Made of Genes ofrece un servicio tipo Netflix para secuenciar genomas

La start-up catalana Made of Genes se inclina por un modelo de suscripción tipo Netflix para promover la medicina personalizada a partir del genoma humano

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La empresa emergente catalana Made of Genes, creada por el ingeniero informático y doctor en biomedicina Óscar Flores y el enfermero Miquel Ángel Bru, permite secuenciar el genoma humano y almacenarlo encriptado en la nube con más de 600 GB de datos para poderlo consultar.

El coste de secuenciar el genoma de una persona y guardarlo en la nube puede oscilar entre los 650 y 4.000 euros, según explicó Flores, el director general de la empresa, que define el genoma como «planos del edificio, los planos biológicos de nuestro cuerpo». «El genoma es lo que más te identifica», destacó Flores, y explicó que «ni los ojos ni la huella dactilar tienen tanta información como el genoma», que aporta datos sobre la posibilidad de contraer enfermedades hereditarias.

Uno de los objetivos principales de la empresa es la medicina personalizada. «Queremos quitar las barreras que hay y que la gente disfrute de la medicina personalizada, porque tener información molecular nos permite diseñar terapias particulares, disponer de un diagnóstico preciso y, en definitiva, prevenir enfermedades», comentó Flores.

Según el director general de la compañía, esto permite abandonar el «uno para todos» y pasar «a un tratamiento personalizado y dejamos de decir qué hay que hacer; por ejemplo, mamografías cada año, porque hay mujeres cuyo genoma no indica ningún riesgo. La solución es ajustar a cada caso: hacerlo, por ejemplo, cada 2 años o cada 6 meses».

Hasta ahora, la empresa funcionaba con un modelo que Flores define como iTunes: pagabas primero la secuenciación (como comprar un iPod) y después, pequeñas cantidades, entre 50 y 100 euros, de servicios adicionales para consultar el genoma, como las canciones que se compran en iTunes.

«El genoma es lo que más te identifica y no puede caer en las manos equivocadas»

Sin embargo, Flores avanza que están dando paso a un modelo de suscripción parecido a Netflix: pagar un cuota periódica a cambio de tener una contraseña que da acceso a tu genómica, y, según detalla, con un precio similar, porque considera que «la información es relevante en un momento determinante» y hacer un informe una sola vez en la vida «no tiene sentido».

«Es relevante conocer parte del genoma cuando un paciente muestra síntomas y quieres saber si tiene predisposición a sufrir alzhéimer, por ejemplo; pero ¿qué sentido tiene analizar si un niño tiene alzhéimer, cuando ni siquiera existe una cura? No tiene valor en un entorno sanitario», explica. «Si sabes que tienes una condición determinada en el corazón, puedes prever, si eres deportista de alto rendimiento, que llevarás siempre contigo un desfibrilador. De eso se trata, de prevenir», añadió.

El suyo, sin embargo, sigue siendo un proyecto de retos, que ha consistido en guardar «una información muy sensible que explica todo lo que somos». «Vivimos en una sociedad superconectada que no da importancia a la privacidad y el genoma es lo que más te identifica; no puede caer en las manos equivocadas», advierte el biomédico, que reconoce que han de garantizar al máximo la privacidad de los datos.

Los problemas, subraya Flores, ya no son solo personales, porque buena parte de la información del genoma es compartida con familiares y hay que garantizar la confidencialidad de los datos, sobre todo frente a aseguradoras que podrían vetar a personas más propensas a enfermedades.

Flores pone como ejemplo de lo que puede pasar si los datos no están bien protegidos. «De repente, a un hombre le aparece un anuncio en su cuenta de correo electrónico diciéndole que tiene que ir al urólogo porque un algoritmo lo ha sabido a partir del genoma de su hija».

Economía Digital

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