Los empleados del hogar, responsables de regularizar su situación

Fátima Báñez simplifica la ley para incluirlos en la Seguridad Social. El principal problema, quién paga las cuotas, sigue latente

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El intento de incluir en el régimen general de la Seguridad Social a los trabajadores del hogar del Gobierno de Mariano Rajoy ha sido un fracaso. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha dado un nuevo paso para sacar a estos empleados, dedicados principalmente a los servicios de limpieza o del cuidado de personas dependientes, de la economía sumergida: les hace responsables de darse de alta en la Seguridad Social y les permite hacer otros trámites con la Administración.

La ley aprobada en agosto de 2011, determinaba que los propietarios del hogar en el que desarrollaba el trabajo se encargaban de hacer todo el papeleo para regular la situación. Una complejidad burocrática que propiciaba que se continuara cobrando en negro, argumentan fuentes cercanas al ministerio. Ahora, los empleados domésticos podrán promover ellos mismos la afiliación si trabaja menos de 60 horas mensuales en una misma casa, siempre y cuando llegue a un acuerdo con el empleador, o lo hace en varios hogares.

Pérdida de poder adquisitivo

Pero la modificación legal no soluciona otros de los problemas que tienen los trabajadores domésticos al pasar al régimen general de la Seguridad Social. Además de la complejidad burocarática, sea el empleado o el empleador el responsable de encargarse de presentar todos los documentos y llevar las cotizaciones al día, el sector reconoce que no le salen las cuentas si se dan de alta. Básicamente, porque pierden poder adquisitivo.

También señalan otras particularidades que, según la valoración de sindicalistas y profesionales legales, propician el escaso éxito de la regularización. Desde casos en lo que se complementa una pensión con el trabajo doméstico a los empleados que no tienen regularizada la situación en el país, habituales en esta actividad. 

La fotografía final del sector se mantiene: los empleados que trabajan casi de forma exclusiva en un hogar sí que están regularizados, mientras que los que hacen servicios de menos horas aún cobran en negro. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), hay más de 700.000 empleados del hogar en España, de los que solo 297.000 estaban dados de alta en la Seguridad Social en 2011. Otras organizaciones, como Cáritas, afirman que casi un millón de hogares españoles tiene un trabajador doméstico.

Economía Digital

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