Nissan debilita todavía más su cuestionada fábrica en Barcelona

El grupo japonés baraja vender todo su negocio europeo, y la planta catalana vive su peor momento con continuadas rebajas de producción

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Nissan cerrará el año en Barcelona bajo mínimos. Y podría ser el último. El fabricante de coches japonés producirá sólo 52.878 vehículos en su planta catalana tras recortar de nuevo las cifras esta misma semana. Con la instalación por debajo del 40% de su capacidad y el temor de un brexit que amenaza a su infraestructura en el Reino Unido, la compañía estudia vender toda su red europea superada por las dificultades.

Según informa Bloomberg, Nissan sondea deshacerse de sus fábricas españolas y británicas debido a los problemas de producción que arrastra en el Viejo Continente. En la capital catalana ya aprobó un expediente de regulación de empleo (ERE) para 600 trabajadores durante la primavera a cambio de una planta de pintura para adaptarse a la nueva norma europea.

Pero los problemas de Nissan en Barcelona no son un caso aislado.  Los datos del año fiscal 2018/2019 revelan que la fabricación en Europa cayó el 15% hasta los 660.674 vehículos frente a los 777.183 de la temporada anterior.  

«En este momento no tenemos planes de vender las plantas de Europa», dijo un portavoz de Nissan

El descenso se repartió por todo el continente. La fábrica de Sunderland en el Reino Unido perdió el 14,8% de la producción al caer hasta los 415.364 automóviles desde los 487.269 coches. El pasado mes de marzo, el fabricante anunció que retiraba de la instalación el Infiniti Q30 y el QX30 sports-utility. Además, también dio marcha atrás a la adjudicación del X-Trail, que finalmente se ensamblará en Japón y no en el archipiélago británico. 

Ante la caída en el continente, varias fuentes dijeron a Bloomberg que la empresa tiene sobre la mesa de la venta de las factorías. Y si bien no se tomó todavía ninguna devisión, ya se barajan varios fabricantes de automóviles chinos como posibles compradores.  

«En este momento, no tenemos planes de vender esas dos plantas en Europa», respondío un portavoz de Nissan consultado por Economía Digital.

Sin embargo, la empresa ya advirtió en julio que eliminará 12.500 empleos alrededor del mundo. Y las fuentes consultadas por este medio apuntan que la compañía no quiere hacer ningún despido en Japón. Con el Viejo Continente en la cuerda floja y los mercados chinos y estadounidenses fijados como estratégicos, la infraestructura en ambos países parece tener todos los números para verse afectada.

Desde enero, los coches fabricados en Japón no tienen que pagar un arancel del 10% para venderse en Europa

Además del impacto del brexit –sobre el que mucho se especula pero todavía nadie conoce–, las mismas voces justifican el adiós por el tratado de libre comercio entre la Unión Europa y Japón que entró en vigor a comienzos de año. Desde entonces, la importación de vehículos del país asiático ya no arrastra un arancel del 10% como venía ocurriendo. Traer los turismos desde el archipiélago asiático es ahora mucho más barato que hace un año.

«Nissan ya ha dicho en varias ocasiones que el brexit puede hacer imposibles sus operaciones en Europa; ¿qué sentido tendría mantener una fábrica que trabaja al 40% en Barcelona como casi única infraestructura?», se preguntan desde el centro de la Zona Franca en Barcelona.

A pesar de que las relaciones en la alianza no pasan precisamente por su mejor momento tras el encarcelamiento de Carlos Ghosn, la firma nipona cuenta con las fábricas de su socio Renault para mantener una mínima infraestructura en el continente. Según el citado medio, la nueva prioridad sería la producción de eléctricos «más simples, con menos piezas» como el Nissan Leaf.

Más problemas para Nissan Barcelona

Durante la presentación del último ERE –obligado para construir una nueva planta de pintura–, el presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, fijó en 60.000 unidades el nuevo suelo de la fábrica catalana. «No podemos controlar los flujos del mercado», lamentó el directivo. 

Sin embargo, en una reunión con los sindicatos celebrada esta misma semana, la dirección de la filial española rebajó el dato en 52.878 vehículos por la caída de la producción de la pick up Navara, elaborada también para Renault y Mercedes. Con 46.000 unidades puestas en la carretera sobre el papel, el dato será inferior porque el fabricante alemán «dejará de producir una de sus motorizaciones para los mercados previstos, tal y como estaba previsto», explican fuentes de la empresa.

En cambio, la estimación de la furgoneta NV200 eléctrica es mayor de la inicial gracias a la ampliación de la planta de baterías. No obstante, las cantidades que se manejan son migajas frente a la capacidad total de la instalación. Y los sindicatos miran con recelo el lanzamiento de la NV250 eléctrica que se fabricará en Francia el año que viene.

Así, el dato final será todavía inferior al de la última temporada –hasta el 31 de marzo–, cuando la cifra cayó hasta las 75.609 unidades, el 31% menos que hace dos años. Muy lejos de las 200.000 unidades que la infraestructura puede sacar a la carretera.

 

Carles Huguet

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