio.

El plan que firmó Baiget con Àlex Goñi, presidente de Pimec Comerç, contempla actuaciones en cuatro áreas: representatividad y comunicación entre los gremios y comercios y la Generalitat; asesoramiento técnico y apoyo logístico y legal en pequeñas poblaciones; integración de comerciantes extranjeros, y promover el asociacionismo en municipios pequeños.

Es un plan de actuaciones que parece más una auténtica acción comercial destinada a ganar socios que no un interés en difundir el modelo de comercio de proximidad. Pero Pimec no engaña a nadie. Hace un mes, en una entrevista en Europa Press, Goñi admitió que negociaba la entrada de socios de la Confederació de Comerç y la patronal no ha negado que piensa seguir haciéndolo.

Foment, espectador

Quien no mueve ficha, ni ha recibido por ahora un euro para hacerlo, es Foment del Treball. La principal patronal catalana, a la que estaba asociada la CCC, puede perder peso entre los comerciantes si Pimec Comerç o Comertia se hacen fuertes. Incluso si lo hace Cecot: aunque la patronal de Terrassa forma parte de Foment –es su socio territorial más importante–, sus relaciones no son buenas, y una opa de Cecot al sector comercial puede tensar todavía más la cuerda, sobre todo si Abad se sale de su territorio.

No deja de ser curioso que la Generalitat haya iniciado estas actuaciones ignorando –prácticamente– a la principal patronal catalana. La única asociada a Foment de las tres subvencionadas es Cecot, y como se explica en el párrafo anterior, sus dirigentes están enfrentados. Comertia es independiene y Pimec representa a pymes y está a la greña con Foment por la representatividad patronal ante el Govern.

Cercanos al Govern

Además de las malas relaciones con Foment y su presidente, Joaquim Gay de Montellà, Cecot y Pimec tienen algo más en común: su defensa de la autodeterminación de Cataluña. Ello hizo que Artur Mas se acercara a Antoni Abad y a Josep González, presidente de Pimec, mientras sus discrepancias con Gay de Montellà eran públicas.                       

El Govern de Carles Puigdemont siguió en la misma línea. Cuando tomó posesión, Baiget, vecino de Terrassa, se reunió antes con Cecot que con Foment. Lo mismo hizo otro vecino de la cocapital del Vallès, Josep Rull, consejero de Territorio, para escuchar sus reivindicaciones en infraestructuras.

La batalla por la hegemonía entre las asociaciones de comerciantes está servida. Hay mucho por repartir: la CCC era un gigante, aunque, como se vio, y explicó detalladamente Economía Digital, tenía los pies de barro. Ahora está en concurso de acreedores con un agujero de 5 millones y sus representantes, tanto el ex secretario general como la última presidenta, Maria Rosa Eritja, están desaparecidos del mapa.

Xavier Alegret

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