Nissan ignoró una oferta millonaria de Sánchez y Torra

El Gobierno y la Generalitat ofrecieron cerca de 100 millones de euros en ayudas y la construcción de una fábrica de baterías para vehículos eléctricos

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Nissan descartó cerca de 100 millones de euros en ayudas públicas procedentes del Gobierno estatal y de la Generalitat realizadas para evitar el cierre de las instalaciones en la Zona Franca de Barcelona, anunciado por la automovilística japoesa hace unas semanas. 

En concreto, la propuesta de ambas administraciones era de 97,5 millones de euros: 70,7 millones para incentivar a la multinacional japonesa a permanecer en Cataluña y otros 26,8 millones para sus proveedores, que suman cerca de 20.000 empleos que dependen de la actividad de Nissan. 

El plan de los Gobiernos de Pedro Sánchez y Quim Torra incluía también el aliciente de construir una fábrica de baterías para coches eléctricos en España. Son las grandes líneas de la propuesta conjunta -en la que también participaron el Ayuntamiento de Barcelona o el Consorcio de la Zona Franca- realizada a principios del pasado marzo, antes de la pandemia de coronavirus, según se explica en el plan industrial presentado a la automovilística que recoge El País

Nissan presentó tras anunciar el cierre un plan que estimaba el coste en una cifra entre 500 y 600 millones de euros, 850 millones más que los 1.450 que estimaban el Ministerio de Industria y la Generalitat. 

El cierre dejará además un impacto de alrededor de 30.000 empleos menos. El expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) presentado por Nissan afecta a los 3.400 empleados de la fábrica en la Zona Franca, la totalidad de la plantilla. De este centro dependen además otros 25.000 empleos directos de subcontratas de la automovilística nipona, entre las que se encuentran firmas como Acciona o Magnétic-Pirelli.

125.000 coches eléctricos al año

El plan de las Administraciones buscaba también potenciar la transición hacia el vehículo eléctrico mediante la remodelación de las instalaciones para orientarla a su producción.

En estas instalaciones se planeaban fabricar 125.000 unidades de coches eléctricos al año gracias a la asignación de un único modelo. Sin embargo, el bajo rendimiento de la Zona Franca, preparada para ensamblar 200.000 unidades mientras que en 2019 solo pudo ensamblar el 25%, ha sido decisivo para que Nissan abandone sus planes. 

En el documento se apunta además hacia la construcción de una nueva fábrica exclusivamente dedicada a la producción de baterías. El objetivo es el de «consolidar una base de proveedores adecuada para las necesidades de Nissan en el futuro», según reza el plan de la compañía, que matiza además que las ayudas rechazadas hubieran supuesto el 10% de la inversión. 

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