Mensaje de Nissan a Renault: echa a Ghosn de la presidencia

Las luchas de poder entre Nissan y Renault se avivan después del presunto escándalo de evasión fiscal del presidente de la alianza, Carlos Ghosn, destapado en Japón. Mientras la firma nipona, que destapó las irregularidades, quiere ganar  peso en la asociación, este jueves anunció el despido del mandatario como presidente de la empresa. En cambio, Renault sólo lo apartó temporalmente de la dirección y mantuvo su cargo ejecutivo.

El consejo de Nissan aprobó el cese de Ghosn en una reunión extraordinario convocada en Yokohama. La decisión debe ser ahora ratificada por la junta de accionistas, informa la cadena de televisión NHK.

El fulgurante despido tras dos décadas en el cargo contrasta con la moderación que tuvo el consejo de Renault al afrontar el caso. El grupo galo mantiene al brasileño en la presidencia pero «temporalmente impedido» de sus funciones ejecutivas», explicó la propia empresa en un comunicado emitido el martes.

El fabricante francés resolvió que el consejero Philippe Lagayette presida de manera «interina» los consejos y el director general adjunto, Thierry Bolloré, tome las funciones ejecutivas que desarrollaba hasta el momento el americano.. «Ghosn, temporalmente impedido, sigue siendo presidente director general», garantizó Renaul, que evitó pronunciarse sobre la investigación que se produce en Japón al no tener «los elementos de los que disponen Nissan y las autoridades niponas».

La tercera rama en discordia de la alianza, la también japonesa Mitsubishi, ya anunció el mismo lunes que votará a favor de la destitución de Ghosn de su cargo como presidente de la empresa.

Nissan quiere ganar poder

Según informó el miércoles el Financial Times, Nissan quiere aprovechar la salida del ejecutivo brasileño para ganar poder en la alianza Nissan-Renault. Si el fabricante japonés es ostensiblemente mayor que su socio francés –sus ventas son el 60% más–, es el pez pequeño quien controla el grupo, pues puede hasta nombrar dirigentes en la propia firma nipona.

De hecho, Ghosn planteaba hacer «irreversible» la alianza entre las dos empresas, que ya poseen paquetes accionariales cruzados. Si bien durante la primavera hubo rumores de la negociación de una fusión, el propio Ghosn matizó a Reuters que la unión era poco probable antes de 2020.

«¿La ofensiva de los dirigentes de Nissan contra su presidente, Carlos Ghosn, está vinculada con la reflexión en curso sobre la nueva estructura jurídica que podría tomar la alianza con Renault?», se preguntó el francés Les Échos. «Si estuvo haciendo algo inapropiado durante muchos años, probablemente alguien debió saberlo o por lo menos sospecharlo antes», se preguntaba John Shook, consejero delegado del Lean Enterprise Institute y experto en el sistema empresarial japonés, en una conversación con Bloomberg.

El analista prosiguió en su desconfianza. «La noticia plantea varias preguntas en términos de timing, pues llega después de la recomendación de Ghosn de una fusión completa entre Nissan y Renault, algo que quizás hay mucha gente que no quiere que ocurra», señaló.

Más precavida se mostró la analista independiente Maryann Keller. «Si alguna vez se produce una fusión, dentro de Renault existiría la expectativa de que uno de sus líderes la presida, algo que sería inaceptable para Nissan», admitió. Pero añadió: «No considero esto como un contraataque desde Japón. Si hizo lo que hizo, traspasa los límites éticos».