Los Raventós intentan salvar Unipost con un ERE masivo

La compañía de servicios postales duda si despedir al 20% de la plantilla o aplicar un ERTE a la totalidad del personal

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Unipost busca salvación. En concurso de acreedores y zarandeada por la Guardia Civil por participar en la campaña del referéndum del 1-O, la compañía de servicios postales trata de sobrevivir a costa de sus trabajadores. La familia Raventós tiene clara la estrategia para la supervivencia: presentar un ERE masivo para reducir costes.

Según avanza La Vanguardia, la empresa baraja dos opciones para el recorte de plantilla: o despedir a 500 empleados –el 20% de la plantilla—o un ERTE rotatorio para la totalidad del personal. La decisión se tomará la semana que viene pero la disyuntiva ya ha sido comunicada a los sindicatos.

Por ello, desde Comisiones Obreras lamentan que el ajuste sólo contribuirá al “desmantelamiento” de una sociedad a la que ya le falta capilaridad en ciertos puntos del territorio, donde tiene que contratar a su competidor, Correos, para que le realice los envíos.

En el año 2011, el primero en presentar pérdidas, Unipost realizó su primer ajuste. La empresa presentó un ERTE, pero el tiro le salió por la culata: tuvo que afrontar un aumento salarial general y los costes subieron 1,29 millones de euros. Un año después, un segundo ajuste redujo la jornada de 1.972 personas en un 25%.

En 2013 llegó el tercer recorte laboral, este para la totalidad de la plantilla. Unipost practicó otra reducción de jornada y una rebaja del sueldo. Sin embargo, no pudo aplicar los 250 despidos que planteaba de inicio. Para no perder la costumbre, 2014 sumó el enésimo ERTE al currículum de Pablo Raventós, consejero delegado de la firma. Así, la plantilla se redujo el 11% entre 2012 y el fin de 2016.

Economía Digital

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