Los españoles se han adaptado al uso de la mascarilla, según un estudio de Cofares

Sin embargo casi un 80% de los encuestados reconoce que no siempre sustituye la mascarilla tan a menudo como debería

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Los españoles se han adaptado bien, en general, al uso de la mascarilla: el 67% asegura no haber tenido ningún problema en ello y haberse adatado a ella mejor de lo que esperaba al inicio de la pospandemia.

Algo que se cumple especialmente en el caso de los más jóvenes, que son quienes afirman haberse adaptado más rápido al uso de la mascarilla o no haber tenido problemas para ello.

Sin embargo, el 79,8% de los encuestados reconoce que ha tenido olvidos a la hora de cambiarla —más ellos, 41,7%, que ellas, 26,4%— a pesar de que la mayoría de los encuestados mostró un conocimiento alto sobre el tiempo de uso y recambio de la mascarilla.

Incluso la Generación Z (entre 18 y 25 años) afirma que se ha adaptado a la mascarilla mejor de la que esperaban

Están son algunas de las conclusiones del estudio Tendencias Cofares: encuesta de hábitos de protección ante la Covid-19 (disponible en PDF) realizada por el distribuidor de fármacos y productos de salud.

El estudio destaca, además, que para el 83,8% de los encuestados la farmacia es la primera opción como lugar en el que adquirir mascarillas con garantías.

Tras la farmacia, y muy por detrás, se sitúan los supermercados (9%) y las tiendas online (7,2%), según el mismo estudio.

La importancia de reemplazar la mascarilla

La efectividad de la mascarilla para proteger y protegernos del Covid-19 se ve reducida por el uso, por lo que el tiempo de uso y cada cuánto es necesario sustituirla es un aspecto clave al utilizarla.

Ese tiempo de uso efectivo, o «vida útil» de la mascarilla, depende del tipo de mascarilla y debe aparecer indicado por el fabricante en el envase o envoltorio.

Sobre el correcto uso de la mascarilla hay mayor conciencia entre las mujeres (86,6 %) que entre los hombres (78,4 %)

Sin embargo, con norma general, el Ministerio de Consumo considera que, para garantizar la eficacia de la mascarilla y por cuestiones de higiene y comodidad, la mascarilla debe reemplazarse cada cuatro horas.

Transcurrido ese tiempo las mascarilla usada debe desecharse o guardarse en una bolsa de plástico para su lavado, en el caso de las mascarillas reutilizables.

Las mascarilla, habitual en el puesto de trabajo

El estudio de Cofares también revela que, en el ámbito laboral, el uso de la mascarilla se aplica de forma estricta: un 71% de los encuestados la utiliza a lo largo de toda la jornada laboral.

Quienes no la utilizan en su lugar de trabajo argumentan que su puesto cumple las medidas de distanciamiento (17%) o que la utiliza dependiendo del día y de con quién se va a relacionar (12%.)

Para las manos, agua y jabón

Además, y según el análisis Tendencias Cofares, para el lavado de manos el 75% de los encuestados prefiere utilizar agua y jabón antes que gel hidroalcohólico.

En cuanto al control de la tempera apenas varía con respecto al período anterior de la pandemia: sólo el 43% de los encuestado dice tomarla ahora con más frecuencia, especialmente entre los más jóvenes: un 60,8% de la Generación Z (entre los 18 y 25 años) y un 59,4% de los Milenials (entre los 26 y 35 años) afirma haber incrementado la frecuencia en la toma de la temperatura.

Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp