NH Hotel Group y Meliá se juegan más de 350 millones en alquileres

Las dos grandes hoteleras españolas ya negocian con los propietarios una reducción de las rentas de los alojamientos por el desplome del turismo

Entrada del hotel Gran Meliá Colón en Sevilla, durante su cierre temporal por la pandemia. Foto: EFE/José Manuel Vidal

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La industria del retail fue de los primeros en plantearse el problema: “¿cómo afrontar alquileres millonarios con las tiendas cerradas por el coronavirus?”. Aunque el sector hotelero todavía no tiene tantas restricciones en la mayoría de países se hace una pregunta similar: “¿cómo afrontar alquileres millonarios sin turistas?”. Solo entre los dos grandes, NH Hotel Group y Meliá, la factura supera los 360 millones de euros.

Ambas empresas optaron en los últimos años por crecer bajo contratos de alquiler, una estrategia diferente a la tradición española previa a la crisis económica de 2008, que pasaba por comprar también los alojamientos. Entonces, muchos de los establecimientos se vendieron para rebajar deudas lo que ha terminado por ser un arma de doble filo ante el desplome de la actividad turística. Entre 2017 y 2018 ingresaron más de 300 millones entre las dos por las desinversiones.

Ahora, la mayor factura la tiene que pagar NH Hotel Group. Al cierre de 2019, la cadena propiedad de la tailandesa Minor tenía 230 hoteles en régimen de alquiler de los 368 totales que suma en su portafolio. El pago de rentas que debía afrontar solo en 2020 ascendía hasta los 259 millones de euros.

Ante el previsible impacto, la empresa que dirige Ramón Aragonés ya avisó a finales de marzo que “se han llevado y se siguen llevando a cabo negociaciones con propietarios de hoteles por todas las geografías para minimizar el impacto de los arrendamientos además de mantenerse conversaciones con proveedores para reducir los gastos de aprovisionamiento y mejorar las condiciones de pago”.

Los hoteleros piden una moratoria de los alquileros de 2020, que pagarían entre 2021 y 2022

Menor dependencia del mercado del alquiler tiene el líder hotelero balear. Meliá solo cuenta con 53 establecimientos del total de sus 329 alojamientos por los que paga una renta. Según las cuentas publicadas ante la CNMV, la empresa de la familia Escarrer debe hacer frente al pago de 101,9 millones de euros a lo largo de 2020 a los propietarios de sus inmuebles.

A 16 de marzo, la compañía ya tenía 59 hoteles cerrados en España, Italia, Alemania, República Checa, Vietnam y China. Y a pesar de no haber hecho un pronunciamiento oficial, fuentes del sector dan por hecho que está en trámites de conseguir una rebaja de las rentas acordadas con sus caseros.

Antonio Catalán, presidente de AC Hotels by Marriott, aseguró que ya existe una tendencia generalizada en el sector para renegociar las condiciones de los alquileres. En una entrevista concedida a Expansión, el dirigente explicaba que se estaba planteando el aplazamiento de los pagos durante el curso actual para poder sufragarlos durante los dos años siguientes.

Con el impacto económico en la industria todavía por determinar, Deloitte augura que no se recuperará una cierta normalidad en el sector turístico hasta el próximo mes de diciembre. La consultora dibuja tres escenarios: la contención rápida, dar el año por perdido y entrar en economía de guerra. El más probable, echar a perder 2020 y no pensar en una recuperación total hasta 2021. Y con estos cálculos sobre la mesa son muchos los que auguran la quiebra masivas de empresas del sector.

«Mi tesis es que los movimientos en 2020, mientras no haya medicación o vacuna contra el virus van a estar muy limitados», auguró Catalán. «Si la situación se resolviera en menos tiempo, las rentas se podrían pagar de forma anticipada a cargo de los beneficios obtenidos», añadió.

Pérdidas de hasta 90.000 millones para el turismo

Según estimaciones de la Mesa del Turismo, que engloba a 30 compañías del sector, las pérdidas pueden alcanzar los 90.000 millones de euros –solo en España– si se pierde la temporada de verano; una cifra que representa entre el 12,5% y el 13% del Producto Interior Bruto.

En el mejor de los casos, el organismo admite que la temporada no comenzaría hasta principios de junio, lo que dejaría la factura en 25.000 millones. El segundo escenario, con los viajes reabriéndose a mediados de junio elevaría el golpe hasta los 45.000 millones.

El tercero, en sintonía con lo augurado por Deloitte, da por perdida la temporada estival y el impacto asciende hasta los 90.000 millones. “En este caso las pérdidas para el conjunto del sector podrían alcanzar más de 90.000 millones de euros, con los consiguientes cierres y concursos de acreedores de miles de empresas, así como la destrucción de un gran porcentaje del empleo turístico”, resalta la mesa.

 

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