Esta marca de coches vive el peor momento de su historia: baraja vender su sede para evitar la quiebra
La compañía ya estuvo al borde de la quiebra hace años, pero logró salvarse
Nissan podría estar cerca de la quiebra
Una famosa marca de coches se encuentra ante una situación muy complicada que podría acabar con la quiebra de la compañía. Hablamos de Nissan, firma japonesa mundialmente conocida, especialmente por modelos como el Qashqai, un coche estilo SUV que ya les salvó hace un tiempo de entrar en bancarrota.
Esta situación confirma que ninguna entidad está libre de acabar en la quiebra. Nissan es una de las compañías automotrices más influyentes del mundo, reconocida, en gran parte, por su capacidad de innovación, su enfoque en la sostenibilidad y su compromiso con ofrecer vehículos accesibles y confiables. Fue fundada en 1933 en Yokohama, Japón y tiene presencia en más de 160 países.
A lo largo de su historia ha contado con modelos emblemáticos como el Nissan GT-R, un ícono de alto rendimiento, o la serie de camionetas Nissan Frontier, reconocida por su durabilidad, han consolidado la reputación de la marca. Además, vehículos como el Nissan Altima y el Sentra han sido referentes de practicidad y confort en diferentes mercados.
De hecho, uno de los grandes aportes de Nissan a la industria automotriz ha sido su apuesta pionera por la electrificación. En 2010 lanzó el Nissan LEAF, el primer automóvil eléctrico de producción masiva en el mundo. Este modelo no solo transformó la percepción de la movilidad eléctrica, sino que también abrió el camino hacia una transición más sostenible dentro del sector.
Otro de sus modelos insignia es el Nissan Qashqai, uno de los SUV más exitosos de la marca japonesa, reconocido por combinar estilo, tecnología y eficiencia. Desde su lanzamiento en 2007, revolucionó al ofrecer un diseño moderno y práctico, ideal tanto para la ciudad como para viajes largos. Este modelo, junto a Nissan Micra, fueron el motivo por el que evitaron la quiebra hace algunos años.
Nissan ya tiene plan para evitar la quiebra: cierres y venta de su sede
Nissan, una de las marcas japonesas más emblemáticas del sector automotriz, atraviesa uno de los momentos más delicado. La compañía, vinculada parcialmente a la francesa Renault, ya estuvo al borde de la quiebra hace años, aunque entonces consiguió sobrevivir gracias a modelos clave como el Micra y, más tarde, el Qashqai. Pero ahora la situación vuelve a complicarse por una combinación de decisiones estratégicas y un mercado cada vez más exigente.
El gran tropiezo de Nissan ha sido la renovación del modelo que le salvó, el Qashqai. El fabricante apostó por una gama de motores híbridos de gasolina, pero sin alcanzar la ansiada etiqueta Cero emisiones. En su lugar, la mayoría de versiones recibieron la etiqueta Eco, un detalle que ha tenido un impacto muy directo en sus ventas. A esto se suma un precio de catálogo superior al que muchos clientes están dispuestos a pagar, lo que ha reducido notablemente la competitividad del modelo en mercados clave.
La consecuencia de estas decisiones son claras: Nissan se ve obligada a reestructurarse. Por ello, la compañía ha anunciado un plan de ajuste con el objetivo de reducir gastos fijos en unos 2.000 millones de euros anuales.
Esto se traducirá en el cierre de 7 de sus 17 fábricas repartidas por todo el mundo, afectando a más de 20.000 empleados, tanto en líneas de producción como en oficinas. Entre los países afectados estarían Argentina, India, Sudáfrica, México y Japón. En España, la marca ya había cerrado la planta de Zona Franca, en Barcelona, aunque mantiene en funcionamiento dos fábricas de componentes en Ávila y Cantabria.
Nissan estudia vender su sede en Yokohama para evitar la quiebra
Pero la medida más sorprendente llega desde su propia sede central en Yokohama: Nissan estudia vender el rascacielos de 22 plantas donde opera actualmente. El plan pasaría por continuar en el edificio bajo un contrato de alquiler, liberando liquidez inmediata. Según elDebate, la operación podría superar los 600 millones de euros, dinero que la compañía destinaría a reducir deuda y financiar el desarrollo de futuros modelos.
Entre esos proyectos figura un nuevo Micra y la próxima generación del Nissan Leaf, el eléctrico que pretende devolver a la marca la relevancia que perdió con la transición hacia la movilidad sostenible.