La Generalitat hinchó su visita a Nissan en Japón

La consejera Àngels Chacón solo pudo reunirse con directivos de bajo nivel en su misión para garantizar el futuro de la fábrica de Barcelona

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“Nissan ha reafirmado su compromisos con su planta en Cataluña”. Este fue el titular que trató de vender la consejera de Empresa, Àngels Chacón, tras viajar a Japón la semana pasada y reunirse con ejecutivos del fabricante automovilístico tras los rumores de que iba a vender sus fábricas europeas. Con la instalación catalana al 25% de su capacidad, la política catalana trató de mandar a su tranquilidad, aunque sólo fuera recibida por el escalafón directivo más bajo de la organización nipona.

La Generalitat emitió un comunicado en el que informó de un encuentro con Osamu Goto, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales, y Miyuki Takahashi, directora de Relaciones Internacionales. “Nissan también agradeció el apoyo del govern en la nueva planta de pintura de la fábrica de Zona Franca”, añadió Chacón.

No obstante, el fabricante no movilizó a ninguno de sus ejecutivos de referencia para la visita. Nissan suma once miembros en el consejo de administración, ocho directivos en el comité ejecutivo y hasta 40 vicepresidentes de distintos rangos en su gobierno corporativo. Pues bien, ninguno de ellos se vio las caras con la consejera. Fue un vicepresidente de un escalafón inferior –común en la industria— el que se entrevistó con la emisaria de Quim Torra.

Junto al vicepresidente Goto estuvo la directora de Relaciones Internacionales, ya totalmente fuera de la estructura directiva del gigante nipón. A Chacón la acompañaron el consejero de Territori, Damià Calvet, y la presidenta del Port de Barcelona, Mercè Conesa.

Tras la reunión, Nissan suspendió la actividad en una de las dos líneas que tiene en Barcelona por la falta de demanda

Con esta experiencia, la consejera no dudó en asegurar que la dirección de Nissan «no descarta» trasladar nuevos modelos a la fábrica de Barcelona. «No tenemos que sufrir por el futuro de la planta», defendió en una entrevista concedida a Catalunya Ràdio. Además, recordó que la empresa invertirá 70 millones en una nueva planta de pintura; una cantidad que prometió tras lograr aplicar un expediente de regulación de empleo para 600 trabajadores ante la falta de volumen.

Pero el optimismo hecho público por el Ejecutivo no se corresponde de momento con los hechos. Más allá de la atonía que arrastra la instalación desde la salida del Nissan Pulsar en verano de 2018, la multinacional japonesa paralizó una de sus dos líneas de producción el pasado 15 de noviembre en una decisión que se prolongará hasta el próximo día 25 ante la falta de demanda de las pick up que ensambla tanto bajo su marca como para Renault y Mercedes.

La medida afecta a alrededor de 800 empleados, que contabilizarán estas jornadas con días de flexibilidad negativa que deberían recuperar trabajando días festivos –en el hipotético caso que se necesitara–.

Salvar la fábrica de Seat en Martorell

Con el precedente sobre la mesa, el vicepresidente económico Pere Aragonés y el consejero de Trabajo, Chakir El Homrani, explicaron la semana pasada que estudiaban un viaje a Wolfsburgo –sede del grupo Volkswagen AG— para tranquilizar a los directivos de la matriz de Seat sobre la realidad en Cataluña tras varias semanas de protestas en las calles de Barcelona. Fue la reacción a las declaraciones del presidente de la automovilística española, Luca de Meo, en el foro Nueva Economía. “La imagen actual seguro que no ayuda a los inversores a apostar por Cataluña”, advirtió.

La idea no salió como esperaban. En una entrevista concedida a La Vanguardia, De Meo aseguró que la visita no tenía sentido. “Lo que les van a decir es que me llamen a mí y para eso tienen mi móvil; los que deciden somos yo y mi equipo”. Y añadió: “Algunos creen que mi trabajo es ir a Alemania a mendigar inversiones, cuando la realidad es que lo que se invierte en Seat se genera aquí, esta empresa se autofinancia desde hace cuatro años”.

Tras las declaraciones, el ejecutivo italiano y Aragonés se vieron las caras en el evento organizado por Foment del Treball. Y no rehuyeron el asunto de la visita, explicó el dirigente de Seat este martes. A pesar de limar las asperezas existentes, De Meo fue contundente: “Le pregunté directamente si sabía lo que iba a hacer a Wolfsburgo”.

El también recientemente nombrado miembro de la junta directiva del Círculo de Economía defendió que las discrepancias con la administración que lidera Quim Torra quedaron zanjadas. Por su tono pareció claro, eso sí, que poca gracia le hizo el amago de saltarlo de la Generalitat.

Economía Digital preguntó a la Generalitat si se había tomado ya una decisión definitiva sobre el viaje de los consejeros a la sede de Volkswagen pero no obtuvo respuesta. No obstante, este miércoles, Àngels Chacón se desmarcó del trayecto: ​“No hay ningún motivo para viajar a Alemania; no hemos recibido ninguna señal de alarma.

 

Carles Huguet

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